20 de marzo de 2013

Capitulo Ciento Cuarenta y Uno.

'Volver a Respirar'
Capitulo 141.

Cuenta Lali.

Me despedí de la familia de mi mejor amigo, y junto a Tomas, bajamos del auto para entrar inmediatamente al edificio. Saludé al conserje quien me detuvo para entregarme una bolsa que habían dejado para mí en el recepción. Agradecí su amabilidad y nos subimos al ascensor.
-¿Que es? -me preguntó Tomas al notar que no había tomado en cuenta la bolsa-
-No lo sé -le respondí y bostecé- tengo muchísimo sueño -cambié de tema-
-Yo también -bostezó- pero voy a tener dos días para descansar -se alegró-
-Sí -acaricié su cabello- descansaremos juntos -aclaré-
Tomas me atrapo entre sus brazos y apoyó su cabeza en mi pecho.
-Te amo mamá -dijo tiernamente-
-Yo también hijo -besé su frente-
Él era mi felicidad, mi razón de vivir. Solo él.

Las puertas del ascensor se abrieron, y para mi desgracia -quizás- del otro lado estaba Diego. Nuestras miradas se cruzaron pero yo desvié la mía rápidamente y camine sin titubear hasta mi departamento.
Saque las llaves y con un notorio nerviosismo intenté abrir la puerta, sentía su mirada posada en mí y eso me intimidaba aun más.
-Si queres te ayudo a abrir -sentí su voz que me hablaba-
Lo ignoré. Tomas miraba la situación con cierto desconcierto, cada día crecía más y entendía mejor las cosas. Al fin pude abrir la maldita puerta, Tomas ingresó rápidamente y yo pensaba hacer lo mismo pero él fue más rápido y me agarro del brazo imposibilitando mi paso.
-Lali -susurró con un tono de voz bastante amargó-
-Soltame, por favor -le pedí evitando su mirada-
-Escúchame -dijo con un tono de voz suplicante-
-¿Para que? -le cuestioné y esta vez lo miré directamente a sus ojos, él silenció- para que después te alteres, me digas que soy lo peor de tu vida, y luego me pegues ¿para eso? -le pregunté con bronca-
Él suspiró y negó a la vez.
-Me equivoqué, lo sé y te pedí perdón mil veces -recordó- no estaba con mis cinco sentidos buenos, no estaba consciente de lo que hacía o decía... perdóname -volvió a decir y yo solo desvié mi mirada- Lali, por favor escúchame -volvió a pedirme-
-No me interesa -dije seca, sin ningún interés-
-Yo sé que te interesa -afirmó- mi amor.. -trató de agarrar mi rostro con su mano libre pero yo me negué- por favor -suplicó-
-Basta -lo miré fijamente- no sigas haciendo el papel de victima.
-No lo hago, sé que yo fui el hijo de puta -aseguró- pero siento que nos debemos una charla, aunque sea la última pero necesitamos hablar -me pidió una vez más-
Tenía tanta bronca, ira, furia contra él pero a la vez, tenía un enredo en mi cabeza y en mi corazón.
Mis ojos me fallaron y evidenciaron mi cumulo de lágrimas que estaba a punto de salir.
-Lali... -volvió a nombrarme en tono suplicante-
Bajé mi vista y susurré.
-Soltame -y él no entendió- me duele -volví mi vista a él- justo donde me estas agarrando esta el moretón -le recordé-
Rápidamente me soltó.
-Perdóname -dijo triste-
-Andate a la mierda.
Me di media vuelta y esta vez si entré a mi departamento, cerré rápidamente la puerta y me apoyé en ella, mis lágrimas comenzaron a correr desesperadamente por mis mejillas.

Nunca busques la felicidad en algo que te produce más daño que la propia felicidad que te puede dar.

Casi una hora llorando en silencio, dando vueltas en mi cama como una loca sin saber que hacer. Mi vista se fijó en aquella foto, esa maldita foto. Desde ese día, nada volvió a hacer igual.

FlasBack.

Encontré la cámara de Diego sobre su mesita de luz, de seguro hoy no la usaría para sus clases o sus cientos de trabajos. La tomé con cierta curiosidad, nunca me había interesado que tipo de fotos tenía allí, solo una vez que me sacó una la cual rápidamente borró a pedido mió.
La prendí, y apareció una foto de lo más normal en la facultad, con amigos, y como esa habían 30 más. Hasta que llegué a unas que eran verdaderamente borrosas, solo se podía divisar que estaban en un lugar oscuro lleno de luces, habían varias de ese tipo hasta que al fin aparecieron las claras, pero su contenido era algo de lo que menos me esperaba.
Una pipa, varias cajetillas de cigarros, diferentes botellas de alcohol, un porro natural, plantas de marihuana y pequeñas bolsas con contenido blanco, que varias fotos después supe que aquello blanco era cocaína.

Mi aliento se congelo, mis ojos quedaron pegados en algún rincón de la habitación sin sentido alguno, estaba tildada, congelada, sorprendida, impresionada. ¿Que clase de broma era esta?. 
Volví a revisar las fotos que quedaban y todas eran igual, dejé la cámara en su lugar y me levanté rápidamente de la cama. Sorprendida, traté de vestirme lo más rápido posible. No, quizás este sea un error, una equivocación, o fotos para algún trabajo -pensé- estaba desconcertada, creí que sabía todo de él pero ¿drogas? ¿en que momento se le olvidó ese gran detalle?
Sin pensarlo dos veces, me metí en su placard, busque cajón por cajón, desordené todo tratando de encontrar alguna de esas bolsitas que tenían gramos de coca. Pero no encontré nada más que unos simples papelillos.
No quise seguir con esto, tomé mis cosas y salí rápido de su departamento hacía el mió. Él debería de estar por llegar.
Me dí una ducha de agua fría para tratar de aclarar mis pensamientos, pero no pasó nada. Seguía igual de colgada, de sorprendida, sin poder creerlo. Claramente, Diego andaba en algo raro pero ¿como nunca sospeche? ¿tan bueno es mintiendo? son ocho meses juntos y recién ahora me enteró de que quizás sea traficante de drogas o... No quiero ni pensar en eso una vez más, aun estoy confundida.

El timbre sonó, miré el reloj y marcaban las 13:50 de la tarde del día Sábado, debía ser él. Tomas estaba desde ayer en lo de Pablo y volvía mañana, y no se me ocurría nadie más.
Me levanté insegura, no sabía como exactamente mirarlo, hablarle, preguntarle sobre las fotos.. necesitaba una explicación.
-¿Porque tardaste tanto en abrir? -me preguntó mientras entraba al departamento- pensé que no estabas -y dejo las bolsas que tenía en su mano arriba de la mesa- traje comida -habló mientras yo aun no volteaba a verlo- eu amor -me llamó pero yo no volteé- Lali -se acercó y yo ahora si volteé- ¿pasa algo? -me preguntó cuando posé mi mirada con la suya-
Negué tratando de sonreír pero fue en vano.
-¿Segura? -me preguntó incrédulo- 
-Esta todo bien -dije a penas-
-¿Enserio? -volvió a preguntar sin creerme-
-Si -afirmé-
-Omm -sonrió y agarro mi rostro entre sus manos- estás hermosa hoy -se acercó a mis labios y depositó un tierno piquito- ¿me extrañaste en la mañana? -preguntó mientras me abrazaba-
-Un poco -dije totalmente fría pero tratando de que él no lo notara-
-Yo sí te extrañe, quería volver a la cama con vos -besó mi frente- ¿cocinamos? -me preguntó cuando se alejó-
-Bueno -respondí mientras caminaba hacía la cocina-
Me trague las miles de preguntas que tenía en mi mente, me aguante las ganas de gritarle, y me banque la mentira. Pero solo por la hora de almuerzo, en cuanto estuviéramos tranquilos, sentados viendo una película quizás, le preguntaría acerca de aquellas fotos.

-¿Estuviste metida en mi placard? -me preguntó algo molestó al salir de su habitación y encontrarme en el living-
Trague saliva, lo miré por algunos segundos y respondí.
-Sí, estuve buscando una remera para ponerme en cuanto desperté -mentí-
-Ahhh.. -juré que había dicho eso con un alivio en su garganta- ¿era necesario desordenarlo todo? -me preguntó riendo, notoriamente cambió de humor-
-Sí -contesté seca-
Él levantó una ceja y me miró confundido ante mi reacción.
-¿Te pasa algo? -preguntó curioso y yo negué- amor, sé que te pasa algo -aseguró- has estado todo el día rara -se acercó un poco- 
-Te dije que no me pasa nada -me levanté del sofá y camine hasta la cocina americana para sacar un poco de agua-
-No te creo -aseguró y yo lo miré seria- ¿porque no me queres contar? ¿a caso no confías en mí? -me preguntó desentendido-
-¿Y vos confías en mí? -le pregunté sin filtro-
-Sí.. -se acercó hasta una esquina de la cocina- ¿tenes alguna duda? -me preguntó sin despegar su vista de mí-
Me mataba esa mirada, y él lo sabía. Sabía que justamente esa mirada me hacía poner nerviosa, despegar los pies sobre la tierra y querer volar junto a él, por eso la hacía ahora. Pero no me iba a ganar.
-A veces... -caminé y desvié mi mirada de él- tengo dudas.
-¿Enserio? -me preguntó sorprendido y yo asentí- ¿porque? 
-Y porque... -suspiré, era ahora o nunca, tenía que preguntarle sobre esas malditas fotos- no sé, dudo -lo miré desde el sofá- 
-¿En que dudas? -se acercó y se sentó en el sofá frente al mio-
-No sé... -miré a otro lado, no sabía como empezar-
-Lali -me llamó pero no lo miré- ¿que pasa? -me preguntó serio- ya entendí que te pasa algo y específicamente conmigo -aseguró- ahora falta que vos me lo digas.

Lo miré fijamente por algunos minutos, ¿de que tenía tanto miedo? ¿de su respuesta? ¿de su reacción?.
-Vi unas fotos -hablé luego de aclarar mi garganta-
Sus ojos se abrieron un poco más de lo normal y no se despegaron ni un segundo de los míos mientras esperaba que yo siguiera hablando.
-Y... esas fotos.. eran.. -lo miré complicada- sobre marihuana y cocaína -concluí-
Él se alarmo de inmediato, miró a otro lado y paso sus manos por su cabeza.
-Diego -lo llamé para que me mirara, y así fue- ¿que onda? ¿de que me perdí? -le pregunté desconcertada-
-No se a que te referís -se hizo el boludo-
-Diego por favor! -me levanté del sofá- ¿pensas que me vas a seguir tratando como boluda? -elevé un poco mi tono de voz con algo de molestia- ¿sos drogadicto o simplemente traficas drogas? -le grité molesta-
-¿Estuviste revisando mis cosas? -me gritó enojado mientras se levantaba con algo de desesperación-
Me quede callada, ¿porque omitía mi pregunta?
-Respondeme! -me gritó sacado-
-Vos respondeme primero -me acerqué quedando enfrentada a él- ¿que ocultas?
-¿QUE VOY A OCULTAR? ¿QUE CREES QUE SOY? -me gritó desesperado- 
-NO SE, NO SE QUIEN MIERDA SOS -le grité al igual que él-
-¿Quien te dio permiso para meterte en mis cosas? ¿quien mierda te dijo que podías revisar mis fotos? -me preguntó como loco-
-Tengo todo el derecho a revisar lo que quiera -respondí enojada-
-Te equivocas, no tenes ningun derecho a meterte en MIS COSAS, son de mi privacidad y que seas mi novia no quiere decir que todo lo mio tenga que ser de vos -me gritó sacado-
-Cállate y respondeme!!! -le grité- ¿que haces con esas drogas? ¿las vendes? ¿las consumís vos? ¿donde tenes esas plantas? -le pregunté rápidamente-
-ESO A VOS NO TE IMPORTA -me gritó como loco- 
-SI ME IMPORTA -le grité en su cara- NO QUIERO SER PARTE DE ESTO, NO QUIERO TENER UN NOVIO DROGADICTO O QUE TRAFICA.
Dicho esto, él me agarro fuertemente de mis muñecas y me acercó a él.
-NO VOLVAS A DECIR ESO NUNCA MÁS EN TU PUTA VIDA ¿ENTENDISTE? -me amenazó apretando cada vez más fuertes mis muñecas- 
Lo miré aterrada, no podía siquiera moverme un poco, estaba como loco, sacado, gritándome, era otro. Nunca lo había visto así.
-¿ENTENDISTE? -me gritó-
-¿O si no que? -le pregunté a la defensiva-
-Te vas a arrepentir -me miro fijamente- 
-Entonces contéstame -insistí-
-¿SOS TARADA O TE HACES? NO TE METAS EN MI COSAS -volvió a repetir gritándome-
-Me meto todo lo que quiera, tengo derecho a saber que tipo de novio tengo -le aclaré gritándole-
-Pero no tenes derecho a meterte en mis cosas -me aclaró-
-¿Porque no? ¿en que más andas? ¿que mas puedo descubrir de vos? -lo pregunté casi asesinándolo con la mirada-

-VOS NO DESCUBRISTE NADA, NO VISTE NADA Y TE VAS A QUEDAR CALLADA ¿SI? -apretó mis muñecas hasta el punto de que lancé un grito de dolor-
-AAAAAAAAAY -me quejé- ME ESTAS LASTIMANDO PELOTUDO -le grité-
-NO ME IMPORTA -apretó mis muñecas aun más-
-SOLTAME HIJO DE PUTAAA -le grité casi llorando de dolor-
-¿TE VAS A QUEDAR CALLADA? -me amenazo-
-SOLTAMEEEE...
-¿Y VAS A DEJAR DE REVISAR MIS COSAS? ¿VAS A SER BUENA NOVIA NO? -seguía como un loco-
-SOLTAME POR FAVOOOR -le pedí con lágrimas en mis mejillas- 
Él me miro y apretó mis muñecas por unos minutos más hasta que se alejó de mi. Tomo airé y refregó sus manos por su rostro. Yo lo miré asustada, no lo conocía, estaba sacado, raro. Se notaba que algo más había, algo que no tenía que saber.
-Lali -me llamó minutos después, lo miré a penas- perdón -se acercó pero yo me aleje-
-Aléjate -le dije cortante-
-Déjame explicarte todo por favor -me pidió-
-No quiero, tengo todo demasiado claro, sos una basura, te estas cagando la vida en las drogas, traficando drogas y encima consumiéndolas, drogadicto de mierda no quiero ser parte de esto, no quiero estar con alguien como vos, NO QUIERO TENER A UN MANIÁTICO EN MI VIDA, no quiero tener a un novio que me esconda cosas, NO TE QUIERO EN MI VIDA -le grité con odio- SI QUERES PODES PUDRIRTE EN LA DROGA, HACERTE MIERDA, PERO YO NO VOY A SER PARTE DE TU VIDA, NO QUIERO TENER ALGO QUE VER CON UN PELOTUDO COMO VOS, QUIZÁS QUE OTRAS COSAS ESCONDES, ¿POR ALGO TE PONES ASÍ DE LOCO NO? -le grité con toda mi bronca acumulada-
-CÁLLATEEEEEE!!!
Me grito desesperado, corrió hacia mi y me agarro de los brazos haciendo que retrocediera algunos pasos y quedara con mi espalda pegada en la pared mientras él agarraba fuertemente mis labios.
-NO VOLVAS A DECIRME ASÍ ¿ESCUCHASTE? -me amenazo con una de sus manos-
-YO TE DIGO COMO QUIERO, NO TE TENGO MIEDO, NO LE VOY A TENER MIEDO A UN DROGADICTO COMO VOS, SI VOS QUERES PODES ARRUINAR TU VIDA PERO LA MÍA NO ME LA VAS A ARRUINAR BASURAAA -le grité- ME DAS ASCO, ME ARREPIENTO DE HABER ESTADO CON VOS, NO TE CONOZCO NI UN POQUITO, NO SÉ CON QUIEN MIERDA ESTUVE DE NOVIA TODO ESTE TIEMPO, Y TAMPOCO QUIERO SABER!!, SOLO QUIERO VERTE DESAPARECER DE MI VIDA...

Y no seguí, no porque no tenia más palabras, si no porque una de sus manos se estampó contra mi mejilla haciendo que mi cabeza girara al lado izquierdo, y quedara totalmente sorprendida, inmóvil, aterrada, y aun sin creerlo. Él me había golpeado, y no había sido para nada suave.
Nos quedamos mirando por unos minutos, él no reaccionaba, solo me miraba tildado, ni él se lo creía.
-HIJO DE PUTAAAAAAAAAAAA!
Le grité llorando a mas no poder, intenté soltarme de su agarré pero no lo logré.
-SOLTAMEEEEEEEEE! -forcejeé mi brazo derecho-
-No.. Lali.. nooo -me pidió sin creer lo que había echo-
-SOLTAMEEEEEEEEE -volví a gritar sin dejar de llorar-
Esta vez si me soltó, me alejé rápidamente de él y corrí hasta la puerta. Él se giró y me miro con sus ojos llenos de lágrimas.
-Perdóname -me pidió-
-NO TE QUIERO VER NUNCA MÁS, OLVÍDATE QUE EXISTO.
Y sin dudarlo salí de ese maldito departamento, dando un fuerte portazo y llorando a mares.

Fin del FlashBack.

Y aquí estaba, después de una semana de aquel maldito día. Sufriendo, recordando sus golpes, y llorando por lo que nunca creí que fuese posible. ¿Porque siempre a mi me tenía que pasar lo malo?

Continuara...

Les prometo que mañana subiré, tratare de subir artooos!!!!