23 de enero de 2013

Capitulo Ciento Veintiséis.

'Volver a Respirar'
Capitulo 125.

Aparté mi mirada de la de él después de unos incómodos dos minutos. Trague saliva y retrocedí algunos pasos.
-Pasa.
Me limite a decirle solo eso y volver al sofá. No quería dar tantas vueltas en el asunto, no quería hacer esto aun más incomodo de lo que ya era. Estaba decidida y aunque quizás esta sea una de las decisiones más difíciles que había tenido en mi vida, tenía que hacerlo. Era mi felicidad, mi salud y mi hijo ante todo.
Su nerviosa presencia en el living, me saco de mis pensamientos e hizo que mi mirada se volviera a posar sobre él.
-Y bien.. -murmuré nerviosa, no sabía como empezar exactamente-
-¿Como estás? -se adelantó a preguntar-

Ya está, él había iniciado la charla. Ahora yo tenía que seguir con lo realmente importante. Lo miré desentendida, no estábamos acá para hacer vida social.

-Estoy... -recorrí el suelo con mi mirada- rara. -volví a su mirada- ¿y vos? -pregunté aparentando tranquilidad-
-Extrañándote -respondió con casi un susurro-
Caradura, hipócrita, cínico. ¿Enserio cree que le voy a creer? esta loco.
-¿Extrañándome? JA-JA, si claro. Tanto me extrañabas que tuviste que irte con otra para que te consolara ¿no? -dije totalmente sarcástica-
-No es así Mariana -dijo algo molesto ante mi reacción-
-¿A no? -y seguía con la ironía a flor de piel-
-No, déjame explicarte lo que pasó ayer -se apuró en decirme-
-Adelante, te escucho -dije aun con el tonito-
Realmente quería escuchar su estúpida excusa, aunque me doliera. Tenía que dejarlo hablar también ¿no?.
-Lo de ayer fue un mal entendido -aclaró algo nervioso luego de sentarse en el sofá de al lado- ayer nos juntamos para terminar el informe en el que habíamos estado trabajando esta semana, y bueno, como lo terminamos tarde, me invitó a quedarme a cenar, y me quedé -se quedó en silenció por algunos segundos esperando alguna reacción de mi parte pero no obtuvo ninguna respuesta- y nada,nos quedamos charlando hasta que fui al baño y en ese momento vos llamaste y ella contestó -y ahí su hubo una reacción de mi parte, me limité a revolver mis ojos- eso fue todo lo que pasó, no hay doble sentido en esto -aclaró- Fernanda se disculpó, estaba muy preocupada por haber ocasionado algún problema o algo porque ella lo hizo con la mejor onda y..
-¿Ya terminaste? -lo interrumpí molesta-
-No -se apoyo con sus codos en sus muslos y me miro fijamente- yo sé que pensas que tengo algo con ella o que ella quiere algo pero no es así, con Fernanda somos compañeros de clase, ni siquiera somos amigos pero esta semana nos toco hacer un informe juntos por eso estuvimos tanto tiempo juntos pero no es nada más que eso -aclaró- ella no es nadie en mi vida.
-¿Nadie? -repetí- no lo creo.
-¿Porque no lo crees? -me preguntó desentendido-
-Y porque si esa forra fuera nadie para vos, el otro día la hubieras dejado tomar un taxi y listo ¿no? -dije obvia- y aparte, no la tratas como si fuera nadie en tu vida, que yo recuerde el otro día en tu casa parecían ser muy cercanos -le recordé con cierto tono de celos-
-No es nadie importante -dijo molestó- a eso me refiero.
-Ok -traté de simular mi enojó-

-No es así Mariana, deja a un lado los celos -me pidió- yo vine acá para solucionar las cosas y vos estás re negativa.
-¿Sabes porque estoy así? -le pregunté y al instante mis ojos se llenaron de lágrimas exigiendo salir- porque ya no aguanto más, no puedo seguir así. Estuve echa mierda toda la semana por vos, tuve noches que parecían ser un infierno, y ya no quiero seguir así -mis lágrimas recorrieron velozmente por mis mejillas- ya no aguanto un minuto más así, no quiero sufrir más -respiré un poco y lo miré fijamente, sus ojos estaban a punto de estallar- me estás haciendo mal Peter, nos estamos haciendo mucho daño y no sé si voy a poder soportar algo más -le dije sincera-
Sus lágrimas cayeron por sus mejillas y él asintió, bajó su cabeza y sollozo un rato.
-Perdóname, yo.. -levantó su cabeza y se encontró con mi inestable mirada cubierta de lágrimas- yo no sé como mierda paso esto, no sé en que momento todo se nos escapo de las manos y empezamos a hacernos mal -habló con su voz ronca totalmente quebrada- lo último que haría en al vida es hacerte daño y.. perdón.
-Ya no podemos seguir así, nos estamos matando ¿lo sabes no? por lo menos yo me estoy muriendo de dolor -admití- y no puedo estar así, ya no soy una pendeja, tengo una vida, tengo un hijo que me tiene que ver bien -él asintió mientras lloraba- perdóname pero...
Y me quedé callada por al menos tres minutos, solo se escuchaban nuestros llantos.
-Creo que lo mejor es terminar.
Y con tan solo decirlo, sentí que mi corazón se quebraba en mil pedazitos.

Cuenta Peter.

Lo dijo. Justamente esas eran las palabras que no quería escuchar pero lo había dicho. Había venido claro en recuperar la relación, en luchar, en solucionar todo pero ella ya no quería nada más. Había abandonado el barco, había terminado con este amor que para mi, era el más grande que había tenido.
-Es lo mejor, por lo menos para mí. -continuó-
¿Para ella lo mejor era apartarme de su vida para siempre? ¿Sacarme de su futuro?. Senti una fuerte presión en mi pecho, y solo lloré. Lágrimas y lágrimas de amargo dolor.

Continuara...