Capitulo Quince.
Cuenta Peter.
Y aquel momento se derrumbó en un
segundo. Una voz ronca hizo que sus ojos se desviaran de los míos. Sonrió aún
más cuando miró al chico. La imité y volteé para ver de quien se trataba. Y ahí
estaba su "amiguito", con una vaso en la mano y mirándola con una
cara no muy buena. De seguro era uno más de sus conquistas, y al tipo no le
gusto verme junto a "su" chica.
-Me voy menos de cinco minutos y ya
me reemplazaste -se quejó entre pequeñas risas-
-Nada que ver -habló Lali-
Se rio y se levantó para acercarse a
él.
-Soy tuya amor.
Aseguró mientras entrelazaba sus
dedos con los del chico. Él llevo su mano libre a la mejilla de Lali, y la
acarició.
-Lo sé, bonita -musitó-
Ambos sonrieron y luego Lali me
miró.
-Que tengas una buena noche, Peter.
Sonrió y me guiño un ojo al mismo
tiempo con evidente provocación. Camino junto a él sin soltar su mano y en
segundos desaparecieron de mi vista. La puta madre. Eso había sido un golpe
bajo.
Y ella era una completa hija de
puta. Se había ido con él luego de haberme dicho que no podía odiarme, de
haberme sonreído de esa maldita manera que me volvía loco. Seguramente ella hoy
iba a tener sexo mientras yo voy a estar pensando en esa puta noche. En ella.
Confundido entre el amor y el deseo.
Mi celular sonó. Rápidamente lo mire
y en la pantalla aparecía "amor llamando". Suspiré y luego de
pensarlo al menos diez segundos, contesté.
-Hola -dije con una voz neutra-
-Hola -dijo Natalia con una
angustiante voz-
-¿Cómo estás? -le pregunté-
-Extrañándote -suspiró- te necesito
amor, y me duele que estemos peleados, que siempre sea igual -silenció por
algunos segundos y luego continuó- no sé vos pero yo te enserio te extraño.
-Yo también -musité-
Espero unos segundos y habló.
-No se nota -dijo con una extraña
voz-
-Natalia -me quejé-
-Lo sé, lo se -boto aire- pero no
sabes lo dificil que es para mi, saber que vos estás allá lejos, casi soltero y
que ni siquiera me extrañes -se quejó-
-Dije que te extrañaba, y vos
también estas allá sola, casi soltera -aseguré- no sé de qué dudas, estamos los
dos en la misma situación.
-Pero yo no te voy a engañar, no sé
vos..
-¿Otra vez? -pregunté y luego reí irónico-
-Es que..
-Me estás cansando Natalia -la
interrumpí- y no vamos a hablar más hasta que llegue a buenos aires ¿está bien?
-ella no contestó- voy a relajarme, tomarme unos días y listo, cuando vuelva
vamos a hablar más calmados ¿sí?
-Está bien -murmuró-
-Te amo, y pásala bien -agregue- nos
vemos en unos días.
-Cuídate, te amo también.
Ella cortó. Y no sabía porque estaba
siendo tan estúpido.
Yo la amaba, enserio que la amaba.
Ella era lo que quería para el resto de mis días pero a veces era tan densa,
tan terca y tan insegura que me hacía perder el control y querer hacerla
desaparecer de mi vida. Pero luego, me arrepentía porque sin ella
definitivamente yo no podría seguir.
Lali era una simple calentura más.
Un deseo a corto plazo. Algo que nunca más se iba a volver a repetir. Un gran y
grave error en mi vida. Sin embargo, fue el mejor "error" de mi vida.
Cuenta Lali.
-¿Le viste la cara cuando llegue y
nos dijimos todas esas cosas? -exclamó Fede-
-Si boludo -reí- estuvo buenoo!!
-Fue lejos lo mejor de toda la
noche! -dijo él riendo-
-Mentira, vos sos lo mejor de la
noche -lo abrasé- gracias por venir a visitarme amor -bese su mejilla-
-Gracias a vos por recibirme tan
loca como siempre -reímos-
-Siempre locas! -aseguré y reímos-
-Te amo tanto petisa mía.
Beso mi mejilla y nos bajamos del
taxi. Había algunos paparazzi afuera, entonces Fede me tomo de la cintura y me subió
en sus brazos. Grité y reí como una loca mientras todos los fotógrafos captaban
el momento con sus cámaras.
Entramos al hotel y él me bajo. Me
arregle el vestido y luego de casi mearnos de la risa entramos en el ascensor.
Fede era publicista y diseñador,
conocido en Argentina y en otros países por su impecable trabajo. Era loco, único
y mío. Hace cuatro meses se había ido a Europa a trabajar a unas de las marcas
de ropas más importantes del mundo. Era realmente bueno en lo que hacía. Muchas
veces él diseñaba mi ropa o me mandaba regalos de las distintas partes en las
que trabajaba. También fue nuestro encargado de publicidad al inició de mi
carrera musical. Ahí fue donde conoció a Eugenia.
-¿Y dejaste a algún novio desamparado
en Europa? -le pregunté mientras me metía a la cama con él-
-No -rio- deje varios.
Reímos fuertemente. Me acerqué a su
lado, me abrazó y me apoye en su pecho.
-¿Cuantos? -pregunté interesada-
-Los suficientes para que sepas que
ya no soy virgen.
Reí a carcajadas.
-Nunca lo fuiste! -exclamé mientras
reía-
-Algún día lo fui querida -sonrió-
al igual que vos.
-Yo soy virgen aun! -me quejé-
-Ah boeee! entonces, yo soy
heterosexual y me encantas las vaginas -bromeó-
-Si lo soy -le saque la lengua- muy
dentro de vos, sabes que si baby
-No!! ni muerto -exageró-
-¿Y por mí? ¿No te volverías hetero?
-le dije mientras me subía las tetas y se las mostraba-
Rio a carcajadas y luego besó mi
frente.
-Estás más buena que tener sexo con
Brad Pitt pero lamento informarte que no amor, yo nací gay y voy a morir gay.
Sonreí.
-Por eso te amo tanto!!! -lo abrasé-
me encantas.
-Vos también gordita -acarició mi
espalda- te juro que no jamás nos vamos a separar.
-Nunca -besé su mejilla- vos sos
tipo como mi oxigeno! -exclamé-
-Exagerada! -rio-
-Enserio -hice un puchero- me
entendes tan bien, y me queres tal cual soy.
-Porque te conozco desde chiquita, y
siempre nos apoyamos en todo -acarició mi cabello- y aunque medio mundo te
critique, una mejor que vos no voy a encontrar -sonrió-
-Lindo -enrede mis piernas con las
suyas- te amo.
-Yo más preciosa.
Charlamos unos minutos más, casi una
hora y luego nos quedamos dormidos, sin separarnos. Él era mi vida. Muchos no
sabían que él era gay, y no porque a Fede no le gustara decirlo, simplemente
porque él nunca habla de su vida privada. Aparte que no parece serlo, tiene
facha, y se viste como un hombre normal, no grita a los cuatro vientos que es
gay porque no tiene necesidad. Desde que tengo uso de razón él siempre mostro interés
por los de su mismo sexo y era genial porque siempre hablábamos de
hombres.
Fede era delgado, alto, rubio y de
ojos verdes. Tuvo una relación de tres años con un modelo brasilero hasta hace
poco pero la relación no funcionó a distancia y entonces, terminaron. Y ahí
estuve yo para apoyarlo. Como él ha estado en tantas otras veces para mí. Éramos
el complemento perfecto.
Desperté con un insoportable sonido.
Era mi celular. A penas abrí los ojos y contesté.
-¿Si?
-En una hora en el lobby del hotel
Mariana -dijo Max-
-Pffff
-Hey! tenemos que ensayar nena
-musitó-
-Está bien -dije a penas-
-Una hora Mariana, UNA HORA
-repitió-
-Si boludo -le corté-
Odiaba que me despertaran.
Mire a mi lado y ahí estaba mi mejor
amigo. A penas podía abrir los ojos.
-Dormilón -me tire encima de él- hay
que levantarse!
-Mm... ¿Para qué? -preguntó con una
voz de dormido-
-Tengo que ir a ensayar.
-¿Qué hora es? -preguntó
sorprendido-
-Casi las tres -dije mientras miraba
mi celular-
-¿Queres que te acompañe? -me
preguntó mientras abría los ojos-
-Porfi, porfi! -le pedí-
-Mmm..
-Dale pajero -salí de arriba de él y
me levanté-
-Te odio Lali, sábelo eh!
-Si se amoooor! -grité mientras
reía-
-Apúrate en la ducha si no queres
que me duche con vos! -me advirtió-
-Noooo! -grite y corrí al baño-
salgo en quince así que despertate boludoo!!
Y me encerré en el baño para iniciar
el día con una gustosa ducha.
-
Llegamos al estadio en donde se iba
a realizar el último show acá. Eugenia estaba con lentes de sol y una cara de
culo tremenda. Ayer se había ido con un chico y al parecer no había dormido
nada.
-¿De nuevo te acostaste con ese
rubio? -pregunté sorprendida-
-Shh, cállate! -me tapo la boca con
su mano- te pueden escuchar boluda!
-¿Y? -reí- a vos te encanta que
todos sepan con quienes te acostas.
-Pero este es diferente porque es
del staff y... -mordió su labio inferior- se parte.
-Auuuu!! -la molesté- no te vayas a
enamorar boludita -le advertí-
-No mi amor -sonrió- solo disfruto
de lo bueno de la vida -aseguró-
-Así me gusta rubia -le pegue en su
cola- ahora a ensayar.
Y corrí hasta el escenario para
empezar el ensayo. Una y otra, y otra canción cantábamos y bailábamos. El día
estaba soleado y era triste saber que hoy era el último show acá.
Vi a Peter entre el staff observando el ensayo. Le guiñe un ojo cuando tuve la oportunidad de que supiera que era para él. Él solo rio y negó. Me encantaba provocarlo, sabía que estaba jugando con fuego y que posiblemente ya me estaba quemando, por eso me había dolido tanto lo que me dijo el otro día. Pero ¿que importaba? era jugar o jugar. Yo no tenía nada que perder.
Cuenta Peter.
Y ese movimiento de caderas, esa
voz, esas miradas. Todo de ella hacía que mis ganas de volver a tener sexo con
ella aumentaran considerablemente. Yo sabía que estaba mal, pero era algo que
no podía evitar.
Lali era tan indescifrable, casi
como una caja de pandoras. Nunca sabía con qué sorpresa iba a salir, no sabía
en qué estado de ánimo la iba a encontrar, no sabía si iba a jugar o no. No podía
esperar nada de ella, porque ella nunca iba a darme algo más que calentura. Y
era algo que a casi todos los hombres le pasaba. Un simple deseo.
El ensayo terminó. Y su
maldito "amigo" estaba ahí. Fue hasta ella y se pusieron a hablar. No
les quite la mirada de encima solo por el hecho de que él me causaba
curiosidad. No sabía si lo conocía de alguna parte o algo parecido.
Me concentré en hacer mi trabajo con
el staff y ver que todo estuviera en orden para la hora del concierto. Ella se
fue a su camarín junto a su amiguito y eso definitivamente me había molestado.
¿Qué mierda eran?
-Necesito hablar con vos -me dijo
una voz bastante sexy-
Volteé y ahí estaba Lali. Vestida y
maquillada, lista para el show. La miré de pies a cabeza y sonreí burlón.
Estaba echa una diosa. Sus tetas casi se escapaban de su ajustado corsé.
-¿Qué queres? -le pregunté de mala
forma-
-No te sientas importante, solo que
Max me dijo que vos te encargabas de la prensa para la conferencia -musitó-
-Ah, sí.. ¿Por? ¿Que necesitas? -me
crucé de brazos sin dejar de mirarla-
-Necesito que prohíbas las preguntas
que sean sobre mi vida amorosa -contestó-
-¿Eh? -pregunté casi riendo-
-No te hagas el graciosito eh -dijo
desagradablemente- no estoy de humor para contestar pelotudeces, solo es eso.
-¿Y qué cosas te van a preguntar, si
vos no tenes vida amorosa? -le pregunté burlón-
-¿Y qué sabes vos si tengo o no?
-dijo molesta-
-Vos no sos de un solo chico
-aseguré-
Y sentí una fuerte palmada contra mi
mejilla.
-Uh -musité-
Lali me miró furiosa.
-Sos un completo pelotudo -dijo
enojada-
-Eso dolió eh -le dije mientras
señalaba mi mejilla-
-Y tus palabras también duelen -musitó
molesta-
-No lo creo, a vos no te importa
nada -aseguré-
-Vos no me importas -aseguró-
Reí burlón y le tome el mentón con
una de mis manos.
-Eso ni vos te la crees chiquita
-murmuré-
Aparto mi mano de su mentón
bruscamente.
-Vos no te podes creer que alguien
como yo se haya acostado con alguien como vos -dijo soberbia-
-¿Y cómo sos vos? -le pregunté-
-Vos sabes exactamente como soy.
-No, no lo sé -la miré serio-
-No te hagas el boludo, sabes
perfectamente que soy...
-Una creída de mierda -la
interrumpí-
Me miro molesta y luego rio burlona.
Me miro con su mirada de frívola y luego rodo sus ojos.
-Igual te encanto así de creída.
-No -negué- vos no me encantas, vos
me das... -me acerque a su rostro un poco- lástima.
Su mirada se volvió asesina.
-Y te odio -sonreí burlón- y no
digas que vos también me odias, porque sé que no podes odiarme -agrande mi
sonrisa- y no sabes cómo me apena que yo si pueda odiarte y vos no.
Su cara se desconfiguró. No se
esperaba eso. Me miró fijamente por algunos largos segundos y luego rio.
-No me intimidas con tus palabras
-aseguró-
-Tampoco quiero hacerlo.
-Sos un hijo de puta -musitó con
bronca-
-Lo sé -reí y me aleje un poco de
ella- y espero que siempre lo tengas claro
-Lo tengo más que claro -aseguró-
-Perfecto -la miré serio- ¿desea
algo más señorita?
-¿Te podes morir? -me preguntó
molesta-
-No, pero si queres me podes
matar...
Me acerque muchísimo a ella,
quedando a solo milímetros. Mirándonos fijamente y sintiendo nuestras respiraciones.
-A besos.
Concluí observando detenidamente sus
labios.
Continuara...
Chan, chan...
Chiquis, no estuve en casa en estos dias por eso no subi. Am sorry, las quiero un montonnnnnn, y sean siempre felices! jajaja no sé porque digo eso pero daaaaaaaaah, hagenme caso igual si? jajajja gracias por siempre leer, FIELES. (L) chau-
@Chilelaliter