10 de marzo de 2013

Capitulo Ciento Treinta y Nueve.

'Volver a respirar'
Capitulo 139.

Cuenta Peter.

Pero en definitiva, ¿que es lo nuestro? Por ahora, al menos, es una especie de complicidad frente a otros, un secreto compartido, un pacto unilateral.
Naturalmente, esto no es una aventura, ni un programa, ni -menos que menos- un noviazgo. Sin embargo es algo más que una amistad. Lo peor -¿o lo mejor?- es que ella se encuentra muy cómoda con esta indefinición  Me habla con toda confianza, con todo humor, creo que hasta con amor.

Mi mano estaba unida a la de ella mientras caminábamos por la orilla del mar, solo se escuchaba la suave brisa del viento y su risa al recordar los momentos más divertidos que habíamos pasado juntos en este verano.
Febrero ya terminaba, por ende, el verano también. Yo tenía que empezar a buscar trabajo ya con mi titulo de kinesiologo y ella, empezaba su segundo año de enfermería.

-Me atrevo a apostar que este ha sido el mejor verano de tu vida -le dije mientras seguíamos caminando-
-¿Que apostas? -me preguntó-
-Un beso -estiré mi boca-
Rió y luego negó.
-De todas maneras, tenes razón -afirmó-
-¿Enserio? -pregunté haciéndome el sorprendido-
-Sí -se quedó parada y se puso frente a mí- y también vos sos lo mejor de mi vida.
Abrí mis ojos haciéndome el sorprendido y sonreí ganador.
-Eso era mentira -rió-
-No jodas, sabes que es así -agarré su rostro con mis manos-
-Sabes que no Peter! -exclamó-
-Yo sé que si Sarita -me acerqué a su boca-
-Mmmm no -rozamos nuestras narices-
-Mmmm sí -la imité-
-Convenceme.
Me guiño el ojo y se alejó corriendo por la orilla del mar. Sonreí al observar como me hacía muecas para que fuera hasta ella, y así hice. Camine lentamente hasta ella y antes de llegar, corrí y la atrape por la cintura.
-¿De que manera puedo convencerte? -susurré a su oído-
-No sé -se acercó a mi boca- que cruja Pedrito -dio unos suaves golpes en mi cabeza-
-¿Que cruja que, la cama? -moví mis cejas en doble sentido-
Ella rió exageradamente y luego enredo mis brazos en mi cuello.
-Con que cruja tu corazón, me basta -habló cerca de mis labios-
-Entonces, quédate tranquila que cruje a mil por hora -apoye mis labios sobre los de ella- 
-Perfecto -me besó-

Lo nuestro, es una sólida amistad, un apasionado romance, una vivencia mágica, un desafió a la lógica. 
Lo nuestro es esa brisa imprevista que nos desordenada el día, esa esperanza eterna que nos alegra el alma.

Habían pasado nueve largos meses, las cosas habían tomado un rumbo diferente. Ya estaba titulado, ya tenía mi propio departamento y Juan Pablo -el hijo de Candela- había nacido hace 3 meses, estaba más que regalado con él en mi vida, era como mi hijo, trataba de que él tuviera todo lo que necesitaba, lo amaba más que a todo.
Respecto a  Sara, las cosas siempre han sido raras, indefinidas, divertidas y sin hacernos mayor problemas. No estamos de novios pero si estamos juntos, hace seis meses que venimos en una relación no oficial, tampoco abierta porque nos respetábamos, era algo que solo nosotros entendíamos. La pasábamos bien, nos divertíamos, disfrutábamos de las cosas pequeñas de la vida. Todo es relajado entre nosotros, incluso las pocas discusiones que hemos tenido, Sara es única, me enseñó que no es necesario un nombre para tener una relación, también que podíamos ser amigos, hermanos, compañeros, enemigos, etc. Solo se trataba de vivir el día a día, y de a poco ir sintiendo. La quería muchísimo.

Lo nuestro es ese nexo invisible que nos hace cómplices, ese pequeño gesto que esconde un te quiero.
Lo nuestro es una historia construida de pequeños momentos, matizadas de nostalgias, dudas, sueños y distancias.

-Despedite de Cariló linda -le dije mientras la abrasaba por atrás-
-Esta re lindo el atardecer -dijo mirando hacía el horizonte en la terraza-
-Vamos a volver, quédate tranquila -besé su cuello-
-¿Juntos? -me preguntó mirando de reojo-
-Juntos -aseguré- ya sea como amigos, hermanos, enemigos, conocidos, desconocidos -reímos- pero juntos al fin y al cabo.
-Me parece bien -volteó y choco su frente con la mía- ¿alguna vez te dije que te quiero? -preguntó mientras clavaba sus verdes ojos sobre los míos-
Sonreí como un nene con juguete nuevo.
-Pocas veces, pero cuando lo decís, me alegras la vida aun más -aseguré-
Ella sonrió y se acercó para besarme pero yo la detuve.
-Yo también te quiero -le recordé-
-Lo sé, en cada momento me lo demostras -dejo un piquito en mis labios- no hace falta que me lo digas.
Sin dejar de sonreír uní mis labios con los suyos, y pude comprobar que ella tenía razón.

Lo nuestro es encontrar en tus ojos un pedacito de cielo.

Cuenta Lali.

Te conviertes en mis pensamientos, estos días sin hablar contigo me hacen aun más cobarde. Sabía desde la primera vez que te vi que iba a sentir más de lo planeado, aun así siguen pasando los días y mi soledad me pide compañía, las viejas memorias se reavivan y una visita me aguarda, pero sigo sin poder quitarte de mi cabeza. Tu cara con mi cara, tu olor, tu calor, te necesito. 
Después de este tiempo sin intercambiar una palabra ni siquiera saludarnos, me dí cuenta que fui una tonta, pero tampoco se como ser más lista, mis palabras si son para ti se esconden, se esfuman, se mueren de miedo y no se como hacerlas más fuertes, te echo e menos, te necesito, te anhelo.
¿Podrías disculpar a esta fría vecina que necesita de tu amor?
Atte. Mariana.

-¿Y así me pedís que me olvide de vos? -me preguntó Diego, justo después de releer la carta que horas antes le había enviado a su departamento
-Lo siento, estaba furiosa con vos -bajé mi mirada- tenía celos.
-Siempre lo supe -aclaró- pero vos sos tan terca que te cuesta un montón aceptarlo! -aseguró-
-Perdóname -lo miré- sé que me equivoque en desconfiar de vos, sé que soy fría y que no te demuestro lo mucho que te quiero pero es que me sale así! -hice un puchero-
-Lali -lo miré atenta- es bueno aceptar los errores -aseguró y yo asentí- y también aceptar lo fría que sos conmigo -volví a hacer puchero- ¿y sabes lo que más me jode? -negué- que ya me acostumbre a estar con vos -dijo tierno-
Sonreí inmensamente.
-Me acostumbre a tus quejas, a tu bipolaridad, a tus locuras, a tu forma de querer... aunque igual me gustaría que me lo demostraras un poquito más -dijo tierno-
-Te prometo que voy a tratar -camine hasta él- y discúlpame.
-Linda -acarició mis mejillas- un error lo puede cometer cualquiera pero intenta confiar en mi, por algo estoy con vos -asentí- y no voy a hacerte daño -se acercó a mi boca- y estás disculpada.
Sonreí y me levanté de puntitas un poco para luego unir nuestros labios.
-Te quiero mucho mucho mucho -lo abrasé-
-Yo también -besó mi frente- vecina -reímos-

Y sí, estaba con Diego, mi molestoso vecino. ¿Pueden creer que estuvo más de cuatro meses jugandosela para que yo aceptara ser su novia? es un amor. Vale la pena estar con él, me lo demostró y me lo sigue demostrando. A veces yo era un poco fría con él, no le demostraba todo el cariño que en verdad sentía por él, y por eso mismo fue que hace una semana habíamos peleado y terminado la relación. Ah! y por mis celos también. 
Él esta en su último año de periodismo por ende, se relaciona con muchísima gente y eso me hizo desconfiar de él, pero fue solo una confusión, pero de igual manera habíamos terminado. En estos días me había sentido muy sola, lo veía y ni siquiera nos saludábamos, era terrible, pero ayer me decidí a escribir la carta que hoy le mandé y también me decidí a jugármela más por él, me gustaba muchísimo y no iba a desperdiciar los cinco meses de novios que llevábamos.
Por otra parte, Tomas estaba más grande que nunca. Ahora estaba de vacaciones con la familia de Pablo, ya que en unos días más entraba al colegio, a su segundo año escolar.
Pablo por suerte, había dejado de mentir y molestarme. Decidimos tener contacto solo y exclusivamente por Tomas, y así ha sido todo este tiempo.
Tomas y Diego se llevaban relativamente bien, de repente a Tomas no le agradaba y de repente sí. Pero si lo aceptaba como el novio de mamá aunque lo conoció hace solo dos meses.
Roció vivía con Nicolas, y yo seguía trabajando en la joyería, por suerte todo lo demás iba bien.

-Al fin tiempo solos -me abrazó mientras cocinaba-
-Vos que te haces el que te vaya a rogar para volver -le reclamé-
-Lo merecía ¿no? -besó mi cuello- 
-Si, mereces todo mi amor -me volteé y lo besé- mmm.. te quiero -besó-
-Yo te quiero más amor -besó la punta de mi nariz- y así de cariñosita me encantas -acarició mi cintura-
-Voy a intentar ser así siempre solo porque sos vos eh! -le advertí-
Reímos y él volvió a atrapar mi boca con la sus labios.
Con su ayuda terminé de cocinar, y nuevamente él me atrapo con sus besos pero esta vez eran distintos. Ahora eran más apasionados. Rápidamente enrede mis piernas en su cintura e intensifique el besó.
Él comenzó a caminar conmigo sobre él hasta mi habitación. Hoy habría reconciliación.

Continuara....

No me maten, no me maten, no me matennnnnnn.. Jajaja LAS QUIERO (L) Y aclaro una cosita, no voy a mostrar como son en sus relaciones, los próximos capítulos se darán cuenta que ya va a pasar mucho tiempo, esto era más como el resumen ¿entienden? si que si. JAJJAJAAJ CHAAAAAU GROSAS, GRACIAAS POR LEEEEEEEEEER!!! A penas pueda subo más capitulos!.

Capitulo Ciento Treinta y Ocho.

'Volver a Respirar
Capitulo 138.

-¿Estas segura? -me preguntó mi amiga justo antes de abrir la puerta del depto-
-Si -respondí-
-Bueno, entonces.. suerte -sonrió y me abrasó-
-Gracias -sonreí-
Abrí la puerta del departamento, y luego de verificar que mi decisión fuese la correcta, cerré la puerta. Suspiré y camine hasta el ascensor. Apreté el botón y el ascensor rápidamente llegó, me subí en él y apreté el botón del primer piso pero antes de que las puertas se cerraran completamente, alguien gritó "Espérame", apreté el botón de volver a abrir algo asustada y pude ver a un chico que corría hasta el ascensor.
-Gracias! -dijo cuando ya estaba adentro-
-De nada -respondí tímida-
Observé disimuladamente al chico, era alto, más bien musculoso, sus ojos eran increíblemente sorprendentes de un color esmeralda, y su cabello era café con muchos rulos. Me sonrió al notar que lo miraba. Y ahí pude jurar que caía desmayada, sus hoyuelos en sus mejillas me hicieron volverme loca.
-Hola, soy Diego -habló con una única voz media ronca-
-Hola -sonreí nerviosa- Mariana, me llamo Lali.. digo.. -reímos- me dicen Lali -volví a reír incomoda-
-Lindo nombre -sonrió- ¿vivís acá? -me preguntó sin dejar de sonreír-
-Sí, piso siete -respondí- ¿vos? nunca te había visto por acá.
-Es que esta es mi primera semana acá -contestó- y mira que casualidad, yo también estoy en piso siete, departamento 40.
-Boe! entonces, bienvenido -sonreí- yo soy del 43 -agregue-
-Lo sé, ayer te vi entrar junto a tu nene, ¿tu hermano pequeño podría ser? -preguntó interesado-
-No -reí- es mi hijo -aclaré-
-¿Tu hijo? -preguntó sorprendido-
-Si, ¿por? -le pregunté riendo-
-Nada, es que se veía grande el nene y...
-Tiene seis -acoté- y lo tuve chiquita, es una larga historia.
El timbre de que habíamos llegado al primer piso sonó, las puertas se abrieron y ambos salimos del ascensor, saludamos al conserje y salimos del edificio.
-Te mantenes muy bien, entonces porque ni se te nota que hayas tenido un hijo -me halago-
-Gracias -reí-
Noté el auto de Peter en el esquina de la calle, era hora de irme.
-Me tengo que ir -le dije-
-Si, yo también -sonrió- espero verte más seguido y poder charlar por un rato más ¿no?
-Claro -sonreí- nos vemos.
-Chau -se acercó y besó mi mejilla-
Sonreímos y cada uno camino por su lado.

-Hola -dije al entrar al auto de Peter-
-Hola -besó mi mejilla- ¿todo bien? -me preguntó después de encender el motor-
-Todo bien -afirmé- ¿vos? ¿como estuvo tu semana?
-Normal, se me hizo eterna pero al fin llegó el sábado -sonreímos-
-¿A donde vamos? -le pregunté mientras él arrancaba-
-¿Donde queres ir? -me miró-
-Por mi hablamos acá en el auto -aseguré-
Peter frenó repentinamente y me miró sorprendido.
-¿Vos decís? -me preguntó-
-Si, solo vamos a hablar, aclarar un par de cosas y listo -afirmé-
-Esta bien.
Se estaciono en un costado de la calle en la cual estábamos y luego de unos minutos de silenció decidí comenzar. Apague la música y me acomodé en mi asiento para poder mirarlo mejor.
-Para mi no es fácil esto... -comencé- pero, ya que decidimos juntarnos para hablar de lo que pasó hace una semana, creo que tenes que saber lo que sentí con ese beso -él asintió- yo.. -lo miré complicada- estoy confundida, no sé que es lo realmente quiero, y me da miedo intentar algo nuevamente si no estoy segura de lo que siento por vos -lo miré complicada, mordiendo mi labio inferior-
El rostro de Peter cambió radicalmente, sus facciones se pusieron tensas. Me miro fijamente y luego botó aire.
-No..no sé que decirte, la verdad es que no me esperaba esto -dijo algo triste-
Suspiré y pasé mis manos sobre mi rostro.
-Peter, ya estoy cansada de darle vuelta a este tema -dije un poco estresada- creo que de verdad ya no podemos hacer más,  lo hemos intentado todo y... -suspiré algo frustrada- yo ya no sé si quiero volver a intentar algo más -lo miré triste- siento que ya no es lo mismo, el besó para mi no fue lo que creí que seria, y me decepcione conmigo misma por eso! -aseguré-
-Tenes razón, creo que ya no podemos hacer más -me miro serio- quizás seamos demasiado jóvenes o no sé, pero creo que es hora de vivir cada uno por su lado -aseguró- lo demás ya no podemos decidirlo nosotros -bajo su vista-
-Es terrible esto porque pensé que te iba a besar y todo iba a volver a ser igual, pero no sé que paso -mis ojos se cristalizaron  un poco- no sé si todo fue muy rápido, muy confuso.. no sé -lo miré un poco culpable-
-El tiempo va a desgatando las cosas, no te sientas culpable -acarició mis manos- y creo que lo mejor será empezar de nuevo cada uno por su lado y.. dejar esto hasta acá -dijo casi susurrando- nos va a ser bien.
Asentí y baje mi vista, algunas lágrimas cayeron por mis mejillas pero rápidamente las limpié.

El silenció era realmente incomodo, los dos estábamos casi como estatuas sin saber que decir. Traté de encontrar las palabras justas para no seguir con el tema que de verdad me estaba cansando.
-Me gustaría verte feliz -dijo Peter- no importa donde, ni con quien pero si sé que sos feliz, me va a hacer bien -admitió-
Sonreí y sin pensarlo lo abrasé, a pesar de todo sentía un cariño inmenso hacia él.
-Te prometo que así va a hacer -susurré-
-Linda -acarició mi cabello mientras me abrazaba- te amo.. -murmuró-
Me quede un poco tildada pero seguí abrazándolo, minutos después me separé de él y lo mire fijamente.
-No me odies -susurré-
-¿Porque? -me preguntó incomprendido-
-Por todo, por ser poco jugada, pero es que te juro que no quiero sufrir más, te juro que quiero estar bien y así como estoy ahora me siento bien -dije nerviosa-
Él asintió y me observó por unos largos segundos.
-Jamás te voy a odiar -aclaró-
Y ahí me quebré, me salió un pequeño llanto y él rápidamente me abrazó.
-Me vas a hacer llorar a mi -susurró en mi oído-
-No, lo siento -me sequé mis mejillas- pero es que.. nunca pensé que esto iba a pasar -lo miré- yo te amo, sé que te amo pero también sé que ya nada es lo mismo y que lo mejor es separarnos.
-Tranquila -volvió a abrazarme- con saber eso, me basta -besó mi frente- tal vez no es nuestro momento pero eso no quiere decir que el cariño se vaya -aclaró-
Asentí y lo abrasé aun más. Quizás este sería el último día en que lo sentiría tan cerca.
-Solo te voy a pedir una cosa Lali -habló luego de varios minutos-
-Decime -lo miré-
-Cuídate, y cuídalo a Tomas por favor -me pidió-
-Sí -sonreí- gracias -volví a sus brazos-


Ahora ya sé cuando algo está acabado, sé cuando parar, sé cuándo no hay 
que seguir tirando de la cuerda… porque ya no hay nada más que sacar. 
Sólo los que se aferran a la idea de que haya algo más allá de lo encontrado, 
sufren. No le pidas a una persona más de lo que tiene para ofrecerte. 
No puede ser: el amor se apaga, el amigo se aleja, la suerte se pierde a la 
vuelta de la esquina… No la persigas, déjala ir. Si tiene que volver, volverá 
por otro camino. Es sencillo, lo único que tienes que hacer es seguir caminando 
hacia delante, puedes pararte a echar un vistazo al pasado para recordar 
alguna enseñanza olvidada, pero no te lo quedes mirando. La gente irá y vendrá, 
mira que no hay personas en el mundo… Hay gente que tan solo entra en tu vida 
de repente para darte una lección y acto seguido sale de ella, desaparece casi sin 
dejar rastro… tómate esa lección muy enserio. Imagínate que mañana fuera tu
último día, imagínate que mañana ya fuera demasiado tarde…
¿Perdonarías a tus enemigos? ¿Dirías lo que nunca te atreviste a mencionar? 
¿Por qué no puede ser ahora el momento adecuado? Y da igual cuán perfecto 
sea él, no pares a mirar en sus virtudes, sus defectos, los sentimientos que 
encendía en tu interior… si no te quiere, si el sentimiento se apaga, si todo se
acaba de repente un día tan sólo debes pensar que si eso ha pasado, 
es que no es para ti. 
Déjalo ir… es mejor… dejarlo ir. ¿Pero y si dejando ir algo que quieres pierdes
la oportunidad de volver a traerlo a tu lado? ¿Qué pasa si no se trata de ser
 fuerte y formar tu propio camino sino de perseguir el camino que llevas 
soñando tanto tiempo? Improvisemos los pocos minutos que nos quedan en 
este lugar ¿No es maravillosa esa sensación de saber que puedes cambiar
toda la historia con tan sólo un gesto, una palabra… una mirada? 
Sin embargo yo ahora prefiero perderme entre las copas y las risas de un bar… 
para olvidarte. Dejemos el resto de la historia en manos del azar.


Continuara...

Capitulo Ciento Treinta y Siete.

'Volver a Respirar'
Capitulo 137.

¿Y las mariposas corriendo por mi estomago? ¿Y ese terrible cosquilleo al sentir sus labios sobre los míos? ¿Y esa sonrisa inevitable que me daba al saber que era mio? ¿donde quedó todo eso? ¿en que momento van a aparecer?.
El besó seguía, el tiempo avanzaba y mi cabeza iba a explotar. Necesitaba saber que era lo que me pasaba, ni yo entendía porque aun lo seguía besando si no estaba totalmente segura de querer volver con él.
Él bajo una de sus manos hasta mi cadera, y con la otra agarró mi cuello e hizo que me acercara aun más a él. Abrí mis ojos mientras seguíamos en el besó y vi la profundidad de su rostro, estaba muy apasionado.
Traté de separarme un poco de él pero fue imposible, Peter se volvió a acercar y choque bruscamente con la pared.
-Ay! -me quejé mientras seguíamos en el besó-
-Lo siento -se disculpó sin separarse de mi boca-
Y su lengua volvió a buscar la mía.
Por mi cabeza pasaban mil y un pensamientos, nunca antes había dudado de estar con él y ahora, en este preciso momento estaba dudando si seguir con esto. Sabía que él era mi vida, que lo amaba más que a nadie pero ya no era lo mismo, el sentimiento ya no esta tan fuerte como antes.

Peter bajó con sus manos hasta mi cola, se mantuvo ahí por algunos segundos hasta que trató de levantarme pero yo no lo dejé y justo ahí termine el beso.
-Creo que deberíamos bajar -dije un poco complicada-´
Él encarnó una ceja y suspiró.
-¿Segura? -preguntó algo sorprendido-
-Sí.
Peter asintió y antes de alejarse volvió a mis labios, dejó un corto besó y se separó de mi. Yo me arregle el pelo y luego de sonreirle algo tímida, salí de la habitación seguida por él.
Bajamos en silenció y volvimos al grupo, me senté al lado de Romina y me integre a la charla que todo el grupo llevaba. Sentí la fulminante mirada de Fernanda sobre mi, pero no le preste atención.

Cuenta Peter.

¿Que significo ese beso? lo mejor de la noche y del ultimo tiempo. En resumen, algo que estaba pendiente y que quizás sea el primer paso para retomar de a poco la relación con Lali o al menos intentarlo.
Estaba sentado frente a ella en el mismo grupo, la miré por algunos segundos, la veía algo incomoda y trataba de no mirarme, la sentía rara aunque bueno, debía estar un poco confundida con lo que pasó recién  la entendía.
Me levanté y fui por un trago, necesitaba dejar de pensar en lo que pasó recién.
-Te estaba buscando gordo -me habló Fernanda, quien llegó a mi lado-
-Acá estoy -sonreí- ¿que necesitabas?
-Un abrazó -hizo un puchero-
-¿Porque? -pregunté riendo-
-Vos solo abrázame malo! -se quejó como chiquita-
-¿Y si no quiero? -la jodí-
-Te tiro todo mi trago -señalo su vaso-
-Oh no no -la abrasé riendo- ¿segura no te paso nada? -le pregunté un poco preocupado-
-Bueno sí -se separó de mi- un pibe me esta jodiendo hace mucho para que baile con él pero no entiende que no quiero -contestó- ¿que más tengo que hacer? ¿decirle que es feisimo? -me preguntó algo histérica-
-Podría ser -reí-
-Odio a los chicos -se quejó-
-Quejona -me burlé-
-Sí -me miró seria-
-Odiosa -tomé un poco de mi trago-
-¿Y vos, donde andabas? -me preguntó mientras movía sus cejas-
-Por ahí -reí-
-Auuu -me jodió- cuidadito vos, sos solo mió -me advirtió-
-Si princesita -apreté sus mejillas-
-Tarado -me abrasó-

Me fui con ella hasta el grupo en que estaba, eran todos los de mi facultad así que me quede boludeando con ellos, claro que sin dejar de mirar a Lali de vez en cuanto.

Cuenta Lali.

-Tengo algo que decirte -le susurré a Rochi cuando me senté a su lado y la aparté de Nico-
-¿Bueno o malo? -me preguntó interesada-
-No sé -suspiré-
-¿Sobre que? -me miró confundida-
-Peter -respondí complicada-
-¿Paso algo con él? -abrió sus ojos, sorprendida-
-Chapamos.
Mordí mi labio inferior y me tape los ojos con mis manos.
-Jodeme -exclamó sorprendida-
-Fue algo chiquito -la miré-
-¿Como pasó? ¿cuando? -me cuestionó interesada-
-Hace poco, cuando subimos a buscar el poleron -suspiré- pero no sé, fue raro, fue tonto el beso, paso porque no sé.. -dije confundida-
-¿Como no sabes? -me preguntó sorprendida aun- Lali chaparon! -exclamó bajito- es obvio que lo hiciste porque quisiste.
-Sí quise, pero no fue como me lo esperaba -dije complicada-
-¿Como? -cuestionó sin entenderme-
-No sé, pensé que al volver a besarlo iba a sentir lo mismo que antes, iba a morir de emoción, iba a volver a revivir todos esos sentimientos que se han ido pero.. no fue así -bajé mi vista- creo que ni ganas tenía de seguir con el beso -la miré- y ya sé, soy una histérica, complicada, vueltera, tonta, etc!.. decime lo que queras, pero ya no es lo mismo.. algo cambió y yo lo siento -confesé-
-Ay amiga -acarició mi hombro- que complicada que somos -bufé- y si sentís que algo esta mal, quizás tenes que dejar todo tal y como está, seguir separados y boeee.. no sé, más adelante quizás se vuelvan a reencontrar ¿no?
-Tal vez -asentí preocupada- igual me da terror dejar de sentir cosas por él, yo lo amo pero sé que no estaría bueno intentar algo que no este segura -agregué-
-Vos solo tenes que hacer lo que sentís, si sentís eso, esta bien, así va a hacer -me abrasó-
-Te quiero mucho -dije algo apenada-
-Yo igual amiga -besó mi mejilla- y arriba el animo, capaz que esto sea bueno para los dos -sonrió- pensa en positivo ¿si?
Asentí y sonreí sin ganas. Esto tenía que hacercelo saber a Peter si en algún momento llegamos a hablar de lo que pasó hace minutos.

Lo busque con la mirada y lo encontré en el grupo de Fernanda, jodiendo con todos y riendo junto a ella. Los observé algunos minutos y vi como se abrazaban y se secreteaban, estaba segura que entre ellos había algo informal, ella no había dejado de mirarnos en toda la noche, y a penas pudo fue en busca de Peter, no creo que solo sea su amiga.
-¿Te jode que este con ella? -me preguntó alguien a mi lado, la miré y era Candela-
-Un poco, pero no de celos ¿sabes? -volví mi mirada a ellos- se nota que se llevan muy bien.
-Son muy amigos -acotó- pero nada más, Peter no esta con nadie -aclaró-
La miré y sonreí.
-No me preocupa eso, incluso estaría feliz si él encontrara a alguien más -admití-
-¿Segura? -preguntó sorprendida-
-No estoy segura pero creo que si -reímos-
-Sos divina -me abrasó-

La noche avanzó sin mayores problemas, a eso de las 6 de la mañana quedaban solo los amigos. Por suerte el grupo de Fernanda se fue, y quedó el de Peter y el Cande nada más.
Peter me ofreció llevarme a casa pero me negué, lo había visto tomando y no me iba a arriesgar de que nos pasara algo, encima que con los chicos optamos por esperar a que amaneciera para irnos.

-Creo que nos debemos una charla -dijo Peter al momento en que me iba a despedir de él-
-Sí, también lo creo -le respondí-
-¿Cuando? -me preguntó sonriendo-
-No sé -suspiré-
-¿Queres que a la tarde vaya a tu depto? -me preguntó-
-No -lo miré- Peter.. -me miró atento- estoy algo confundida con lo que pasó y..
-Te entiendo -me interrumpió- hablamos en la semana si queres.
-Mejor -sonreí-
-Cuídate -me abrasó- y me encantó el beso -susurró en mi oído-
Sonreí y dejé un beso en su mejilla.
-Nos vemos -me alejé de él-
Me despedí de los demás y luego me fui junto a Javier, Rochi y Nico. Tal y como habíamos llegado.

Cuenta Peter.

Yo también admitía que estaba confundido pero sabía que quería intentar algo, y también sabia que le iba a dar todo el tiempo del mundo para que estuviera clara y segura de lo que ella quería.
Se fueron todos, la mayoría borrachos y eso me causaba mucha gracia, hacían cada locura. Me acordaba de cuando yo había empezado la facultad, era igual a ellos a veces.

Me metí a la cocina para tomar un pastilla para el dolor de cabeza y poder dormir pero al entrar me encontré con Sara quien estaba comiendo un sandwich.
-Apa, te bajó el hambre -dije riendo-
-Estoy muertaaaaa -exclamó riendo-
-Borracha -la jodí-
-No gracias -rió- estoy bien, posta.
-Si claaa! -reímos- ¿te vas a quedar? -le pregunté al verla con un pijama-
-Ajam, Cande me invito ¿algún problema?
-No -reí- pero tu pijama esta muy lindo -dije sarcásticamente-
-Que pesado que sooooos! -exclamó riendo-
-Me causa mucha gracia tus ositos -lo señale riendo-
-Mátate Peter! -gritó-
-Shhh.. Cande se puede alarmar y va a pensar que te estoy violando -seguía riendo-
-Igual te encantaría violarme con este pijama de ositos -siguió la broma-
-Obviooo que si, me excitas muchísimo vestida así -mordí mi labio inferior mientras reía-
-Que malo que sos conmigo -se hizo la ofendida-
-Na hablando enserio -dije mientras buscaba la pastilla- te ves muy tierna vestida así -la miré fijamente-
-Gracias -sonrió- combina con mi cara de bebe -acotó-
-Pero si sos una bebe! -exclamé-
-Chiquita chiquita -agregó ella sonriendo-
-Y muy tierna -agregué-
-Gracias Petersin -se levantó de su asiento- esta nenita se va a la cama -pasó por mi lado-
-Dormí bien -la miré-
-Vos también.
Sonrió tiernamente y se fue de la cocina.
Suspiré y me tome la pastilla, necesitaba irme a la cama a dormir ahora mismo.


Continuara....