25 de noviembre de 2013

What About Us.



Maratón 4/5
Capitulo Cuarenta y Siete.

Cuenta Peter.

Y si Lali quería jugar, estaba jugando muy bien pero yo no iba a caer en su juego, no iba a provocarle celos, no iba a molestarme delante de ella por lo que estaba haciendo, solamente la iba a dejar ser. Ella era libre, y realmente nunca sé lo que verdaderamente quiere, es complicada y orgullosa, quiere demostrarme que puede tener a todos los hombres que quiera y está bien por ella, si eso es lo que quiere, puede seguir así.
La observé por unos largos minutos y vi a ese tal Mauro toquetearla sin descaro alguno, Lali se dejaba y disfrutaba del baile mientras él se le tiraba a cada segundo.

-¿Es tu amigo el que baila con Lali? –Le pregunté a Jaime-
-Mi hermano –contestó-
-Ah –volví mi mirada a la “parejita”- ¿y alguna onda con Lali?
-Chaparon un par de veces, mi hermanito se enamoró de ella pero Lali se alejó de nosotros y nada, acá la vemos, es otra –aseguró-
-¿Ustedes la conocen de antes de que fuera famosa?
-Sí, incluso la apoyamos muchísimo al inicio pero luego Lali tuvo muchas cosas que hacer y nos dejamos de ver –explicó-
-¿Y con tu hermano nunca fueron novios?
-No, Lali no es de tener novios –me miró- ¿vos no sos el novio verdad?
-No, no –reí- soy solo su amigo, yo tengo novia –contesté-
-Ah, porque Lali es muy loca, no toma nada enserio y la verdad es que dudo que algún día se enamoré de alguien, a no ser de que sea un multimillonario –rio-
Reí con pocas ganas y miré a Lali nuevamente. Estaba muy cerca de ese pelotudo, y si lo besaba seguramente no iba a soportarlo y todo iba llegar hasta acá.
-Pero bueno, a Lali no hay que entenderla solo hay que quererla.
-Lo he notado –reí-

Y volví mi mirada a ellos y vi lo que no quería ver. Lali se estaba chapando a Mauro, y debo aceptar que quede sorprendido. No me lo esperaba, pensaba que solo estaba provocándome y que la verdad ella no lo iba a hacer, pero lo hizo y eso me dolió. Había llegado a pensar que Lali no era como antes, que de verdad estaba experimentando sentimientos hacía mí como yo hacia ella, pero una vez más me había equivocado con ella, y esta vez no lo iba a dejar pasar. Y aunque no éramos nada, me había dolido como si fuéramos todo.

No le dije nada  a Jaime, no hice nada y solamente me fui de ahí. Lejos de ella, lejos de lo que ella quería, lejos de ese jueguito que me estaba haciendo mal.
Y yo no quería quererla por lo mismo, no quería sentir nada por ella porque sabía que era un problema y me iba a hacer daño.

Cuenta Lali.

-¿Queres ir a otro lado? –Preguntó Mauro segundos después de terminar el beso-
Miré hacia donde estaba Peter pero esta vez no estaba, busque a Jaime y estaba hablando con otro chico. Me aleje de Mauro bruscamente y busque con la mirada desesperadamente a Peter pero no lo encontré. Se había ido, y yo la había cagado, una vez más.

Salí de inmediato de la fiesta con la esperanza de encontrarlo en el camino o sentado por ahí pero no lo vi. Tome mi celular y lo llamé pero tampoco me contestó. Y en mi garganta se hizo presente un nudo insoportable que no me dejaba respirar tranquilamente.
Camine de regreso al hotel lo más rápido que pude, no quería que Peter se enojará o molestara porque sabía que él iba a reaccionar mal por haber besado a Mauro pero quería provocarlo y él no me registraba y… siempre cagaba todo.
Llegue al hotel y subí a la habitación rápidamente abrí la puerta y lo vi en el balcón fumando un cigarro. Claramente había escuchado la puerta pero no había volteado a mirar, así que camine hasta él y me apoye en el marco de la ventana.

-Te fuiste –murmuré-
Asintió con la cabeza y fumo, tiro el humo al viento y la noche se estaba volviendo fría.
-¿Por qué?
Peter volvió a fumar, tiro el humo y se giró lentamente. Me miró fijamente por algunos segundos y supe de inmediato que estaba enojado. Su entrecejo estaba fruncido y sus ojos estaban negros.

-¿Por qué te gusta alborotar mis sentimientos y después dejarme echo mierda? –me preguntó-
Y su voz era grave, ronca y dura. Trague saliva y negué.
-Yo no… -me acerqué- yo no quise hacer eso, se me escapo de las manos, yo estaba…
-No importa Lali, déjalo así –me interrumpió-
-Pero déjame que te explique.
Él negó y me miro aún más duramente.
-En el mismo momento en que te conocí, supe que serias un problema.
Y eso me había llegado directo al corazón.
-¿Y porque seguiste conmigo? –pregunté-
-Ni yo sé.
-¿Y estás arrepentido?
-No pero me hubiera gustado no haberte tomado tanto cariño –me miró fijamente- porque sabía que tarde o temprano me ibas a decepcionar.
-Peter yo…
-No hables más Lali, está bien, no te estoy pidiendo explicaciones de nada, vos podes hacer lo que queras con tu vida y hoy me di cuenta que no te vas a detener por nada ni nadie y está perfecto, yo soy el gil que pensé otra cosa, que quiso otra cosa.
-¿Y qué quisiste?
-Quise que vos me llegaras a querer aunque sea un poquito.

Mis ojos se cristalizaron, yo claramente lo quería. Él era lo que necesitaba y lo que quería.
-Yo si te quiero, Peter.
-El problema está en que pensamos una cosa, sentimos otra y terminamos diciendo o haciendo algo que ni pensamos, ni sentimos –explicó Peter-
-Lo que pasó hace un rato fue un error, nunca lo debí haber hecho, yo solo quería darte celos, quería saber si de verdad te importaba, estaba jugando, yo no quería decepcionarte yo…
-Estabas jugando.
 -Si pero porque no sabía qué hacer para que de verdad te dieras cuenta que me importas, que realmente quiero estar con vos, que… -suspiré- yo no estoy acostumbrada a sentirme de esta manera acerca de alguien, por nadie –aclaré- y no sé qué hacer para demostrar lo que siento, porque vos me importas y demasiado pero tengo un gran defecto, nunca demuestro las cosas, por eso siempre acabo perdiéndolas y supongo que eso era lo mejor pero esta vez quería que fuera diferente, quería… -y unas lágrimas cayeron sobre mis mejillas- nunca me había sentido tan bien con alguien que como con vos.

Continuara...

What About Us.



Maratón 3/5
Capitulo Cuarenta y Seis.

Salí al balcón y prendí un cigarro. Y no lo entendía, simplemente no podía entender su actitud.
Sentí que él llego a mi lado pero no lo miré. Prendió un cigarro y su mirada se posó en mí.

-¿Queres que me vaya a la mierda? –preguntó-
-Quiero que dejes de ser tan idiota –lo miré molesta-
-¿Para qué queres que vaya si vas a estar con tus amigos? –preguntó-
-Porque estamos juntos acá.
-Soy solo tu amigo.
-Peter –lo miré obvia-
-¿Qué?
-No sé qué te pasa pero de verdad, quiero que vayas, me gusta estar con vos, la paso bien con vos y… vinimos juntos acá, no te voy a dejar solo porque tampoco me gustaría que vos me dejaras sola.
-No lo haría.
-Yo tampoco.
-Pero vas a estar con tus amigos.
-Y con vos –corregí-
Peter suspiró pesadamente y fumo de su cigarrillo. Botó el humo y me miró fijamente.
-Tal vez voy a ser una molestia para vos.
-No sos una molestia –aseguré-
-¿Y si me aburro?
-Nos venimos al hotel.
-No quiero arruinar tu noche.
-Y estabas empezando a arruinarla hace un momento.
-Perdóname pero… soy un poco egoísta, lo sé –reconoció-
-No importa.
-Sí importa porque vos queres pasarla bien con tus amigos cuando yo quiero estar solo con vos.

Lo miré sorprendida y aquello había hecho que mi corazón comenzara a latir un poco más rápido.
-Vamos a estar juntos.
-No como yo quisiera.
-¿Y cómo queres? –le pregunté-
-Ya sabes… -miro hacia el frente-
-No, no lo sé.
Peter rio suavemente y yo apreté mis labios para no sonreír. Sabía perfectamente a lo que se refería pero lo quería escuchar salir de su boca.
-Quiero estar con vos nada más.
Suspiré y fume de mi cigarro. Yo también quería estar con él.
-No te voy a dejar solo –aseguré- podemos estar un rato con mis amigos y luego irnos a otro lado y… -él me miró- hacer lo que vos queras.
-Lo que ambos queramos.
Asentí y la sonrisa que venía tratando de ocultar, apareció.
-Vamos a pasarla bien, mis amigos son muy simpáticos y vos siempre pegas onda con todos –aseguré-
-Bueno –suspiró- voy a ir con vos.
Sonreí aún más y me acerqué a él.
-¿Viste que sos un pendejito? –dije tiernamente-
-Y vos una exagerada.
Reí y lo miré fijamente a los ojos.
-Vinimos juntos y no vamos a separarnos.
-Estoy de acuerdo –sonrió-

Apagó el cigarro y su mano inmediatamente buscó mi cintura. Me acercó a él y besó mi mejilla mientras yo reía suavemente.
-¿Estabas celoso? –pregunté-
-No.
-Claro que sí! –exclamé riendo-
-No amor –buscó mi boca pero me aleje un poco-
-Acéptalo, dale –insistí-
-Tal vez me dieron un poco de celos pero nada comprometedor eh! –reímos-
-Lo sabía!
Reí contra su boca y segundos después me hundí en ella. Me beso con tanta precisión y ternura que me hizo querer más momentos así, más besos así.
-Anda a arreglarte que tenemos que ir a cenar –dije luego de separarme de sus labios-
-¿Me ayudas? –sonrió-
-Dale, vamos.
Le di un tierno piquito en sus labios y de la mano entramos hasta la habitación.

Cenamos en un restaurante cerca del hotel y era con vista al mar, charlamos de temas sin importancia y cualquiera que nos veía podía pensar que éramos muy buenos amigos riendo de cualquier estupidez que se nos ocurría. La había pasado realmente bien.
 Once y un poco pasaditas, y habíamos llegado al lobby del hotel. Ahí estaban Jaime, Paula y unas cinco personas más. Les sonreí y los abrasé cuando llegue a su lado.

-Lali! –exclamó una voz varonil-
Volteé y vi al Mauro. El hermano de Pau y Jaime, el más lindo y el más chistoso a la vez. Le sonreí y me acerqué para abrazarlo fuertemente.
-Tanto tiempo –susurró en mi oído-
Apreté mis labios y sus brazos apretaron mi cintura.
-No esperaba verte acá –dije cuando me separé del abrazo-
-Yo menos, pero ya sabes lo que son las vueltas de la vida –sonrió-
Asentí y desvié la mirada de sus ojos que me miraban fijamente.
-¿Dónde vamos a ir? –Le pregunté a Paula-
-Vos solo tenes que seguirnos, conocemos el mejor local de punta cana –aseguró Jaime-
-Sorpréndeme entonces –sonreí-

Empezamos a caminar hacia la salida y me fui hasta el lado de Peter. Sentí la mirada de Mauro sobre mí pero no lo miré.
-Hay más gente además de mis amigos –aseguré-
-Ya vi.
-Así que no te preocupes porque la vamos a pasar bien.
Peter me miró mientras caminábamos, sonrió y yo solo quería besar su boca.
-A veces soy un poco desagradable, pero te veo feliz y me alegras de inmediato –aseguró-
Sonreí con una satisfacción inmensa.
-En lo de desagradable tenes toda la razón –afirmé-
Reímos y él me miro de pies a cabeza.
-Estas bastante buena hoy eh, y más hoy que no te pusiste esos inmensos tacones –aseguró-
-¿Tenes algún problema con mis tacones? –pregunté riendo-
-Es tu altura nena.
-Mi altura es perfecta.
-Para mí, sí.
Y solo sonreí. Agarre su brazo para caminar en contacto con él y el solo rio. Este chico no iba a dejar de gustarme ni aunque fuera un ogro.

Llegamos a un local que estaba explotando de lo bueno que se veía. La gente gritaba, bailaba, saltaba, tomaba, y estaba completamente alocada.
Nos pusimos en el lugar en donde estaba toda la celebración y compramos para tomar, la música era lo más fuerte que se escuchaba y los chicos de inmediato empezar a bailar y gritar.
Y la estaba pasando bien, con Paula hacíamos coreografías mientras que los demás charlaban o seguían tomando. Peter había pegado onda con Jaime que no paraban de hablar. Mauro se metía de repente a bailar con nosotras y él era un experto en joda, su vida era una joda.

De repente sentí que me estaba bailando por atrás. Rápidamente me di la vuelta y le sonreí.
-Veni
Agarro mi mano y me atrajo hacia él. Se acercó a mi oído y susurró.
-Me matas con esa faldita tan corta, y esos movimientos de hija de puta.
Reí y me aleje un poco de él.
-¿Me queres provocar no?
-Vos todo lo malinterpretas.
-No, vos aun no me olvidas.
-Vos a mí no me olvidas nene –aseguré riendo-
Negó y se volvió a acercar peligrosamente a mi oído.
-¿Cómo olvidarme de esa noche tan salvaje que tuvimos?
Volví a reír y seguí bailando. Mauro se volvió a acercar.
-¿Podríamos repetirla no?
Lo miré fijamente y negué.
-No como del mismo plato dos veces.
-Yo puedo ser una excepción.
-No.

Seguí bailando y me aleje de él. Estaba caliente conmigo y sabía que no iba a parar de molestarme hasta que consiguiera lo que quería. Y yo simplemente no quería.
Mire a Peter y su mirada se cruzó violentamente con la mía. Y estaba molesto, y tal vez celoso, y eso me gustaba.
Me acerqué a donde estaba él y Jaime, y abracé a Jaime.
-Aun no bailamos –exclamé-
-Estabas de lo más bien con Pau y Mauro por allá.
Reí y miré a Peter.
-¿Y vos, vamos a bailar? –le propuse-
-No, seguí bailando con Mauro y Paula.
Jaime nos miró algo curioso y la misma vez sorprendido. Al parecer notó la molestia en la voz de Peter.
Solté a Jaime y me acerqué a Peter.
-Quiero bailar con vos.
-¿Para qué?
-No te voy a rogar –le advertí-
-No lo hagas, y anda a bailar.
Y eso fue lo que hice.

Me acerqué a Mauro y este de inmediato me tomo por la cintura y se acercó a mí, bailándome como tan solo él sabía. Se movió contra mí y buscó mi cuello, dejo unos besos en aquel sitio y luego mi nombre en mi oído,  reí fingiendo que me había dicho algo gracioso y que estaba disfrutando el momento con él, pero la verdad era que quería que Peter estuviera celoso y se diera cuenta que si él me dejaba ir, otro me iba a tener.

Continuara…

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Maratón 2/5
Capitulo Cuarenta y Cinco.

Tercer día y el sol brillaba más que ayer.
Salí de la ducha y Peter me esperaba con el desayuno ya pedido. Me senté al otro lado de él y vi que mi café estaba servido.
-Pediste café! –exclamé-
-Sé que te gusta –sonrió-
-Gracias –lo probé- esta delicioso.
-Lo suponía, le dije al del servicio que era para una súper estrella muy malcriada.
-Hey! Yo no soy malcriada –me queje-
-Claro que no –rio irónicamente-
-¿Y qué hay de vos? No me quejo de tu malhumor y de tus bromas pesadas.
-Porque claramente no soy así –rio-
-Sos peor!
-¿Y vos? –Me miró- ¿lo creída y lo soberbia donde lo dejamos?
Reí y negué a la vez.
-Está bien, vos ganas Pedri –reí-
-Siempre gano.
-Esta vez nada más, no te creas tanto nene –Levanté mi ceja-
Peter rio y comió de su pan. Su celular comenzó a sonar y él rápidamente contesto.

-¿Si? –Respondió- Mmm.. Va a ser algo imposible, estoy de vacaciones y llegó en una semana más –me miró- claro, claro –rio- nos vemos entonces, saludos –cortó-
-¿Algo importante? –Pregunté interesada-
-Algo así –me miró- me necesitaban para una reunión, al parecer van a lanzar al mercado una banda argentina de chicos y…
-¿Una banda? –pregunté sorprendida-
-Sí, algo así como una boyband –rio- están de moda, ya sabes.
-Si claro que lo sé pero… ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Quiénes? –pregunté asombrada-
-¿Te interesa?
-Claro que si Peter, podrían quitarnos la gente, los fans, y… -suspiró- ¿sabes quién está a cargo de todo esto?
-Ni idea, solo quieren que los ayude y cuando regrese les avise para hacer una reunión conmigo.. Supongo que ahí me enterare de los detalles.
-Y me los vas a tener que decir –aseguré-
-¿Es una orden? –Rio-
-Sí, tengo que estar preparada para la competencia.
-Pero si es una banda de hombres –afirmó-
-Da igual si es de chicas o chicos, de gays, de travas, de perros, de marcianos o de lo que sea! TODO es competencia y más en ese país –aseguré-

-¿Estas asustada? –preguntó riendo-
-Estoy alarmada –corregí-
-No tenes de que preocuparte, seguramente va a pasar mucho tiempo para que se hagan conocidos y la gente enganche con ellos, ustedes ya tienen su propio público y las siguen miles de personas internacionalmente.
-Lo sé pero nunca esta demás cuidar a nuestro público, porque nada lo tenemos asegurado.
-Para mí si tienen asegurado su público, las bancan a morir y se nota.
-Bueno si –mordí mi labio inferior-
-Aparte tienen mucho talento, nunca les va a faltar cámaras –rio-
-No eso nunca –sonreí creída- siempre vamos a ser las mejores.
-Uffff, apareció la señorita ego y la soberbia viene entrando.
Reí.
-Idiota.
-¿Otra vez?
-Sí, y no me lo reproches.
-Está bien, vos siempre tenes la razón amor.
Volví a reír y esta vez él me siguió.
-¿Viste que sos un idiota?
-Pero soy tu idiota preferido.
Sonreí y asentí a la vez.
-Claro.

Y sus ojos verdes me querían volver a atrapar, así que escape antes y desvié la mirada para seguir con mi desayuno.

-
Luego de volver del gym decidimos bajar hasta la alberca del hotel, había un poco de gente y quedaba bastante espacio libre.
Nos recostamos en unas reposeras durante dos horas y la verdad, fue lo más relajante que había hecho durante este último tiempo. Necesitaba broncearme un poco, dormir bajo el sol, sentir las voces lejanas, etc. Peter había hecho lo mismo y el color que le dio el bronceado, le quedaba bastante sexy.

El sol se empezó a ocultar y la gente se empezó a ir de la alberca. Noté que dos personas se acercaban, y puse mi mirada fija en ellos.
-No me esperaba encontrarte acá! –Exclamó la chica-
Les sonreí y me levante de inmediato de me reposera.
-Yo menos! –Exclamé- ¿Qué hacen acá?
Los abrace a ambos, la chica y el chico.
-Vacaciones, ¿vos también? –Preguntó la chica-
-Si, al fin!
-Me contaron que la gira fue toda una locura, te felicito Lali –habló el chico-
-Si Jaime, no sabes lo que fue –sonreí- que locura verlos por acá ¿y con quien más están?
-Unos amigos, y mi hermano –hablo Paula-
-¿Tu hermano? –Apreté mis labios- hace mucho que no lo veo.
-Se va a poner feliz de saber que estás acá –dijo Jaime-
-¿Con quién andas vos? –Preguntó Pau-
-Con un amigo –miré a Peter, el cual estaba atento a la situación- él –lo señale-

Peter se levantó y los saludo educadamente a ambos.
-Ellos son unos viejos amigos –le dije a Peter-
Peter asintió y yo volví a mirar a mis amigos.
-Deberíamos salir esta noche –propuse-
-¿Aun bailas arriba de las mesas? –Rio Jaime-
-Me vuelvo loquísima!! –exclame riendo-
-Necesito verte y bailar con vos –aseguró-
-Claramente, osea los dos vamos a hacer explotar todo –reímos-
-Entonces nos juntamos a las once en el lobby del hotel ¿sí? –Dijo Pau-
-Dale gorda, la vamos a pasar genial –sonreí alegre-
Charle unos cinco minutos más con ellos y luego nos despedimos. Peter y yo subimos a nuestra habitación y cada uno se ducho, yo primero así me quedaba más tiempo para arreglarme.
Salió de la ducha y se recostó sobre la cama. Lo miré fijamente pero él no me tomo en cuenta.

-¿Te pasa algo? –pregunté-
-No.
-¿Y porque te quedaste ahí tirado?
-Porque estoy cansado.
-Pero tenes que cambiarte! Vamos a ir a cenar y luego tenemos que salir.
-Vos vas a salir, yo me voy a quedar acá.
-¿Qué? –pregunté sorprendida-
-Lo que escuchaste.
-¿Por qué te vas a quedar acá?
-Porque si
-No claro que no, vos tenes que tener una razón para decir eso.
-Estoy cansado, esa es mi razón –dijo sin más-
-¿Cansado? –Pregunté- pero si apenas hemos salido!
-¿Y? me siento cansado –aseguró-
-Vos estás loco! –me acerqué algo molesta-
-Loca estas vos que no entendes.
-Obviamente no voy a entender tu estúpida actitud –dije molesta-
-Mi actitud es normal.
-Claro que no, estás molesto o algo así.
-No.
-Si.
-No Lali, no tendría por qué estar molesto.
-Avísale a tu cara eh!
-Pfff…

Volví al frente del tocador y me terminé de maquillar. Vi a través del espejo como Peter se cambiaba por algo más cómodo, y luego volvía a recostarse sobre la cama pero esta vez se pegó en su celular.

-¿Enserio no vas a ir? –le pregunté sorprendida nuevamente-
-Enserio no.
-No me podes hacer esto, vinimos juntos acá! –Exclamé, levantándome de la silla-
-Puedo hacer lo que yo quiera, y vos vas a salir con tus amigos, no sé de qué te quejas.
-Aaaah, ya entendí, ¿es por mis amigos? ¿Por eso no queres salir? –Pregunté pero él no me respondió- ¿pensas que te vas a sentir incomodo? ¿O que no te voy a registrar? ¿Por eso no queres salir?
-Simplemente no quiero –dijo y nuevamente se metió en su celular-
-Peter! –Lo llamé- deja ese celular por favor y explícame porque te pones así.
-¿Vos porque te pones así de loca? –Subió un poco la voz- no te entiendo, vos vas a pasarla bien con tus amigos, yo me voy a quedar acá, no hay problema ¿sí?
-Claro que lo hay, yo vine acá con vos, y no te voy a dejar solo.
-Entonces quédate acá porque no voy a salir.
-Sos un maldito egoísta! –exclamé molesta-
-Entonces anda con tus amiguitos y divertite, no me importa.
-Claro que te importa.
-No, no me importa que la pases bien con ellos o que bailes con ellos y te emborraches porque a vos tampoco te importa que este viaje era para los dos.
-Viste que era eso! –Exclamé- y claro que me importa Peter –me acerqué- yo no quiero dejarte acá, quiero que me acompañes, mis amigos son re buena onda y…
-No voy a ir Lali, enserio, anda vos y listo.
-¿Sabes qué? Te podes ir a la mierda, no te voy a aguantar más.

Y salí lo más rápido que pude de la habitación. No lo entendía, y no quería que algo tan estúpido como esto me arruinara la noche. Porque me la estaba arruinando, me estaba haciendo enojar, me estaba molestando su actitud y me estaba doliendo que fuera tan idiota.

Continuara…

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