Capitulo Diecisiete.
Su mirada penetro aún más la mía, y
se quedó así durante algunos segundos. Él estaba esperando que me riera y luego
le dijera que era un chiste, pero no. No fue así. Le estaba diciendo la verdad,
realmente sentía que él era mejor que esto, y que los dos sabíamos que estábamos
jugando con fuego. Peter podía perder mucho, yo no iba a perder nada. Su novia no
se comparaba a una noche de sexo conmigo, su relación no se comparaba con una
calentura. Conmigo nada era fácil, era una caja de pandoras, podía sorprenderlo
en cualquier momento. Y si seguíamos involucrándonos de esta manera, esto iba a
terminar mal.
Traté de alejarme pero él no me lo
permitió. Sus manos cubrieron mis mejillas y sin dejar de mirarme, volvió a
unir sus labios con los míos. Saboreé sus labios para luego apartar mi boca de
la suya y besar su mejilla.
-Te hablo enserio -susurré-
Él nuevamente me miró pero esta vez
se alejó completamente de mí.
-No te creo -musitó-
-Pues, hazlo porque esta va a ser la
última vez que hablemos -aseguré-
Encarnó una ceja y luego rio irónicamente.
-¿Estás drogada? -me preguntó
riendo-
Rodeé mis ojos y bufé. Iba a caminar
para irme de ahí pero él fue más rápido y me detuvo.
-Bueno, bueno -lo miré- te creo
-dijo aguantándose la risa-
-¿Porque no queres creerme? -le
pregunté-
-Porque es raro que justo vos me
digas esto -rio-
-Raro pero real -aclaré-
-¿Y a qué se debe todo esto? -me
preguntó curioso-
-A que no quiero verte más, no quiero
hablarte más y no quiero involucrarme más con vos -afirmé-
Él rio por algunos segundos hasta
que notó que no era una broma. Estaba hablando enserio. Yo no quería seguir
jugando, no podía arriesgarme a perder, a quedar enganchada de él, a verlo de
otra manera. Si no paraba ahora, después iba a ser muy tarde.
Su mirada se volvió dura y fría. Su
rostro estaba serio y sin obsérvalo mucho, notaba que estaba apretando su mandíbula.
-Está bien -me miró fulminante- si
queres eso, va a ser así.
-Mañana es el último día que nos
vamos a ver -musité- luego ni siquiera nos vamos a acordar el uno del otro.
-Tal vez -suspiró-
Miró hacia otro lado y luego de un
rato, volvió su mirada a mí.
-Sos rara -aseguró-
Sonreí y asentí a la vez. Baje mi
mirada al suelo y tome un poco de aire.
-Y no te entiendo pero si vos queres
hacer todo esto tan complicado, está bien -continuó-
Levanté mi vista y reí.
-Yo soy complicada! -exclamé-
-Sos un problema -aseguró-
-Lo sé -sonreí-
Peter rio y a la misma vez negó con
la cabeza. Desvió su mirada hacia otro punto de la terraza y habló.
-Y creo que tenes razón -su mirada
volvió a mí- no puedo seguir engañando al amor de mi vida.
Y eso me había caído como un balde
de agua bien fría. Había dolido sin querer. Asentí sin mirarlo.
-No vale la pena seguir jugando a
algo que no me va a llevar a ningún lado más que a la perdición -aseguró-
Reí y lo miré.
-Soy el desastre con patas -aclaré-
-Y me estás llevando por el mal
camino -dijo riendo-
-Por lo mismo tenemos que parar
esto, sino, vamos a terminar mal -musité-
-Vos enamorada de mí, y yo
confundido -aseguró riendo-
-Noooo! -reí- vos enamorado de mí y
yo lastimándote.
-¿Eh? ¿Vos me vas a lastimar a mí?
-preguntó riendo-
-Bueno, los dos lastimándonos
-corregí y reímos-
-Tenes razón, no vale la pena seguir
con esto -habló mientras se acomodaba la campera-
-Hagamos como si todo lo que pasó,
no hubiera pasado ¿sí? -le pedí-
Y sabía que iba a ser difícil para mí
borrar toda esta semana de mi mente. Él se había metido de una manera tan
extraña, y era tan jodidamente bueno, había sido uno de los pocos que realmente
me habían hecho dudar. Y no podía seguir así, él no podía seguir en mi vida.
-No puedo, tengo memoria y... -me
miró de pies a cabeza- va a ser imposible borrar la imagen de vos encima mío
y..
-Ay! -me quejé riendo-
-Es la verdad -rio- pero voy a
intentar olvidarlo.
-Es por tu bien -aclaré-
-Está bien Lali -me sonrió- esto
queda acá.
Y se alejó de mí como si yo fuera
invisible. A penas me miró y entro nuevamente al local. Se me había hecho un
nudo en la garganta y quería gritar y descargar todas estas malditas emociones,
sentimientos, etc. Quería y tenía que volver a ser la misma de antes, la misma
que era antes de que él interrumpiera mi vida.
Cuenta Peter.
Ella había elegido el camino fácil y
simplemente la seguí. Lali quería olvidarse de todo y yo acepté. Pero lo cierto
era que no iba a olvidar aquella noche. Su voz, su cuerpo, su perfume, sus
movimientos. Simplemente ella había quedado en mi sin querer.
Respecto a lo que me había dicho
sobre mi novia, tenía razón. Natalia era el amor de mi vida y no podía
arriesgar tanto por nada. Lali simplemente era una calentura, un error, un
problema más en mi vida, y tenía que empezar a eliminarla de mis pensamientos
porque ya no iba a volverla a ver.
Volví a dentro para tratar de pensar
en otra cosa que no fuera Lali o en la charla de hace un rato.
Ella al poco rato volvió a entrar,
se puso en el mismo grupo que yo pero simplemente me ignoró. Yo la imité. Desde
ahora ella no era más que una "famosa" para mí.
Cuatro de la mañana y el descontrol
seguía. Las risas, los gritos, los cantos, los bailes, el alcohol, las minas,
etc.
Estaba bailando con una de las amiga
de Sabrina, cuando Lali llega a nuestro lado. Estaba un poco ebria, pero lo
sabía disimular.
-Bonita -le hablo a la chica con la
que estaba- el chico con el que estuviste hace un rato te está esperando en el
baño para que termines de darle su regalo -Lali sonrió-
La chica la miro con sorpresa.
-Yo no.. -me miró- no estuve con
nadie más -volvió su mirada a Lali- no sé de qué hablas.
Lali rio y luego la miro seriamente.
-Ándate nena, salí de aquí que
necesito hablar con él -le grito molesta-
La chica me miró rara y yo solo
asentí.
-Anda linda -susurré en su oído-
luego hablamos.
Bese su mejilla y ella se alejó
sonriendo.
-¿Que mierdas haces? -me preguntó
Lali mientras fruncía el ceño-
-Bailaba -reí-
-Te las ibas a comer! -exclamó
enojada-
-No -volví a reír-
-Sí, yo te vi, estuviste a punto de
besarla unas cuantas veces!
-Bueno y si fuera así ¿qué? -la
miré- ¿estás celosa acaso?
-¿Yo celosa? ¿y de vos? pffffffffff!
-rio sarcásticamente- no boludo! solo te venía a recordar que vos estás de
novio y...
-Cállate Lali -reí- estás borracha.
-No!
-Si -corrí un mechón de cabello de
su rostro- no sigas tomando.
-Todavía queda noche -exclamó-
-Lo sé pero vos no vas a tomar más
-musité-
-¿Es una orden? -me preguntó riendo-
-Si -sonreí- y si me discutís te voy
a besar acá mismo -le advertí-
-No te creo -me sacó la
lengua-
-¿No? -me acerque peligrosamente a
ella- ¿queres probar?
-No no -se corrió- no voy a tomar
más -aseguró-
-Buena chica -sonreí-
-¿Y vos estás borracho? -me preguntó
mientras miraba la copa que estaba en mi mano-
-No, quizás un poco mareado pero
nada más -respondí-
-¿Te vas a ir al hotel conmigo? -me
preguntó-
La miré encarnando una ceja.
-Creí que no querías hablarme más
-dije desentendido-
-Shhh.. Estoy loca, a veces me
confundo pero si te quiero hablar -se acercó un poco- pero tengo miedo.
-¿Miedo? -ella asintió- ¿a qué?
-pregunté-
Ella se acercó a mi oído y susurró.
-A enamorarme de vos.
La miré fijamente y ella se tapó la
cara con sus manos. Yo simplemente reí.
-Estás ebria, no sabes lo que decís
-le dije-
-Estoy bien! -me miró- pero... -mordió
su labio inferior- vos me pones así, ósea... -suspiró- na, mejor no hablemos
más ¿sí?
-Lalita, Lalita -acaricié su
mejilla- ¿quién te entiende a vos?
Ella rio y luego de la nada me
abrasó.
-Dejemos de hablar y disfrutemos la
noche -murmuró-
Dejo un besó en mi cuello y luego se
separó para comenzar a bailar.
La noche se estaba acabando. Todos
habíamos abandonado el club y nos dirigíamos al hotel, algunos quisieron ir a
un after, entre ellos estaba Lali. Estaba tan acostumbrada al descontrol, no le
importaba mucho si estaba borracha o no, ella siempre quería más.
Llegue a mi habitación hecho mierda.
Había sido una muy buena despedida.
Me saque la ropa y me quede solo en bóxer,
lave mi cara y me acosté. Cuando estaba listo para quedarme dormido, mi puerta
sonó.
Me levanté intrigado, que yo
recordaba no estaba esperando nada. Abrí la puerta lentamente y quede
sorprendido al observar quien estaba al otro lado de la puerta. Era Lali.
-¿Qué haces acá? -le pregunté
sorprendido-
Ella no dijo nada, simplemente se
lanzó a mí. Sus labios se encontraron con los míos y me besó desesperadamente.
Traté de parar el beso pero no pude, estaba tan entregada besándome que fue
imposible no seguir el beso.
Cerré la puerta con pies y puse mis
manos en su cintura. Ella enredo aún más sus brazos en mi cuello y me besó con
pasión. Ambos caminamos hasta la cama, ella estaba algo desesperada, me recosté
en la cama junto a ella encima de mí.
-Lali, Lali.. para.. para.. -la
detuve-
Lali me miró y sonrió.
-Dale, dame sexo -musitó sonriendo-
Y se veía tan linda pidiendo sexo
con esa sonrisa inocente.
-No -contesté-
-Si... -besó mi cuello-
Peter..
-Lali -la detuve- para... enserio
para.
Volvió a mirarme y rio.
-Estas borracha! -exclamé-
-¿Y qué importa? así disfruto más...
dale.
Busco mis labios y estuvo a punto de
volver a besarme pero la volví a detener.
-No vamos a tener sexo -aseguré-
Ella suspiró y luego se lanzó a mi
lado. Sonrió y me miro.
-Bueno -sonrió-
Me levanté y la miré. Ella se quedó
estirada en la cama mientras sus ojos se cerraba.
-Hey, hey.. -la llame-
Me miro alarmada y se sentó en la
cama.
-Te tenes que ir a tu cuarto
-aseguré-
Ella sonrió picara y negó.
-No.
Se metió entre las sabanas y se tapó
con ellas.
-Voy a dormir acá... con vos.
Aseguró.
-No vamos a tener sexo Lali -aseguré
riendo-
-Lo sé -me miró- pero si vamos a
dormir juntos Peter.
Continuara...