4 de septiembre de 2013

What About Us.



Capitulo Diecisiete.

Su mirada penetro aún más la mía, y se quedó así durante algunos segundos. Él estaba esperando que me riera y luego le dijera que era un chiste, pero no. No fue así. Le estaba diciendo la verdad, realmente sentía que él era mejor que esto, y que los dos sabíamos que estábamos jugando con fuego. Peter podía perder mucho, yo no iba a perder nada. Su novia no se comparaba a una noche de sexo conmigo, su relación no se comparaba con una calentura. Conmigo nada era fácil, era una caja de pandoras, podía sorprenderlo en cualquier momento. Y si seguíamos involucrándonos de esta manera, esto iba a terminar mal.

Traté de alejarme pero él no me lo permitió. Sus manos cubrieron mis mejillas y sin dejar de mirarme, volvió a unir sus labios con los míos. Saboreé sus labios para luego apartar mi boca de la suya y besar su mejilla.
-Te hablo enserio -susurré-
Él nuevamente me miró pero esta vez se alejó completamente de mí. 
-No te creo -musitó-
-Pues, hazlo porque esta va a ser la última vez que hablemos -aseguré-
Encarnó una ceja y luego rio irónicamente.
-¿Estás drogada? -me preguntó riendo-
Rodeé mis ojos y bufé. Iba a caminar para irme de ahí pero él fue más rápido y me detuvo.
-Bueno, bueno -lo miré- te creo -dijo aguantándose la risa-
-¿Porque no queres creerme? -le pregunté-
-Porque es raro que justo vos me digas esto -rio- 
-Raro pero real -aclaré-
-¿Y a qué se debe todo esto? -me preguntó curioso-
-A que no quiero verte más, no quiero hablarte más y no quiero involucrarme más con vos -afirmé-
Él rio por algunos segundos hasta que notó que no era una broma. Estaba hablando enserio. Yo no quería seguir jugando, no podía arriesgarme a perder, a quedar enganchada de él, a verlo de otra manera. Si no paraba ahora, después iba a ser muy tarde.
Su mirada se volvió dura y fría. Su rostro estaba serio y sin obsérvalo mucho, notaba que estaba apretando su mandíbula.
-Está bien -me miró fulminante- si queres eso, va a ser así.
-Mañana es el último día que nos vamos a ver -musité- luego ni siquiera nos vamos a acordar el uno del otro.
-Tal vez -suspiró- 
Miró hacia otro lado y luego de un rato, volvió su mirada a mí.
-Sos rara -aseguró-
Sonreí y asentí a la vez. Baje mi mirada al suelo y tome un poco de aire.
-Y no te entiendo pero si vos queres hacer todo esto tan complicado, está bien -continuó-
Levanté mi vista y reí.
-Yo soy complicada! -exclamé-
-Sos un problema -aseguró-
-Lo sé -sonreí-

Peter rio y a la misma vez negó con la cabeza. Desvió su mirada hacia otro punto de la terraza y habló.
-Y creo que tenes razón -su mirada volvió a mí- no puedo seguir engañando al amor de mi vida.
Y eso me había caído como un balde de agua bien fría. Había dolido sin querer. Asentí sin mirarlo.
-No vale la pena seguir jugando a algo que no me va a llevar a ningún lado más que a la perdición -aseguró-
Reí y lo miré.
-Soy el desastre con patas -aclaré-
-Y me estás llevando por el mal camino -dijo riendo-
-Por lo mismo tenemos que parar esto, sino, vamos a terminar mal -musité-
-Vos enamorada de mí, y yo confundido -aseguró riendo-
-Noooo! -reí- vos enamorado de mí y yo lastimándote.
-¿Eh? ¿Vos me vas a lastimar a mí? -preguntó riendo-
-Bueno, los dos lastimándonos -corregí y reímos-
-Tenes razón, no vale la pena seguir con esto -habló mientras se acomodaba la campera-
-Hagamos como si todo lo que pasó, no hubiera pasado ¿sí? -le pedí-
Y sabía que iba a ser difícil para mí borrar toda esta semana de mi mente. Él se había metido de una manera tan extraña, y era tan jodidamente bueno, había sido uno de los pocos que realmente me habían hecho dudar. Y no podía seguir así, él no podía seguir en mi vida.
-No puedo, tengo memoria y... -me miró de pies a cabeza- va a ser imposible borrar la imagen de vos encima mío y..
-Ay! -me quejé riendo-
-Es la verdad -rio- pero voy a intentar olvidarlo.
-Es por tu bien -aclaré-
-Está bien Lali -me sonrió- esto queda acá.

Y se alejó de mí como si yo fuera invisible. A penas me miró y entro nuevamente al local. Se me había hecho un nudo en la garganta y quería gritar y descargar todas estas malditas emociones, sentimientos, etc. Quería y tenía que volver a ser la misma de antes, la misma que era antes de que él interrumpiera mi vida.

Cuenta Peter.

Ella había elegido el camino fácil y simplemente la seguí. Lali quería olvidarse de todo y yo acepté. Pero lo cierto era que no iba a olvidar aquella noche. Su voz, su cuerpo, su perfume, sus movimientos. Simplemente ella había quedado en mi sin querer.
Respecto a lo que me había dicho sobre mi novia, tenía razón. Natalia era el amor de mi vida y no podía arriesgar tanto por nada. Lali simplemente era una calentura, un error, un problema más en mi vida, y tenía que empezar a eliminarla de mis pensamientos porque ya no iba a volverla a ver.
Volví a dentro para tratar de pensar en otra cosa que no fuera Lali o en la charla de hace un rato.
Ella al poco rato volvió a entrar, se puso en el mismo grupo que yo pero simplemente me ignoró. Yo la imité. Desde ahora ella no era más que una "famosa" para mí.

Cuatro de la mañana y el descontrol seguía. Las risas, los gritos, los cantos, los bailes, el alcohol, las minas, etc. 
Estaba bailando con una de las amiga de Sabrina, cuando Lali llega a nuestro lado. Estaba un poco ebria, pero lo sabía disimular.
-Bonita -le hablo a la chica con la que estaba- el chico con el que estuviste hace un rato te está esperando en el baño para que termines de darle su regalo -Lali sonrió-
La chica la miro con sorpresa.
-Yo no.. -me miró- no estuve con nadie más -volvió su mirada a Lali- no sé de qué hablas.
Lali rio y luego la miro seriamente.
-Ándate nena, salí de aquí que necesito hablar con él -le grito molesta-
La chica me miró rara y yo solo asentí.
-Anda linda -susurré en su oído- luego hablamos.
Bese su mejilla y ella se alejó sonriendo.
-¿Que mierdas haces? -me preguntó Lali mientras fruncía el ceño-
-Bailaba -reí-
-Te las ibas a comer! -exclamó enojada-
-No -volví a reír- 
-Sí, yo te vi, estuviste a punto de besarla unas cuantas veces! 
-Bueno y si fuera así ¿qué? -la miré- ¿estás celosa acaso? 
-¿Yo celosa? ¿y de vos? pffffffffff! -rio sarcásticamente- no boludo! solo te venía a recordar que vos estás de novio y...
-Cállate Lali -reí- estás borracha.
-No!
-Si -corrí un mechón de cabello de su rostro- no sigas tomando.
-Todavía queda noche -exclamó-
-Lo sé pero vos no vas a tomar más -musité-
-¿Es una orden? -me preguntó riendo-
-Si -sonreí- y si me discutís te voy a besar acá mismo -le advertí-
-No te creo -me sacó la lengua- 
-¿No? -me acerque peligrosamente a ella- ¿queres probar?
-No no -se corrió- no voy a tomar más -aseguró-
-Buena chica -sonreí-
-¿Y vos estás borracho? -me preguntó mientras miraba la copa que estaba en mi mano-
-No, quizás un poco mareado pero nada más -respondí-
-¿Te vas a ir al hotel conmigo? -me preguntó-
La miré encarnando una ceja.
-Creí que no querías hablarme más -dije desentendido-
-Shhh.. Estoy loca, a veces me confundo pero si te quiero hablar -se acercó un poco- pero tengo miedo.
-¿Miedo? -ella asintió- ¿a qué? -pregunté-
Ella se acercó a mi oído y susurró.
-A enamorarme de vos.
La miré fijamente y ella se tapó la cara con sus manos. Yo simplemente reí.
-Estás ebria, no sabes lo que decís -le dije-
-Estoy bien! -me miró- pero... -mordió su labio inferior- vos me pones así, ósea... -suspiró- na, mejor no hablemos más ¿sí? 
-Lalita, Lalita -acaricié su mejilla- ¿quién te entiende a vos?
Ella rio y luego de la nada me abrasó. 
-Dejemos de hablar y disfrutemos la noche -murmuró-
Dejo un besó en mi cuello y luego se separó para comenzar a bailar.

La noche se estaba acabando. Todos habíamos abandonado el club y nos dirigíamos al hotel, algunos quisieron ir a un after, entre ellos estaba Lali. Estaba tan acostumbrada al descontrol, no le importaba mucho si estaba borracha o no, ella siempre quería más.
Llegue a mi habitación hecho mierda. Había sido una muy buena despedida.
Me saque la ropa y me quede solo en bóxer, lave mi cara y me acosté. Cuando estaba listo para quedarme dormido, mi puerta sonó.
Me levanté intrigado, que yo recordaba no estaba esperando nada. Abrí la puerta lentamente y quede sorprendido al observar quien estaba al otro lado de la puerta. Era Lali.

-¿Qué haces acá? -le pregunté sorprendido-
Ella no dijo nada, simplemente se lanzó a mí. Sus labios se encontraron con los míos y me besó desesperadamente. Traté de parar el beso pero no pude, estaba tan entregada besándome que fue imposible no seguir el beso. 
Cerré la puerta con pies y puse mis manos en su cintura. Ella enredo aún más sus brazos en mi cuello y me besó con pasión. Ambos caminamos hasta la cama, ella estaba algo desesperada, me recosté en la cama junto a ella encima de mí.
-Lali, Lali.. para.. para.. -la detuve-
Lali me miró y sonrió.
-Dale, dame sexo -musitó sonriendo-
Y se veía tan linda pidiendo sexo con esa sonrisa inocente.
-No -contesté-
-Si... -besó mi cuello- Peter.. 
-Lali -la detuve- para... enserio para.
Volvió a mirarme y rio.
-Estas borracha! -exclamé-
-¿Y qué importa? así disfruto más... dale.
Busco mis labios y estuvo a punto de volver a besarme pero la volví a detener.
-No vamos a tener sexo -aseguré-
Ella suspiró y luego se lanzó a mi lado. Sonrió y me miro.
-Bueno -sonrió-
Me levanté y la miré. Ella se quedó estirada en la cama mientras sus ojos se cerraba.
-Hey, hey.. -la llame-
Me miro alarmada y se sentó en la cama.
-Te tenes que ir a tu cuarto -aseguré-
Ella sonrió picara y negó.
-No.
Se metió entre las sabanas y se tapó con ellas.
-Voy a dormir acá... con vos.
Aseguró.
-No vamos a tener sexo Lali -aseguré riendo-
-Lo sé -me miró- pero si vamos a dormir juntos Peter.

Continuara...