24 de mayo de 2013

Capitulo Ciento Sesenta y tres.

'Volver a Respirar'
Capítulo 163.

Su mano izquierda se apodero de mi mano derecha, sus dedos se entrelazaron a los míos y me dio un suave apretón. Lo miré, y él me dedico una dulce sonrisa, le sonreí de igual forma.
Cerró el auto, y antes de caminar, se inclinó hasta mi frente y dejo un cálido beso. Caminamos en silenció hasta el ascensor del edificio, nos metimos adentro, Peter marcó el número 4 y luego me miró.
-¿Estás nerviosa? -preguntó con un tono burlón-
-No -dije sin mirarlo-
Dio una pequeña risita y volvió su vista al frente.
-Quizá un poco -susurré-
Volvió su vista a mí pero esta vez sonrió tiernamente. Mis ojos se posaron en los de él.
-Es como si fuese nuestra primera vez -agregue tímida-
-¿Y eso es bueno o malo? -me preguntó con sus ojos brillantes-
-Bueno, de todas maneras -sonreí-
 Lo admito, me molestaba sentirme como una idiota frente a él, pero era algo que no podía controlar. Es raro, porque me sentía como si todo fuese nuevo con él, hasta este maldito proceso de enamoramiento.
El ascensor se paró en el número que Peter había indicado, caminamos hasta la puerta en que él indicó. Me soltó la mano y buscó sus llaves, abrió e hizo que pasará antes que él.
Entré y luego de sacarme el abrigo, me detuve a observar el departamento, era espacioso y un poco lujoso, podía notar que Sara lo ayudo en esto. Había venido solo una vez a su departamento y fue cuando recién lo compró, recuerdo que lo estreno con una fiesta en la cual se llenó de personas desconocidas para mí.

Sentí su cuerpo justo detrás de mi, apoyo su mano sobre mi hombro y se acercó a mi oído, pude sentir su respiración. Suspiré y cerré mis ojos aspirando su aroma, olía realmente bien.
-¿Queres comer algo? -me preguntó minutos más tarde-
Volteé y lo miré con deseo, la verdad es que tenía hambre pero no precisamente de comida.
-Tengo hambre -afirmé- de vos..
Y sus ojos penetraron los míos. Rápidamente una de sus manos se puso en mi cadera, tiró de ella y choque con su cuerpo. Agarré su cuello y lo besé frenéticamente, sus manos se posaron en mis caderas, apretándome contra él. Mi mano se metió entre su pelo, revolviendo su cabello.
Él comenzó a retroceder sin separar sus labios de los míos, lo imité y avancé a su ritmo. Chocó con el sofá, nuestros labios se separaron y cayó en el sofá sin mí.
Me miró ardiente, excitado, con ganas de más. Yo solo reí al notar su respiración algo entrecortada.
-Ven -me pidió-
Negué y él subió sus cejas.
-Ven -dijo con un tono de voz más áspero-
Volví a negar.
-Ven, ahora -me ordenó-
Mordí mi labio inferior lo más sensual que pude y luego sonreí. Me senté a horcajadas sobre su regazo.
Inmediatamente sus manos se posaron en mi cintura, me acerqué a su cuello con mis manos y junte mi frente con la suya.
-Me vas a volver loco -susurró-
-Vos ya me tenes loca -aseguré-
Tomé su rostro entre mis manos y disfrute el tacto ante su corta barba. 
Me acerqué a sus labios y con lentitud me fundí en ellos, poco a poco, volviendo a ese oscuro y cálido rincón que apodaba como mi perdición.


Su lengua jugo con la mía y sus manos bajaron lentamente hasta mis muslos, los acarició suavemente haciendo que mi piel se erizara ante el ardiente contacto de su piel y la mía. Una de sus manos se instaló en mi cola, dando suaves masajes sobre ella. Jadeé entre besos, necesitaba aire pero no quería alejarme de sus labios. Me despegue de su boca tan solo por algunos segundos, tome un poco de airé y él aprovecho para atacar mi cuello. No soporté más segundos y mi boca se volvió a conectar con la suya.


Gemí cuando sentí su mano calentita en mi espalda, por debajo de la blusa. Agarré su labio inferior entre mis dientes para luego succionarlo. Me encanta el sabor de sus labios. Sonreímos cuando lo deje libre pero no del todo. Mis manos se posaron sobre su remera, bajaron desde sus hombros hasta su abdomen. La subí lentamente sin dejar de mirarlo a los ojos, metí mis manos por debajo de su remera y absorbí el calor de su perfecto cuerpo.
Él sonrió y se inclinó para tomar mi nuca y atraerme a su boca. Mis manos recorrían su trabajado abdomen mientras su lengua intentaba encontrar desesperadamente la mía. Reí, y él me apretó aún más contra él, entonces mi lengua apareció.


Levante lentamente su remera, no tenía prisa, quería disfrutar de esto. Con un poco de su ayuda logré sacarla completamente, la tiré lejos y me concentré en recorrer su hermoso torso con mis manos. Deje de besarlo y bajé con mi boca hasta su pecho, dejé varios piquitos en su cuerpo y luego me hundí en su cuello, él no se quedaba atrás y mordisqueaba el lóbulo de mi oreja.


-Te amo.
Susurró justo en mi oído, mi piel nuevamente se erizo. Deje de besar su cuello y mi vista se cruzó con sus hermosos ojos verdes. Los miré por largos segundos mientras saboreaba mis labios con mi lengua.

-Te amo.
Repitió y pude leer sus labios. Sonreí, era increíble.
Me acerqué a sus labios y los rocé con los míos.
-Yo también te amo.
Musité antes de comerme su boca una vez más.
Sus manos fueron desabrochando los botones de mi blusa lentamente, hasta que logró sacarla y tirarla por ahí. Nos seguimos besando, como si no hubiese mañana.
Se acomodó en el sofá y sus brazos enredaron mi cintura, entendí que se iba a levantar entonces enredé mis brazos sobre su cuello.
Se levantó sosteniéndome, enredé mis piernas en su cintura, parecía un koala. Camino hasta la habitación y me dejó en la cama. Sentí despegarme de su piel y una desesperación entro en mí, lo quería unido a mí.
Me quejé y él se recostó sobre mí. Agarré su cuello y lo besé. Enrede mis piernas en su regazo y sentí su erección, reí excitada y baje mis manos hasta el botón de su pantalón, lo desprendí y lo baje como pude. Él termino de sacárselo para luego encargarse de mis jeans.
Volvió a mí y se deshizo rápidamente de mi corpiño, acarició en forma circular mis pechos y disfruto de ellos dejando varios piquitos y chupones. 
No aguante más y agarré la pretina de sus boxer, jugué ahí por algunos segundos hasta que lentamente los bajé. 
Él se encargó de inmediato de mis bragas, y las tiró lejos. 

Recorrí su cuerpo con mi mirada lentamente, era hermoso, y lo mejor es que era solo mío.
Su vista también recorrió mi cuerpo de pies a cabeza, se recostó sobre mí y sentí su erectado bulto entre mi entrepierna. Sonreí satisfecha por saber que aún lo excitaba como antes.
Agarré su rostro y lo acerqué al mío.


-Mi amor -le hablé casi susurrando-
-¿Qué? -murmuró-
-Vos has sido lo mejor que me ha pasado -declaré-
Besó la punta de mi nariz y luego bajo hasta mi boca.
-Si me dieran a elegir una vez más, te elegiría sin pensarlo -susurró contra mis labios-
Sonreí y saboreé sus labios. Baje mis manos hasta su cola y la apreté.
-Hazme el amor -le pedí-
Sonrió y dejo húmedos besos sobre mi mejilla hasta llegar a mi boca.
-Solo si vos también me lo haces -susurró algo agitado-
Asentí y besé su cuello.
Abrí un poco más mis piernas y él se acomodó sobre mí, sentí la punta de su pene introducirse suavemente en mi feminidad, apreté mis labios, lo deseaba más que nunca.
Salió y entro unas cuatro veces hasta que finalmente se hundió por completo dentro de mí. Su boca se posó sobre la mía mientras sus movimientos eran lentos, profundos y deliciosos. Gemí al disfrutar la sensación, era inexplicable lo bien que se sentía que él estuviera dentro de mí.

Su boca se despegó de la mía y su frente se pegó a mi frente. Me miró fijamente y yo lo imité. Sus movimientos poco a poco comenzaron a ser más bruscos, con más rapidez y más ganas.
Apreté mis ojos ante la repentina y placentera sensación.
-Mírame -me pidió-
Abrí mis ojos y nuevamente nuestras miradas ardientes, llenas de pasión, de lujuria pero sobre todo amor, se encontraron.
Me devoro los ojos con la mirada, y eso hacía que me llevara aún más lejos de lo que ya estaba. Agarro mis muñecas y las puso a ambos lados de mí, las apretó y se hundió fuertemente en mí.
Sus movimientos fuertes y duros siguieron por unos minutos más. Me besó tiernamente y luego rodo junto a mí. Ahora yo estaba encima de él, yo tenía el control.
Sonreí ardiente y comencé a moverme encima de él, sus manos se posaron en mis caderas e intentó imponer su ritmo pero yo no lo dejé. Suavemente él se incorporó a mi ritmo, lento y profundo.
Minutos después enterré mi rostro en su hombro, besando su dulce piel.
Los movimientos aumentaron y fueron un poco más bruscos, ahora si estaba a su ritmo. Sabía que estaba por llegar a mi clímax, así que levante mi rostro y apoye mis manos sobre su pecho, di fuertes movimientos arriba de él para lograr mi orgasmo. 
Ya no pude más, sabía que me iba a venir, hice el último movimiento muy lentamente sobre él y solté un largo, gritado y profundo gemido. Peter también estaba a punto de llegar, siguió con hundiéndose dentro de mí, buscando su liberación que no tardó en llegar. 
Gritó mi nombre y caí rendida sobre su pecho. Nos detuvimos y él agarró mi rostro.
-Te amo -dijo agitado-
-Te amo -repetí-
Junte mis labios con los suyos y sin salirse de mí, nos quedamos varios minutos abrazados.



Continuara...



He desvirgado su mente no?? jajajaj NOOOOOO LO CREO! ajajjajaja lindas, GRACIAS POR LEER!!! espero que les guste el cap, fue como mucha dedicación!!! besooo!

Capitulo Ciento Sesenta y dos.

'Volver a Respirar'
Capítulo 162.

La noche llegó, pasé por la casa de la mamá de Roció y deje a Tomas con ella, charlamos un rato y luego me fui a lo de mi amiga.
-Boluda, estás hermosa -me abrazó-
-Vos también -sonreí-
-No, es que vos.. -me miró de pies a cabeza- estás distinta -me miró y yo subí mis hombros riendo- ¿es por algo en especial? -preguntó interesada-
-No... creo que no -reí-
-No mientas! -exclamó-
-No lo se Roció! -nuevamente reí-
-Vos andas muy rara eh -achino sus ojos- vamos a tener que charlar.
-Vos sos la rara que inventas cosas, yo estoy normal -aclaré y camine hasta el sofá-
-Mmm.. si claro -rio- siempre tengo la razón y esta vez no va a ser distinto -me guiño el ojo-
-Que coqueta -la jodí por su guiño y ambas reímos-
-¿Cómo va todo? -preguntó luego de sentarse a mi lado-
-Bien.. -suspiré- Tomas se va en menos de un mes, y la próxima semana tengo que ir a declarar por el caso de Diego -respondí-
-¿Enserio? -abrió sus ojos más de lo normal-
-Ajam -asentí- me llego una notificación.
-Al fin -sonrió- ese idiota va a pagar muy caro por lo que te hizo.
-Espero -sonreí- ¿Vos como andas?
-Bien -agarro su celular- aunque boee.. -me miró- Nico anda con planes de agrandar la familia -rio-
-Jodeme -reí-
-No no, hace unas semanas ya que anda con el temita de ser padres y todo eso -rio- pero yo no sé, la verdad es que prefiero que las cosas pasen solas, sin presionar nada -aclaró-
-Concuerdo con vos -afirmé-

La gente poco a poco comenzó a llegar, no eran muchos pero pocos tampoco. Peter llegó junto a Romina y se instalaron en la terraza a charlar mientras yo estaba charlando con un compañero de facultad de Rochi.
-Así que estudias lengua -dijo con un tono claro de darle doble sentido a la frase-
-Sí -reí-
-No sabía que Rochi tenía amigas que enseñaran lengua.. -volvió a hablar en doble sentido-
-Son cosas que pasan -musité sin mucha importancia-
Miré a mi alrededor algo incomoda, la verdad ya estaba aburriéndome hablar con él. Crucé mi vista con la de Peter que estaba justo en el grupo de mi frente, sonreí pero él no me correspondió y solo subió sus cejas, celoso.
-Algún día si necesito de tu ayuda en lengua, podrías enseñarme ¿no? -me propuso canchero-
-No lo creo -respondí casi seria- mi pedagogía va por los más chiquitos -aclaré-
-Oh, qué lástima.
-Sí.
Llegó un poco de gente más, entre ellos el grupo de amigas de Sara con ella incluida. Se pusieron con el grupo de Peter y aunque tratara de controlarme, sentía celos sin razón alguna, no se hablaban, ella lo miraba pero él ni la registraba.
-¿Tenes novio? -me preguntó mi acompañante, la charla había pasado de ser extensa y continúa a aburrida y sin temas para hablar-
Lo miré y antes de responderle, tomé un poco de mi trago.
-Si -aseguré- y un hijo -agregue con intención-
-Ah ¿un hijo? -preguntó sorprendido-
-Sí, y sabes que.. -suspiré- todo bien con vos, pero.. me aburrió la charla -hice una mueca de desagrado- si queres te presento a las solteras que están por acá, porque eso es lo que claramente estas buscando ¿no? -dije tratando de sonar lo más insoportable posible-
-No -rio- de hecho, yo también tengo novia.
-No parece -musité-
-¿Porque no? -preguntó confundido-
-No nací ayer galán del siglo pasado -sonreí sarcásticamente-
-Estás equivocada, solo soy canchero por naturaleza.
-Oh -me hice la sorprendida- entonces, buena suerte con tu próxima chica -palmeé su hombro y me levanté del sofá- no te lo tomes a mal eh -le advertí- mi humor es un poquito infumable.
-No importa, me han tocado peores -aseguró nervioso-
Sonreí falsamente y me alejé de él.

Me integre al grupo en que estaban todos mis amigos-cercanos. Me puse al lado de Javier y justo al frente de Peter.
-¿A quién le pediste permiso para coquetear con otro tipo que no sea yo? -me pregunto riendo, Javier-
-Lo siento -lo abrasé- pero no te preocupes, era un idiota más.
-Pff! la experta en tipos así -me jodió-
-Lo sé mi vida -rodeé los ojos y reí-
La mirada de Peter so pasaba sobre mí sin discreción alguna, me sonroje al sentir su vista en cada uno de mis movimientos.
-Supongo que ahora que Tomas se va, nos vamos a ver más seguido ¿no? -me pregunta Javier. Me saca de mis pensamientos, lo miró y sonrió-
-Si -apreté su brazo-
-Últimamente, no sé nada de vos -me reprochó-
-Sin reproches -le advertí y él sonrió-
-Solo me preocupo por vos -acarició mi cabello- te necesito bien.
-Estoy bien -aseguré-
Y aun sentía la mirada intensa de Peter sobre mí. Necesitaba sacarme esos ojos verdes de encima antes de que fuera hasta él y lo besará delante de todos, sin importante nada ni nadie.
-¿Me acompañas a la cocina? -le pregunté a mi amigo-
-¿Para qué?
-Me dieron ganas de comer algo -le explique-
-Vamos.
Y nos salimos del grupo, caminamos hasta la cocina y revisé lo que Rochi tenía en la despensa.
-No hay nada que me guste -musité. Tampoco había buscado algo en especial-
-Lástima -y su voz ronca hizo que me volteara de inmediato, claramente no era él-
-Peter -lo nombré-
Sonrió con esa maldita sonrisa que me lleva a la perdición.
-¿Donde esta Javier? -le pregunté preocupada-
-Volvió con los demás -respondió mientras se acercaba-
-Amm.. -dije algo nerviosa, ni yo sabía porque reaccionaba así-
-Sos tan divertida cuando te sonrojas o te pones nerviosa -se burló de mi-
Lo miré fijamente a los ojos y sonreí.
-Y vos sos tan arriesgado -aseguré-
-No puedo evitarlo -y se posiciono justo frente a mí, subí mi mirada y me encontré con sus preciosos ojos verdes-
-Alguien puede entrar -acoté-
-No me importa -y una de sus manos se deslizó por mi cintura hasta llegar a mi cadera-

Sonreí, era tan.. no sé, inexplicablemente mío. Me encantaba.
Pues ambas manos en su hombro y acaricié suavemente aquella zona, me detuve en su cuello.
-¿Porque me provocas tanto? -me preguntó-
-No te provoco -reí-
-Lo haces -afirmó-
-No -insistí-
-Primero con ese pelotudo que estabas charlando y ahora.. haciéndome esto.
Mordí mi labio inferior.
-Me gusta que seas celoso.
-A mí no -aseguró- solo me gusta cuidar lo mío -aclaró-
-¿Soy tuya? -susurré-
-Completamente.
Me mordí aún más mi labio inferior y me acerqué a su boca. Él no tardó en juntar sus labios con los míos y besarme de una manera tan única. Terminó de besarme y me succionó mi labio inferior.
-No sabes las ganas que tengo de demostrarte que sos mía -susurró en mi oído-
-Vámonos -aseguré-
Me miró fijamente y su sonrisa de pasión, apareció.
-No me tentes.
Apreté mis labios y enrede mis brazos en su cintura, apretándolo.
-Te amo -hablé-
Rio, acarició mi espalda.
-Sos tan poco arriesgada -rio-
-Estoy arriesgándome al estar acá con vos, todos se van a dar cuenta! -exclamé-
-¿Y? -preguntó-
-Está tu ex y.. aún es pronto.
Puso ambas manos en mi rostro y acarició mis mejillas.
-No me importa nadie más, ni mucho menos lo que digan.. -se acercó a mi boca- quiero estar con vos -murmuró- ahora.
Junte mis labios con los suyos.
-Es enserio -dijo sin separar nuestros labios-
-Una hora más y nos vamos -aseguré-
Sonrió y me besó.

Él salió primero y luego de unos minutos salí yo. Roció me miraba con cierta picardía, ella notaba que algo pasaba entre nosotros. Me puse al lado de Javier nuevamente.
-¿Porque te fuiste? -le pregunté haciéndome la ofendida-
-Peter necesitaba hablar con vos -respondió-
-Ah -dije sin importancia-
-¿Todo bien? -me preguntó interesado en saber que había pasado-
-Sí, nada importante -sonreí-
La mirada de Peter nuevamente estaba sobre mí. Este chico me estaba provocando a jugar con fuego delante de todos.
Fui hasta el mini bar y me preparé un trago. Al volver me posicioné a su lado intencionalmente.
-¿Me podes dejar de mirar? -susurré-
-¿Me podes pedir algo más fácil? -me contestó en una respuesta-
Sonreí negando y tome un poco de mi trago.
-Sos increíble -musité-
-Increíble es tener aquí al lado y no haberte besado aun -aseguró-
-El respeto ante todo -me refería a su ex, que estaba unas cuantas personas más allá-
Bufó y rio a la vez.
-Me encantas chiquita -susurró-
-Cállate -reí-
El también rio y tomo un sorbo bastante largo de su trago.
-El último que te tomas -le advertí-
-Apa, ¿porque? -me miró riendo-
-Porque quiero que estés lucido para más tarde -sonreí picara-
Mordió su labio inferior.
-Vos me vas a matar -dijo aguantándose las ganas de besarme-
Sonreí y miré a otro lado.
-¿Y si nos vamos ahora? -me preguntó-
-¿Excusa? -le pregunté-
-No me importa, solo quiero irme de aquí y hacerte mía -respondió seguro-
Y mi cuerpo vibró de tan solo pensarlo.
-Bien.. -suspiré- vamos.
Sonrió y se terminó su vaso al igual que yo. Fui hasta mis cosas y me acerqué a Roció.
-Me voy -le dije a su oído-
Volteó y me miro sorprendida-
-¿Porque? -preguntó-
-Mañana te juro que pasaremos toda la tarde hablando de esto ¿sí? -le prometí-
Me miro confundida y asintió.
-Luego te vas a dar cuenta -la abrasé- te amo! -besé su mejilla-
Rio ante mi actitud tan exagerada. Vio a Peter hablar con Nico y luego acercarse a mí.
-Te estas comiendo a Peter! -exclamó sin creerlo-
Reí y la abrase.
-No olvides que te amoo! -reí y me aleje de ella riendo-
-Hdp! -me grito riendo-

Salí del departamento y a los segundos salió él. Agarro mi mano y caminamos hasta el ascensor.
Al subirnos, rápidamente me apoyo contra la pared metálica y me chapo.
-No aguantaba ni un segundo más -aseguró-
Volví a besarlo, sus labios definitivamente tenían algo magnético a los míos.

Continuara...


El proximo capitulo se viene hotttttttttttt ajajjajaja lasquiero(L) y ya el fds subo más capitulos en el dia!!! graciasporleer!