2 de diciembre de 2012

Capitulo Ciento Diecinueve.

'Volver a Respirar'
Capitulo 119.

Cuenta Lali:

Me levanté con un dolor de cabeza insoportable, me había pasado la noche llorando y pensando en como mierda hice para que todo poco a poco se derrumbará.
Bostecé sin ganas de moverme, por mi me quedaría todo el día en la cama haciendo nada, pero no se podía, tenía que cumplir con mi labor de madre, estudiante y vendedora.
Me levanté casi a los arrastres, me meti a la ducha y me quedé como boluda debajo del agua. Recordé que tenia clases en media hora más, asi que desperté y continue duchandome. Al salir, Roció preparaba el desayuno asi que me fui a vestir rapidamente.

-¿Estás mejor? -me preguntó al verme llegar al comedor-
-Algo -dije desganada y me senté- ¿vos como amaneciste?
-Bien -sonrió pero rapidamente su sonrisa se borro y suspiró- amiga, no me gusta verte así -tomo mi mano y la acarició- no otra vez -hizo un puchero-
-No puedo estar mejor -y mis ojos se llenaron de lágrimas-
-No no no -se acercó y me abrasó- todo se va a arreglar, ya vas a ver -acarició mi cabello-
-Es lo que más deseo -dije entre lágrimas-
-Tranquila -y volví a hundirme en su abrazo a llorar-

Algunos minutos después miré el reloj y quedaban solo 15 minutos para llegar a la facultad.
-A penas salga de la clase me vengo corriendo ¿si? -dije mientras tomaba mi cartera-
-Dale, te apuras que yo también tengo facu -me recordó-
-Si si -besé su mejillas- gracias por todo amiga.
-De nada flacucha -me abrasó- y no andes llorando eh -me advirtió-
Le regalé una pequeñisima sonrisa y sali del departamento. Baje por el ascensor y luego de saludar al conserje, sali del edifició y caminar al paradero para encontrar algun autobus. Dios este dia iba a ser tan largo!.

Cuenta Peter:

Abri los ojos y miré a mi al rededor, algo en mí faltaba y se notaba. Bufé, el día estaba algo nublado. Me senté en la cama y miré la hora. Me levanté rapidamente y me meti a la ducha, me había quedado dormido!.
Me vesti lo más rapido posible y sali corriendo hasta mi auto, en el camino me encontré con mamá la cual solo escucho un  "voy atrasado" de mi parte.
Llegue a la facultad, cinco minutos retrasado, pero no importaba. El profesor recién habia comenzado la clase, me senté a escucharlo pero era casi imposible. Mi cabeza estaba en otra parte, pensando en mis problemas, en Lali, en Candela. Me era imposible concentrarme.

-Peter! -exclamo una aguda voz al salir del salón. Volteé y vi a Fernanda que se me acercaba-
-¿Si? -le pregunté amable-
-Nos tocó hacer el trabajo juntos -habló riendo-
Claro, ni siquiera en eso me pude concentrar!. El profesor había dado un trabajo en parejas y me había tocado con Fernanda. Una chica algo timida, inteligente y muy femenina. Era morocha pero tenía unos increíbles ojos verdes que hacian que su mirada te atrapará.
-Cierto -dijé riendo- sorry estoy con mi cabeza en otra parte -me disculpé-
-No importa -sonrió- ¿cuando lo hacemos? es para la proxima semana -me recordó-
-Uhh, este.. ¿cuando podes vos? -le pregunté complicado-
-No lo sé, estoy viendo donde empezar con mi practica asi que mucho tiempo no tengo.
-Yo también estoy viendo lo de la practica -dije comenzando a caminar junto a ella-
-Es un bajón, me quita todo el tiempo -se quejó y yo reí- pero bueno -suspiró-
-¿Te parece si el mañana -miercoles- lo empezamos y el sábado lo terminamos? -le pregunté-
-Dale, te invitó a mi casa porque no estoy con auto para ir a la tuya -dijo riendo-
-Boee, ahí estaré -reímos-
Anotó su dirección en un papelito, me lo dió y luego nos despedimos. Camine hasta la cafetería y me compré un café con unas galletas.
-Hola, si yo también te extraño bro -dijo Nico sentandosé a mi lado-
-Sos un pelotudo -dije riendo-
-Me he vuelto muy sentimental ¿sabes? -puso una ridicula voz y ambos nos cagamos de risa- naa, enserio man! ¿donde has estado?
-Eso deberia preguntartelo yo -dije moviendo mis cejas-
-Rocio me tiene ocupadito -sonrio como niño bueno-
-A boeee! -reí- estas hasta las manos vos eh!
-Me enloquecé la amiga de tu novia.
Novia, novia, novia.. Mi sonrisa desapareció inmediatamente.
-¿Que le paso a tu cara pelado? -dijo algo preocupado ante mi reacción-
-Nada -suspiré- solo que ya no tengo más novia -lo miré-
-¿Que paso con Lali? -dijo sin creerlo-
-Cortamos. -respondi serio, evitando ese molestoso nudo en mi garganta-

Cuenta Lali:

Llegue a casa, Rocio de inmediato se fue y me quedé con Tomas quien ya estaba vestido para ir al colegio.
-Hijo a comer! -le grite y de inmediato se sento- ¿tenes hambre? -le pregunté riendo-
-Si si si! -exclamo sonriendo-
-Hermoso -besé su frente y fui hasta la cocina para luego volver con su plato- toma, cometelo todo.
-Me encanta la comida -dijo alegre-
-Lo sé -me senté al frente de él-
-¿Y vos no vas a comer? -me preguntó-
-No, más tarde -sonreí-
Él era mi felicidad, quizás no lo era completa pero era una gran parte, por él me levanto día tras día a pesar de todos los problemas.

Omití el almuerzo, no tenia ganas de comer simplemente. Lleve a Tomas al colegio y luego me fui al laburo. Me sorprendi al ver a dos nuevos vendedores.
-¿Y ellos? -le pregunté a Ricardo, mi compañero-
-Despidieron a Laura y Roberto -me respondió-
-¿Y porque? -pregunté sorprendida-
-Los pillaron en algo extraño.. algo así supe -contestó-
-Uhhh, que mal..
-Igual esta bueno que traigan a gente nueva de vez en cuanto -agregó-
-Obvio, con tal de que no me quiten mi trabajo -reímos- ¿y hablaste con ellos ya? -volví a preguntar-
-Algo, se ven buenos chicos. Son como de tu edad -acotó-
-Ahhh... ojala sirvan, y no sean un estorbo -comenté con cierta arrogancia-
-Claro, como vos aprendiste todo el primer dia -bromeó-
-Ahhh, no me molestes! -dije riendo-
-Solo son bromas chiquita -reímos- aproposito, Marcela -su mujer- te extraña bastante.
-Yo también! ¿porque ya no viene a trabajar acá? -le pregunté curiosa-
-Porque esta laburando en otra parte y le pagan mucho mejor -contestó-
-Decile que se venga a dar una vueltita, necesito sus consejos -hice puchero-
-Le diré entonces.. -sonrió-
-Gracias ricardoo! -lo abrasé un poco-
-¿Vos te encontras bien? -me preguntó algo preocupado-
-Y algunos problemitas.. pero creo que todo tiene solución en la vida ¿no? -lo mire triste-
-Claro que si -sonrió- igual acá tenes a un experto, cualquier cosa estoy ¿lo sabes no?
-Si Ricardo, gracias -sonreímos- quizás mas tarde, te comenté algunas cosas.
-¿Malas? -preguntó preocupado al ver mi rostro-
-Si -baje mi mirada- pero ya está, ahora tenemos que laburar! -dije tratando de darme ánimo-
-Más tarde hablamos querida -acarició mi hombro y luego se fue a atender-

La tarde se me hizo rapida ya que hubieron muchisimos clientes y bueno, los nuevos no sabían mucho asi que decidi ayudarlos. Necesitaba que mi mente estuviera en otro lado que no fuese Peter.
-Exacto, justo así! -exclamé a uno de los chicos nuevos, al terminar de explicarle como tenía que mostrar las joyas-
-Gracias... -dijo esperando que yo le dijera mi nombre-
-Lali -sonreí-
-Gracias Lali -repitió y reímos- yo soy Javier -se presentó amable-
-Epero que hallas aprendido algo -dije sonriendo-
-Muchisimo -aclaró-
-Mejor asi -reímos- boee, ya Ricardo esta cerrando asi que es hora de irnos -tome mi celular-
-Ajam..
Caminamos hasta los lockers, saque mis cosas y me puse mi campera.
-¿Te llevo? -me pregunto Ricardo al pasar por mi lado-
-Dale -sonreí-
-Esperame un poco -y camino hasta no se donde-
Me senté en la banquita y tome mi celular para mandarle un mensaje a Rochi.
"¿Ya estan en casa?"
Y rapidamente Rochi me mando uno de vuelta.
"Si, ¿vos como estas amiga?"
Iba a contestarle pero la voz de un chico me interrumpió. Levanté mi vista y era Javier.
-Sorry, no te escuché -me disculpé y él rió-
-¿Trabajas acá todos los dias? -me repitió-
-Solo en el turno de la tarde -respondi-
-Yo también, o eso creo -reímos-
-Entonces, nos vemos mañana -sonreí amable-
-Dale.. -dijo algo nervioso- ¿te vas sola?
-No no, estoy esperando a Ricardo -y ambos lo miramos ya que venia hacia nosotros-
-Ya estoy listo, vamos -me dijo Ricardo-
-Dale -guardé mi celular y me levanté-

Los tres salimos del local, Javier se despidió de nosotros y se subió a un lujoso auto. Y nosotros nos subimos al auto de Ricardo.
-¿Viste el tremendo auto que tenia? -le pregunté extrañada, él asintió-
-Es extraño que trabaje si tiene dinero para comprar y mantener semejante auto -comentó-
-Si, es raro.. -agregue-
-Boee, cada cual con lo suyo -reímos- ¿vos que tenes para contarme? -me dio una rapida mirada-
-Uff.. -suspiré triste- me quedé sola -lo miré haciendo puchero- ya no tengo novio y.. es por mi culpa -dije con mis ojos un poco brillosos-

Continuara...