12 de agosto de 2013

What About Us.

Capitulo Siete.

Mis ojos se posaron sobre ella fijamente. Lali miraba hacía algún lugar fuera del casino, mientras expulsaba el humo del cigarro. La observé detenidamente hasta que ella suspiró. La notaba cansada, con una actitud que jamás me había imaginado en ella. Primera vez que la veía como una simple chica, sin importar lo que traía puesto.
 Entonces, notó que la miraba y que ella estaba demostrando debilidad.

-Pero eso sería la muerte para mí -me miró y sonrió superficialmente- ósea, yo nací para esto!
Nací para ser famosa, tener dinero, chicos, miles de seguidores... -se hizo la diva- no me podía haber tocado otra mejor vida que está -aclaró-
La observé serio sin decirle siquiera una palabra. Ella estaba con una careta justo en este momento, y lo peor de todo es que ella sabía que yo no le creía nada.
-¿Que me miras tanto? -preguntó algo incomoda-
Levanté mis cejas y le di la última piteada a mi cigarro para luego expulsar un poco de humo.
-Nada -musité-
Apague la colilla de cigarro en el cenicero y lo boté.
-¿No me crees acaso? -preguntó algo desesperada-
Reí amargamente.
-Yo no he dicho eso -le aclaré-
-¿Entonces? -preguntó-
-¿Entonces qué? -le cuestioné-
-¿Porque me miras así? -preguntó con el mismo tono-
-¿Acaso no te puedo mirar? -le pregunté-
-Claro que sí, me encanta que me miren pero... -se silenció y luego rodó sus ojos- esto es estúpido.
-Vos sos algo estúpida -corregí-
Y sus ojos se abrieron como plato. Me dio una mirada que casi me asesino y se acercó a mí con bastante bronca.
-No te atrevas a tratarme nunca más así! -exclamó mientras me señalaba con su dedo índice-
Acerqué mi rostro un poco al suyo y la mire fijamente.
-¿O si no... Qué? -le pregunté burlón-
-Voy a hacer que te despidan, y me voy a encargar de dejarte muy mal frente a todos -aseguró-
Reí con ganas. Estaba loca, definitivamente esta chica se creía Madonna, o mejor aún, la presidenta.
-Estás completamente loca -dije alejándome-
-No sabes de lo que soy capaz de hacer nene, así que no me provoques -me advirtió-
-Deja el drama para otro cuento ¿sí? -la miré serio-
-Y vos deja tu estupidez lejos de mi ¿sí? -me imitó-
Reí burlón.
-Vos me seguiste -le recordé-
-Quería un puto cigarro! -exclamó-
-¿Y no podías comprarte uno? o ya se.. ¿Pedirle a alguien más? -me volví a acercar a su rostro- todos los hombres de acá mueren por vos -dije con ironía-
-Todos menos vos! -exclamó irritada-

La miré sorprendido mientras ella se daba cuenta de lo que había acabado de decir. Se alejó un poco y desvió su mirada hacia el otro extremo de la terraza, yo no la deje de mirar en ningún momento. Entonces, reaccionó y volteó rápidamente para volver adentro. Dejándome ahí, sin ni una explicación por lo que había dicho.
Y esas tres palabras volvieron a mi mente. Tenía razón, todos le daban bola, se la comían con la mirada, la halagaban y admiraban... Todos menos yo, que hacía todo lo contrario. La trataba mal, indiferente y hasta la ignoraba. Y eso le dolía, porque estaba jugando con su egocentrismo. Y quizás hasta... le atraía.

Volví adentro como si no hubiese pasado nada, me integre al grupo y comencé a joder. Busque con la mirada a Lali sin querer hacerlo, y no la encontré. Quizás se había ido a tomarse todo lo de algún bar para olvidar lo que dijo. Al fin, había aceptado que alguien no se moría por ella.

Cuenta Lali.

-No lo dije, no lo dije, no lo dije!
Me decía mientras entraba rápidamente a mi habitación y me sacaba los tacos. Grité para sacar esa rabia que tenía, ¿cómo pude haberlo dicho?. Me mire al espejo de cuerpo entero y pasé mis manos por mi rostro.
-Estoy loca -hablé-
Volví a gritar y me saqué el vestido, y con tan solo mi ropa interior, me lancé a la cama.
Definitivamente mi noche terminó como jamás lo había imaginado. Aceptando frente al arrogante de Peter, que me volvía loca que no me registrara.
Y era verdad, me volvía loca saber que él era el ÚNICO que no me miraba de la manera en que lo hacían todos, el único maldito hombre que me tiraba mierda, que estaba frente a mi sin babear, que me no me admiraba. Y yo se lo había reprochado.
Se supone que esto era un juego y yo claramente iba perdiendo. Estaba mostrándome débil frente a él, y es que... Ahhhh! maldito infeliz. Siempre conseguía hacerme enojar. Y lo odiaba. Odiaba la facilidad con la que me ignoraba, la maldita ironía que siempre tenía frente a mí. Odiaba que no le gustara!

Me metí adentro de las sabanas con una maldita irritación hacia mi persona. ¿Cómo podía interesarme tanto que un chico no estuviera loco por mí? ¿Era por él? ¿o tan solo por el hecho de que nunca nadie me había tratado así?
Lo único que tenía claro era que ese idiota no me iba a ganar. Que yo también iba a jugar su juego.

-
Nuevo día y lo primero en que pensé al abrir los ojos, fue en Peter. Me putee internamente y pedí el desayuno.
Me di una corta ducha para luego vestirme lo más casual que podía. No pensaba salir de la habitación hasta que fuese la hora de irnos al concierto.
El desayuno llegó y me lo serví mientras veía la tele. Miles de incoherencias, problemas, rumores, gente inútil, etc.
Me puse a ver una película y me acosté nuevamente. Hoy definitivamente no estaba de humor para soportar a la gente.
Unas cuantas horas después, la puerta sonó. La miré asustada por varios segundos hasta que mi celular sonó. Era un texto de Max.
'Estoy afuera de tu habitación. Por favor decime que estás ahí y que no hiciste alguna locura anoche'
Reí estúpidamente al imaginarme su rostro. Me levanté y corrí hasta la puerta, la abrí y lo dejé pasar mientras nuevamente me incorporaba a la cama.

-Ya pensaba que te habías escapado! -exclamó-
-No -respondí mientras volvía mi atención a la tele-
Él me observó por algunos minutos y luego preguntó.
-¿Te sentís bien?
Asentí sin despegar la vista de la tele y entonces, este se acercó al televisor y lo apagó.
-Hey! la estaba viendo -exclamé ofendida-
-Y yo te estoy hablando -aclaró-
-Pfff... -rodeé mis ojos- ¿qué queres?
-Te venía a entregar los horarios de hoy -me dio un papel- y lo que haremos mañana, tenemos una entrevista temprano así que hoy procura no salir ¿sí?
-Lo voy a tener en cuenta -le guiñe un ojo-
-Mariana.. -exclamó en forma de reto y yo reí- hey nena, ¿cuándo vas a terminar con esta maldita actitud? -se sentó en mi cama- vos sos más que esto.
-Soy solo esto y punto -corregí-
-No, vos podes ser muchísimo más si te lo propones -aseguró-
Bufé harta y cansada de siempre el mismo discurso.
-Boee.. -suspiró- ¿qué haces acostada? -preguntó, cambiando de tema-
-Estoy cansada, y quiero estar a full para el concierto de hoy -sonreí-
-¿Qué hiciste anoche? -preguntó-
Encarné una ceja y lo miré fijamente.
-No sos mi padre -le recordé-
-Soy tu manager -corrigió-
-Bueno, no te preocupes porque ni siquiera estuve una hora en el casino y volví a mi cuarto -respondí-
-¿Sola?
-Sí, sola y a dormir -contesté-
Me miro sorprendido y a la misma vez esperando a que me riera para decirle que era una broma pero no lo hice.
-Me parece bien -asintió-
-Qué bueno, ahora ¿te podes ir? quiero terminar de ver la peli -musité-
-Dale, dale -se levantó- a las cinco lista ¿sí?
-Si -prendí la tele- y por favor que nadie me moleste ¿sí? -le pedí-
-Ok.

Cuatro de la tarde y mi puerta sonaba insistentemente. Salí de la ducha envuelta en una bata y corrí hasta la puerta. La abrí sin preguntar quién era y fue un grave error, porque justo ahí estaba Peter.


Continuara...


@Chilelaliter