6 de junio de 2013

Capitulo Ciento Sesenta y Seis.

'Volver a Respirar'
Capítulo 166.

Cuenta Lali.

El día sábado al fin había llegado. Había sido una semana bastante complicada y extraña.
El juicio contra Diego fue lo que más me afecto, verlo ahí esposado como un verdadero delincuente, me había pegado fuerte. Se lo merecía, lo tenía claro pero no podía evitar la tristeza al ver cómo había terminado esta relación.
Lo siguiente fue, confesarles a mis mejores amigos que había vuelto con Peter. Se habían vueltos como locos y me habían reprochado a cada minuto por qué no les había dicho desde un comienzo, aunque finalmente me entendieron.
El viaje de Tomas se acercaba y mis nervios cada día eran mucho más grandes, no sabía cómo iba a reaccionar el día en que se vaya, no me lo podía imaginar.

-Hola preciosa.
Habló Peter en cuanto le abrí a puerta de mi departamento. Sonreí y junte mis labios con los suyos.
-Hola amor -contesté luego de separarnos-
Entró al depto. y me siguió hasta la cocina.
-Estoy cocinando ¿supongo que viniste a comer no? -lo miré-
-Claramente -sonrió-
-Lo suponía -volví a la olla-
-¿Tomas? -me preguntó curioso-
-Vistiéndose -respondí-
-¿Le vamos a decir que estamos juntos de nuevo? -me preguntó-
-¿Deberíamos? -me volteé a mirarlo algo complicada-
-Creo que sí -subió sus hombros- o capaz que ya se haya dado cuenta, tu hijo es bastante inteligente -sonrió-
-Lo sé perfectamente -reí-
-Encima, vamos a tener una salida de parejas y él metido en medio, va a ser difícil contenerme y no besarte -aseguró-
-¿Pretendes que también le explique todo a Pablo? -cuestioné-
-Sí -afirmo- de hecho me parece extraño que no le hayas contado lo que paso con tu ex -musitó-
-No creo que sea importante para él.
-Yo creo que si -suspiró- él quiere que confíes en él, porque esta clarísimo que él confía en vos -asentí-
-Si se, pero me cuesta confiar en él después de la cantidad de veces que me decepciono -apreté mis labios, mirando a Peter-
-Él cambió, hasta yo lo noto -rio-
-Puede ser -reí cortamente-
-A demás, van a notar que volvimos, ósea, ¿qué tengo que hacer yo metido ahí cuando vos sos vas a conocer a la novia del padre de tu hijo? -cuestionó-
Reí y suspiré.
-Entiendo, entiendo -me acerqué a él- y creo que tenes razón.
-Ah ¿viste? siempre la tengo -sonrió-
-No, ahora nada más -sonreí-
Apretó mis mejillas con sus manos y me besó cortamente.

La tarde llegó, hoy iríamos a jugar bowling con Pablo y su novia. Pablo había organizado la salida para conocer a su novia, y que no tuviera desconfianza de ambos durante el viaje.
-¿Ustedes son novios? -preguntó Tomas cuando íbamos camino al shopping-
Volteé y sonreí.
-¿Porque preguntas eso? -achine mis ojos-
-Porque ahora siempre veo a Peter y veo como se miran -sonrió-
Reímos, miré a Peter y el asintió.
-¿Te gustaría que fuéramos novios? -le pregunté a mi hijo-
-Siiiii! -exclamó feliz-
-Quizá pronto lo seamos -sonreí-
-¿Y no se dan besitos? -preguntó inocentemente-
Estallamos en risa ambos, era tan tierno.
-¿Vos les das besitos a tus amigas? -le preguntó Peter-
-Noooo! -exclamó exagerado- solo a mi novia.
-¿Tenes novia? -le pregunté sorprendida-
-Noo -rio- pero cuando la tenga, le voy a dar muchos besos!
Reímos enternecidos.
-Para eso falta muchísimo -le advertí-
-Sí, aun soy muy chiquito -sonrió-
-Y sos solo mío -aclaré-
-Si mamiiiii -gritó-
-¿Y a mí me dejas darle besitos a tu mamá? -le preguntó Peter-
-Mmmm.. .deja pensarlo... -se hizo el que pensaba- mmm.. me caes bien, así que te dejaría darles algunos besitos solo si son novios! -aseguró-
-¿Y si te digo que si somos novios? -cuestionó Peter-
-¿Lo son? -preguntó feliz-
-Si -respondió Peter-
Sonreí inmensamente, la situación era muy divertida y tierna.
-Entonces, sí te dejo darle besos -sonrió mi hijo-
Reí y miré a mi hijo.
-Vos tenes que cuidarme eh, capaz que Peter me rapte.
-No no, Peter te va a cuidar mientras yo este de viaje -aseguró- cuando vuelva, volves a ser solo mia! -advirtió-
-En ese trato quedamos entonces! -habló Peter-
-Claaaa! ¿y yo? ¿no tengo derecho a opinar? -me quejé riendo-
-Pero si vos queres a Peter y a mí!, vas a ser las más feliz -hablo mi hijo-
-Si mi amor -le sonreí- ya soy feliz junto a ustedes acá -aseguré tierna-
-Yo también Mama! -gritó Tomas-
-Y yo también mi amor! -lo imitó Peter-
Reímos efusivamente. Eran Perfectos.

Llegamos al shopping, nos encontramos con Pablo y su novia. Los saludamos y nos fuimos al bowling, jugamos un rato entre risas, nos divertimos bastante. No hubo mala onda en ningún momento, y eso me hacía sentirme bien y feliz, habíamos cambiado tanto, habíamos crecido y madurado.
Miraba a Pablo y recordaba que hace ocho años atrás, éramos un desastre. ¿Y ahora?, ahora todo era diferente. Estábamos como personas normales, maduras y civilizadas, teníamos buena onda, su novia me había simpatizado muchísimo y él con Peter hablaban como si se conociesen de toda la vida.
Y lo más importante, era que Tomas se veía feliz, disfrutaba de esto, y eso hacía que me corazón se llenase de felicidad y amor. Este era uno de los mejores momento de mi vida, estaba en mi mejor momento, tenía todo lo que quería, no me podía quejar más. Nada iba a arruinar mi felicidad, no iba a permitir que una vez más algo pasara y me dejara mal. Esta vez, era distinto.


Continuara...