20 de agosto de 2013

What About Us.



Capitulo Diez.

Una, dos y tres entrevistas en un mismo día, ¿algo más estresante que responder tres veces las mismas preguntas? definitivamente, nada se comparaba a lo inútiles y poco originales que podían llegar a hacer los periodistas a la hora de entrevistar.
Por suerte, ya estábamos terminando con la última entrevista y eso era todo por hoy. A demás no había concierto así que teníamos la noche libre, y cuando digo "libre" me refería a... Descontrol, alcohol, chicos, baile, etc... Una noche a nivel Laleuge.

-Tienen dos días más libres hasta el último concierto acá en Punta del Este, ¿qué panoramas tienen para divertirse? -preguntó la periodista-
-Muchos panoramas -musitó Eugenia entre risas-
-Pero no se los vamos a decir porque si no se pierde la magia -acoté riendo-
La periodista rio y luego pasó a la siguiente pregunta.
-Esto es algo que todo queremos saber!!! -exclamó- ¿Cómo están sus corazones? -pregunto-
-Latiendo -aseguré-
Las tres reímos.
-Me refiero a que si están de novias, con alguien en mente, ocupados, solos o..
-La estamos pasando bien -hablé- y creo que aun somos muy jóvenes para amarrarnos a algo estable, así que por el momento estamos solteras, disfrutando de nuestra carrera, de la vida -sonreí-
-Pero, no hay nadie en sus corazones o al menos que les mueva el piso! -insistió la fastidiosa periodista-
-Solo te digo una cosa, estamos solteras pero jamás estamos solas -aclaró la rubia-
Ambas sonreímos con cierta soberbia. Esa frase nos quedaba tan bien. Las dos éramos la explosión con pies por las noches, y si estuviéramos con alguien, las cosas serían muy distintas, y los seguidores bajarían al igual que lo atractivo, lo intrigante, lo oculto de nosotras.
-Bueno chicas eso fue todo, muchísimas gracias por regalarme unos minutos de su tiempo y espero que la sigan rompiendo como lo han hecho hasta ahora -nos dijo la presentadora del programa-
Nos despedimos y salimos del set de grabación. Nos sacamos algunas fotos con algunas personas que estaban en el backstage y luego nos fuimos al camarín para recoger nuestras cosas. Lo único que deseaba en este momento era volver al hotel, ducharme y salir a bailar.

-Así que soltera pero nunca sola eh -me habló alguien mientras caminábamos por los pasillos del canal hasta el estacionamiento-
Volteé mi cabeza y vi a Peter a mi lado. Me estaba sonriendo con esa sensual sonrisa burlona. Rodeé mis ojos y bufé.
-¿Para qué preguntas? -dije mirando hacia el frente-
Él rio.
-No sé, me pareció un poco perra esa respuesta -aseguró-
Lo miré con odio. Me molestaba que siempre me faltara el respeto, pero a la misma vez no podía detenerlo.
-Veo que no estás con bandera blanca hoy -acoté-
-No -rio pesadamente- yo te dije que lo aprovecharas anoche.
Y había jurado que eso lo había dicho en doble sentido. Su voz ronca me hizo casi estremecerme.
-Te aproveche -lo miré- hablamos sin pelearnos por al menos cinco minutos -le recordé-
-¿Y esa es tu manera de aprovecharte del único momento de tregua entre nosotros? -preguntó jodiendome-
-No sé a qué te réferis -me hice la boluda-
-Oh perdóname, me olvidaba que estaba hablando con una inocente chica -dijo sarcástico-
Me detuve molesta y él me imitó.
-¿A caso querías que tuviéramos sexo? -le pregunté- ¿eso estabas esperando? ¿Qué me lanzara a vos como una puta y así aprovechar el momento de tregua? -le cuestioné con intriga, no lo entendía-
Me miro sorprendido pero luego se rio. Una vez más su maldita risita que me hacía querer matarlo.
-¿Eso querías vos? -me preguntó-
-No, vos querías eso al parecer.
Retome mi camino y él me siguió.
-No, yo tampoco -aseguró-
-¿Entonces? -lo miré- ¿cuál según vos hubiera sido la manera perfecta para aprovechar nuestro momento de tregua? -le pregunté-
-No sé... supongo que jugar a las cartas, tomar unas copas de vino, hablar de la vida... -respondió-
Ahora yo reí pesada y burlonamente.
-Estás loco, definitivamente loco -aseguré-
-¿Porque? -preguntó-
-Porque nosotros nunca podemos hablar de la vida sin pelear -contesté-
-Nunca lo hemos intentado -subió sus hombros-
-¿Y deberíamos? -le pregunté casi con ironía-
-No -afirmó-
-Estoy de acuerdo con vos.

 Ni él, ni yo seguimos hablando, solo caminamos juntos hasta el estacionamiento en donde estaban las camionetas. Me subí rápidamente a la mía junto a Euge, y a Max.
-Las felicito, hoy estuvieron muy bien -aseguró Max mientras la camioneta iba en dirección al hotel-
-Gracias -musitó Euge-
-Supongo que nos ganamos la salida de esta noche -hablé-
-Sí pero ya saben las reglas.
Ambas rodamos los ojos.
-Por lo menos intenten no hacer algún escándalo ¿sí? -nos pidió- esta noche voy a confiar en ustedes -nos miró a los ojos- y quiero que me prometan que no me van a fallar.
-¿Qué es lo que no tenemos que hacer para no fallarte? -preguntó la rubia-
-Quedar ebrias, hacer algún escándalo en donde estén, traer a algún chico al hotel, gastar dinero excesivamente y ser soberbias -respondió Max-
-Lo mismo de siempre -musité-
-Claro que si -me miró- y vos sos la que siempre te olvidas de estas reglas.
-¿Y qué importa? -le pregunté-
-Mariana -me miro por algunos segundos- esta noche voy a confiar en vos, enserio... demostrame que sos más que esa nenita caprichosa con fama, demostrame que verdaderamente queres seguir con esto, demostrame que entendes alguna vez lo que te pido -me pidió-
Suspiré pesadamente. No iba a prometerle nada porque de seguro no lo iba a cumplir pero tal vez, si lo podía intentar.
-No te prometo nada pero lo voy a intentar -aseguré-
Max sonrió y luego me abrasó y unió a Euge.
-A pesar de todo, las quiero chiquitas -agregó-
Ambas reímos y luego nos alejamos.
-Nosotros también ogro maldito -musité entre risas-
-Y son dos años que este ogro te tiene que soportar y vos sí que sos el diablo en persona eh! -me aclaró riendo-
-Am sorry baby, es el costo de la fama -reímos-

-
Doce y media de la noche y nosotras estábamos haciendo arribo hasta uno de los clubes más conocidos de la zona.
Ambas llevábamos puesta falditas, la mía azul y la de ella rosa. Ambas traíamos blusas transparentes sin mangas en donde se notaba nuestros corpiños. El mío era de leopardo. Y ambas estábamos con tacones de 13 centímetros. Cabello ondulado, maquillaje de celebridad y un delicioso aroma. Matábamos.
Absolutamente todo el local presenció nuestra llegada, y eso me encantaba. Podía sentir la envidia de todas esas trolas con olor a putas. Y la mirada caliente de los hombres que casi dejaban un rio en el suelo por la baba que se les caía de sus bocas.
Llegamos al vip con ayuda de los guardias del club. Por suerte no había mucha gente ahí.
Pedimos una botella de champagne y en cosa de segundos dos chicos se nos acercaron.

-¿Queres bailar? -me susurró en el oído con voz sexy uno de los chicos-
Volteé para observarlo de pies a cabeza. Sonreí al notar que estaba bastante bueno, más de lo que había imaginado.
Me acerqué coquetamente a su cuello y luego subi hasta su oreja.
-Recien llegue, pero si queres poder hacerme compañía -respondí en su oído-
Él asintió y volvió a mi oreja.
-Te vi hoy en la tele -musitó- y déjame decirte que en persona sos muchísimo más linda.
Le sonreí creída.
-La tele engorda, cambia un poco la realidad -aseguré-
-Pero aun así te ves una diosa -aseguró-
-Vos no estás nada de mal eh -agarré el cuello de su camisa-
-¿Vos encontras? -dijo haciéndose el canchero-
-Mmm.. si -me acerqué a su cuello- oles bien.. sos simpático, lindo, y tenes facha -lo miré fijamente a los ojos- estás a mi nivel.
-Me considero un afortunado.
-Lo comparto -sonreí-
-¿Estás solo con tu amiga? -preguntó curioso-
-Sí, siempre somos las dos para todos lados -respondí-
-Y hacen la dupla perfecta -musitó-
Agarro mi cintura y trató de apegarme a su cuerpo. Me resistí un poco hasta que él me miro riendo incomodo, entonces acepte que mi cuerpo estuviera pegado al suyo.
-No te creo que no tengas novio -susurró en mi oído, enterrando su rostro en mi cabello-
-Créelo.
-Sos tan hermosa -acarició mi cintura-
Reí y él enterró su rostro en mi cuello. Dejó varios besos en él y yo lo disfruté pero no por mucho.

Lo aleje de inmediato al ver que Peter se acercaba al vip.
-¿Qué pasa? ¿Hice algo mal? -preguntó preocupado-
-No, no -lo miré- es que.. Necesito una copa -me excusé-
Él asintió y sirvió dos copas de champagne.
Peter entró al vip junto a varios chicos y chicas del staff. Maldita sea, ¿me estaba siguiendo?. Bueno no, claramente no pero siempre me lo tenía que encontrar en todos lados, y realmente... me incomodaba, me ponía algo... loca, porque lo deseaba.. Deseaba tenerlo en mi cama, deseaba que él se diera cuenta que había calentura entre ambos, y deseaba con todas las ganas que esta noche viniera, me bailara por atrás, me besara y tuviéramos sexo. Pero eso no iba a suceder, ni hoy, ni mañana, ni nunca tal vez. Él iba a hacer lo de siempre, ignorarme, tratarme mal, y reírse de mí. Y yo iba a volverme aún más loca con aquello.
El chico que estaba a mi lado, coloco una de sus manos en mi cadera mientras tomábamos champagne y mirábamos a la gente que estaba acumulada en el primer piso. Era inevitable no mirar de reojo hasta el grupo de Peter que estaba a unos pocos metros de mí.
-Estás algo tensa -habló el chico de mi lado-
Lo miré y negué.
-Debe ser el cansancio -me excusé-
-Me imagino lo agotador que debe ser estar todo el día de un lado a otro, que te persigan las cámaras, etc.
-No creo que podas llegar a imaginártelo -musité con soberbia- o lo vivís, o no tenes idea.
El solo sonrió y me apegó a su cuerpo. Yo lo paré, apoyando mis manos en su pecho.
-No volvas a hacer eso -le advertí-
Me alejé de él y esta vez no deje que me tocara. El chico me miro algo raro.
-¿Porque? -preguntó-
-Porque no -respondí amargamente-
Él se quedó mirando a la multitud mientras yo lo ignoraba, y estaba en mi celular. Al rato me habló.
-¿Vas a estar así toda la noche? -me preguntó-
Lo miré y reí.
-No pienso estar con vos toda la noche -aseguré- y si no te gusta, te podes ir -sonreí cínica- abajo hay cientos de perritas que quieren sexo gratis y sin compromiso.
El chico me fulmino con la mirada y luego se alejó de mí, le dijo algo a su amigo que estaba bailando con mi amiga, y luego se fue.

 La noche siguió. Con Euge nos bailábamos todo, no estábamos tomando mucho porque decidimos intentar hacer feliz por esta noche a Max. No había querido bailar con nadie más. Cada tanto miraba al grupo de Peter, y ahí lo veía riendo, jodiendo, pasándola bien. Y mierda.. ¿Porque no me miraba? ¿Porque no venía hasta mí y me trataba mal? ¿Porque no me jodía? quería que tan solo por un minuto me hablara. Aunque sea la mínima estupidez.

Cuenta Peter.

Y la miraba, y la miraba, y la seguía mirando como un psicópata obsesionado. Era tan loca, tan sexy como bailaba, me encantaba su despreocupación, me gustaba ver como rechazaba a los pelotudos, me gustaba que fuera tan egocéntrica, tan soberbia. Me hacía desearla, querer probarla, tenía curiosidad por saber cómo sabía, que olor tenía, como gritaba en la cama, como se movía en la cama. Tenía ganas de ir y de llevarla de regreso al hotel para romper la maldita tensión sexual que había entre ambos. Y no, no estaba ebrio. Incluso había tomado solo un vaso. Y debía borrar esos pensamientos de mi cabeza, no podía serle infiel a Natalia, aunque.. Lali... Lali era Lali, y no podía explicar el deseo y la calentura que me provoca.

-Te hago la segunda si queres -habló Nico a mi lado-
-¿Con que? -lo miré-
-Eh papa! -rio- no te hagas el boludo men, sé a quién miras.
Reí. ¿Era tan obvio?
-Y no es porque sea obvio, sino porque yo no paro de mirar a la rubiesita, y necesito a alguien que me quite del camino a la morochita -concluyó-
-¿Y qué mejor que cargármela a mí no? -dije jodiendolo-
-Así es -reímos- encima que te haces, si te encanta la petisa.
-Soy humano men, y la carne es débil -aseguré-
-¿Y entonces? -preguntó- ¿me ayudas en esta?
Lo pensé por cinco segundos. Y... respondí.
-Sí. Vamos.
Nico se acercó a Euge y por atrás le hablo en el oído. La rubia de inmediato se giró y se le lleno la cara de risa.
Camine hasta pasar por el lado de Lali, ella al parecer no me había notado. Entonces, me acerqué a su oído y le hablé.
-¿Un cigarro? -le dije mientras le mostraba la cajetilla de cigarros-
Sonrió y me miró. Asintió y sonreí.
Camine hasta la terraza con ella atrás. Al llegar, me fui lo más lejos posible. Saque dos cigarros y le di uno. Ella lo pusó en su boca y yo lo prendí. Prendí el mi y expulse el humo.
La miré, y ella me estaba mirando con esos ojos cafés que atrapaban. Su mirada transmitía mucho, y podía leer perfectamente que decían.. "te deseo"

Continuara...


HHHHHHHHHHHOLA, linduras, disculpen la demora pero por si no lo habían notado estoy subiendo dia por medio y a veces subo diario, voy a tratar de subir mañana, ME ENCANTARON SUS COMENTARIOS, son tan genias, GRACIAS POR LEER! me hacen felizzzzzzzzzzzz*** jajajja besooos y espero que les guste el capppp 1313 jajajaj.. chau-
@Chilelaliter
Ask: http://ask.fm/Chilelaliter