7 de marzo de 2013

Capitulo Ciento Treinta y Seis.

'Volver a Respirar'
Capitulo 136.

Cuenta Peter.

El día se pasó rápido, Candela estaba algo ansiosa por la fiesta, algo raro en ella ya que no había un motivo importante o eso creía yo.
Antes de que se hicieran las diez, subí a mi cuarto y me dí una corta ducha, me cambié sin prisa alguna y me perfume, sabía que venían varios de mis amigos y que esta noche sería larga. Me conecté un rato por el celular y actualicé mi estado.
'Jodaaaaaa en casa! ¿quien se apunta? Es hasta el amanecer y sin comprisoooo'
Algunos compañeros de facultad me hablaron, y los invité. Entre más gente, mejor.
'Voy para allá, espérame con un daikiri! Te quierooo'
Fernanda había comentado mi estado y con tan solo poner eso, se ganó varios me gusta de nuestros compañeros que creían que entre ella y yo había mucho más que una amistad, pero no era así, solo jodíamos.
'Muchos daikiris!!! Jajaja te espero mi Fernandita'
Me desconecté y miré la hora, casi las 11. Sentí algunas voces entonces me decidí a bajar. A la primera persona que vi fue a Sara quien caminaba hasta el jardín, terminé de bajar las escaleras y la seguí, de seguro ya estaban los amigos más cercanos de Candela, y así era, llegué al jardín y habían al rededor de 20 personas, más de lo que esperaba.
Saludé a todos como buen dueño de casa, Sara solo me sonrió algo coqueta y luego siguió con lo suyo.

El timbre sonó, rápidamente me levanté y fui a abrir. Candela me siguió e hizo bien, porque de todas las personas que llegaron, no conocía a nadie. Me fui al pequeño bar que teníamos instalado en un costado de la pileta y me preparé un trago. Me puse a observar el entorno, se veía bueno. De inmediato se acercaron un par de flacos, amigos de Candela y nos pusimos a charlar y a reír.
Pero mi atención fue capturada rápidamente por ella, llegó junto a Nicolas, Roció y un chico. ¿Quien sería? me pregunté arrugando mi frente. Saludo a Cande efusivamente y luego llamé su atención, me miró sonriendo y me hizo una seña con la mano. Sonreí de inmediato.
-Ya vengo, permiso.
Les dije a los pibes, y me dispuse a caminar hacía a Lali.
-Viniste -dije sorprendido al llegar a su lado-
-Así es.
Sonreímos y me acerqué para depositar un besó en su mejilla.
-Te ves hermosa -susurré en su oído antes de alejarme-
-Gracias por el halago -sonrió- vos no te ves nada de mal eh -acotó riendo-
-Claro que no, eso sería el fin del mundo -bromeé y ambos reímos-
-Ei, Man! -me llamó Nico y lo saludé con un abrazo-

Cuenta Lali.

Y acá estaba, el la casa de los Lanzani nuevamente pero ahora en un escenario muy distinto a las otras veces, ahora estaba en una fiesta. Raro pero real. La casa estaba con bastante gente, y eso hacía que mis ganas de pasarla bien, aumentaran aun más.
Peter se veía muy lindo, pero debía admitir que no me volvió loca como otras veces, algo pasaba en mí con él, algo me impedía hacer que todo fuera normal o igual que antes.
-¿Como está Tomas? -me preguntó luego de saludar a Todos, inclusive a Javier el cual se lo presenté con un amigo-
-Bien, más hablador que nunca -respondí-
-Me imagino, parece un loro -reímos- ¿con quien lo dejaste?
-Con la mamá de Rochi -contesté- es un amor ella.
-Lo sé -me sonrió y luego tomó un poco de su trago-
-¿Que es? -le pregunté señalando el vaso-
-Martini -me miró- ¿queres? -me ofreció el vaso-
-No, gracias, luego veo otra cosa un poco menos fuerte -dije riendo-
-No te preocupes, yo te voy a estar cuidando si te pones al pedo -acarició mi hombro-
-Gracias, aunque yo creo que vos vas a quedar al pedo -acoté-
-No -rió- sé controlarme -aseguró-
-Boee, hablamos a las 4 de la mañana y ahí vemos tu estado ¿si? -dije bromeando-
-Voy a estar perfecto, ya vas a ver Laa! -reímos-
Nos integramos a la charla de los demás, estuve un rato a los secretitos con Javier, todo se trataba de Candela, él moría por ella y ella moría por él, y yo moría por verlos juntos.
Sentí a Peter alejarse del grupo sin decir nada, lo busqué con la mirada y lo vi que estaba saludando a un grupo de seis personas, cuatro hombres y dos mujeres, entre ellas la querida Fernanda.

-¿Que pasa? -me preguntó Javier al notar mi mirada en otro grupo-
-Nada -lo miré- solo miraba -sonreí falsa-
-No te creo -dijo y yo encarné una ceja-
-¿Porque no? -le pregunté-
-¿Quien es el chico que estaba acá? -me preguntó curioso-
-¿Celoso? -pregunté bromeando-
-Muy, vos sos solo mía -me abrasó y ambos reímos- no posta, ¿quien era? -insistió-
-Es mi ex -respondí tranquilamente-
-¿Y así de relajada me lo decís? -me preguntó sorprendido-
-Si, ¿que tiene? -dije sin entenderlo-
-Yo estaría re incomodo si mi ex estuviera en la misma fiesta que yo, y en mismo grupo y encima me habla! -exclamó-
-Que exagerado que sos -reí- nos llevábamos bien, él es un pibe bárbaro.
-A ya entiendo, aun hay algo de amor ahí ¿no? -movió sus cejas-
-No... -reí- no sé -mordí mi labio- somos raros y complicados -admití-
-Pero se veían con cierta complicidad cuando hablaban -insistió-
-No sé donde ves la complicidad vos! -exclamé y reímos- pero no pasa nada, nos llevamos bien nada más, quizás después nos volvamos amigos.
-Que mentirosos -rió- no existe la amistad después del amor -aseguró-
-¿No? -él negó- ¿y quien lo dice? -pregunté encarnando una ceja- para mi si puede haberla.
-Ya vas a darte cuenta que no, ya lo comprobaste con el padre de tu hijo ¿no? -me recordó-
-Pero no todos los ex van a ser como él.
-Eso no importa, al fin y al cabo son ex igual -aclaró-
-Aaaaay, me complicas la vidaa! -exclamé histérica y ambos reímos-
-Boee perdóname mi enana -me abrasó- mejor disfruta toda la noche, somos jóvenes -me recordó-
-Si eso haré -sonreí- y vos me vas a ayudar a pasarla bien.
-Eso ni se discuteee! -reímos-

Cuenta Peter.

-Che ¿que onda, esta tu ex? -me preguntó sorprendida Fernanda mientras miraba al grupo en donde estaba Lali-
-Sí, es amiga de Cande -respondí- ¿por que? -le pregunté desentendido-
-No, por nada, preguntaba de curiosa ya sabes como soy -me miró- ¿te llevas bien con ella?
-Si, bastante bien -sonreí-
-Ah, entonces.. ¿pueden volver? -movió sus cejas-
-No sé -reí- todo puede pasar chiquita.
-Aayyy pero si volves no me dejes de lado! -hizo puchero-
-No claro que nooo -la abrasé- aunque seas una odiosa te quiero.
-Yo más bobo -besó mi mejilla-
Charle un rato con ellos, eran mis compañeros de la facultad. Al rato veo aparecer a mis amigos de siempre, esos que aunque pasen días sin vernos siempre van a estar.
-Gordooo -me abrazó Romina- te extrañe!
-Yo también gordita -besé su frente-
Saludé a los demás, eran los mismos con los que habíamos ido a Mar de plata en el verano con Lali.
-¿Esa no es Lali? -me preguntó mientras la señalaba-
-Si, es ella -sonreí-
-Pero... ¿ustedes no habían terminado? -preguntó desentendida y luego rápidamente me miro sorprendida- Volvieron! -exclamó-
-No no -reí- somos como amigos.. -dije algo complicado-
-¿Amigos? -movió sus cejas en doble sentido-
-No de ese tipo de amigos -aclaré-
-Ooooh -hizo puchero y yo reí- la voy a saludar, esta divina, deberías volver con ella.
Me guiño el ojo y tomo de la mano a Jessica, las dos caminaron hasta donde Lali y la abrazaron como si fueran amigas de toda la vida.

Me quede charlando con los chicos hasta que me dieron ganas de otro trago más. Me acerqué a la bar, boludie un poco con los que estaban ahí y me serví el trago.
-Vinieron todos tus amigos -habló una dulce voz-
Miré a mi lado y ahí estaba Sara. Sonrió y luego se concentró en preparar su trago.
-Sí, invité a todos -agregué-
-Así veo -sonrió-
Recorrí su cuerpo con una sola mirada, llevaba un vestido muy corto y se veía bastante bien.
-No te había visto por acá en estos días -exclamé-
-Estoy ocupada con el depto y todo eso -tomo un poco de su trago- pero no te preocupes que ya voy a venir para alegrarte los días bonito -dijo riendo-
-Es lo que más espero -reímos-
-Estas matando hoy eh -me jodió-
-No, nunca mato -respondí riendo-
-Yo creo que si, tenes a varias chicas babeando por vos acá -señalo con la mirada a casi todos los grupos- no paran de mirarte y en cualquier momento me asesinan por estar hablando con vos -aclaró riendo-
-Que exagerada que sos -reí- aparte vos te quejas de mi pero no te das cuenta que sos vos la que matas a los pibes con ese vestido.
-Es la idea ¿no? -me miró riendo- no broma, no soy así -se retractó-
-Sos peor, conozco a las de tu tipo.
-Euuuu! -me pegó suavemente en el brazo y ambos reímos- no soy una zorra.
-No dije eso -reí-
-Y tampoco soy de ningún tipo -me miro asesinándome-
-Lo tengo muy claro -le guiñe el ojo y ambos sonreímos cómplices-
-Boee, me voy con mis amigos, luego hablamos, pásala bien y conquista a alguna -bromeó-
-Lo mismo digo -reímos-
Cada uno se fue para su grupo, en el de mis amigos estaba Lali así que me senté a su lado y empezar a boludear entre todos.

Cuenta Lali.

La noche estaba pasando rápidamente y lo mejor es que la estaba disfrutando. No me esperaba encontrarme con Romina y con Jessica, y fue lo mejor que me pudo pasar porque las risas no paraban, bailamos un rato y recordamos un poco el verano.
Sentía la mirada de Peter en algunos momentos, y me ponía un poco nerviosa, pero luego lo veía hablando con cada tipa que hacía que mis pocas esperanzas se volvieran a esfumar.
La noche ya estaba poniéndose un poco fría, la gente seguía igual de prendida y al parecer nadie notaba que se estaba nublando un poco.
-¿Porque temblas? -me preguntó Peter mientras acariciaba mis hombros-
-Hace un poco de frió -le contesté-
-No mucho -acotó-
-Pero yo estoy congelada -dije riendo-
-¿Queres algo para abrigarte? -me preguntó-
-Por favor! -sonreí-
-Boee, voy a buscar algo -se levantó- ¿me acompañas? -me tendió su mano y me sonrió-
Reí y le tomé la mano para luego levantarme.
-Solo porque quiero elegir algo que me quede bien -aclaré-
-Esta bien -rió-
Entrelazó sus dedos con los míos y caminamos en silenció hasta la casa, subimos las escaleras y llegamos a su cuarto.
Suspiré al entrar y me senté en la cama.
-¿Te sentís bien? -me preguntó al ver mi reacción-
-Sí, tengo frió nada más -aclaré-
-Ya ya..
Rió y abrió su placard para empezar a buscar algún buzo o campera. Me levanté y me puse a su lado.
-¿Te ayudo? -le pregunté-
Me miró y me sonrió. Nos pusimos a buscar hasta que encontramos un poleron que me quedaba grande pero me cubría lo suficiente para dejar el frió de un lado.

-Gracias, me salvaste la vida -le dije luego de ponérmelo-
-Te dije que te iba a cuidar ¿no? -habló él-
-Sí -sonreí- gracias.
Ambos sonreímos, me acerqué a la puerta para abrirla pero él me agarro del brazo e hizo que volteara. Se acercó un poco y me acolarró entre su cuerpo y la puerta.
-¿Que.. que pasa? -dije un poco nerviosa-
-No sé.. -susurró-
-¿Entonces? -lo miré mordiéndome el labio inferior-
-A veces... te necesito -me miró triste-
Suspiré y lamí mis labios.
-Yo..yo también -dije algo tímida-
-¿Porque somos tan vuelteros? -me preguntó de una-
-No sé -subí mis hombros- creo que aun no sabemos lo que queremos.
Él asintió y se acercó aun más.
-Somos complicados -proseguí-
-Y tercos -acotó-
Asentí, lo miré fijamente a los ojos y sonreí tiernamente.
-No hagas eso -me pidió-
-¿Que cosa? -pregunté inocente-
-La sonrisita, la mirada.. vos.. -su frente choco con la mía- haces que me confunda con lo que pensé que tenía claro -admití-
-¿Y que hay de vos? -cuestioné- yo también creí que mi decisión estaba cerrada y mírame, estoy acá con vos -miré sus labios- observando tus labios -miré sus ojos- tus ojos.. -miré su lunar- tu lunar -sonreí-
-TU lunar -corrigió-
-MI lunar -aclaré y ambos sonreímos-
Nos quedamos mirando por varios segundos, nos recorrimos nuestros rostros detalle por detalle. Mis mejillas se habían tornado de color rojo pero mi mirada no titubeaba, estaba volviendo a reencontrarme con su mirada.
-¿Que estamos haciendo Lali? -me preguntó de la nada-
-¿A que te referís? -le pregunté desentendida-
-A esto, a estar así.. separados, tratando de seguir cada uno por su lado... -miró mis labios- ¿esta bien lo que estamos haciendo? -volvió a cuestionar y volvió a mis ojos-
-Créeme que no lo sé.
Suspiro, y sentí el aliento sobre mi rostro.
-Podemos averiguarlo quizás -continué-

Y lentamente me acerqué a sus labios, rocé su nariz con la mía, me puse de puntitas para alcanzar su boca y poder chocar mis labios con los de él con cierta delicadeza.
Al principió solo nos quedamos con los labios pegados, pero luego tomé la iniciativa de comenzar el besó. Subí mis brazos hasta su cuello y los enrede, él rápidamente reacciono y puso sus manos sobre mis caderas, se acercó al punto de que yo quedara entre su cuerpo y la pared.
Cerré mis ojos y bajé hasta su cuello, él se  masajeo mis caderas mientras se inclinaba un poco tratando de encontrar mi boca.
La localizo solo cuando yo quise unir nuevamente mis labios con los suyos, pero esta vez fue distinto, nuestras bocas se conectaron de una manera increíble. Su lengua busco en cosa de segundos a la mía, cuando la encontró me apretó a su cuerpo y subió hasta mi cintura.
Lo besé lentamente, disfrutando del sabor de su labios, recordando el tinté de su boca. Volviendo a caer.


Continuara...