Capitulo Dieciséis.
Cuenta Lali.
Me acerqué a su boca un poco más, rocé mis labios con los suyos y cuando
estaba a punto de besarme, levanté mi pierna y con mi rodilla le pegue en sus
bolas.
Reí mientras me alejaba y él se quejaba del dolor.
-Sos una..
-Ya lo sé -lo interrumpí antes que siguiera- y no me importa lo que penses
de mí, enserio ahórrate tus putas palabras -dije molesta-
-Me la vas a pagar -me advirtió-
-No -reí- yo a vos no te voy a volver a hablar -aseguré-
Me miro aun quejándose del dolor. Se puso recto y rio burlón.
-Ni vos te la crees -aseguró-
-Yo no tengo porque aceptar que alguien como vos me trate como una basura
-hablé seria- ni siquiera sé porque te sigo hablando -rodeé mis ojos-
-Porque te gusto -sonrió creído-
-¿Y qué me puede gustar de un tipo como vos? -le pregunté mientras reía irónicamente-
ósea no! ¿Qué te hace pensar que me voy a fijar justamente en vos si tengo a la
mitad de argentina detrás mío? -pregunté riendo-
-No sé, eso te lo tenes que responder vos misma -dijo mientras tomaba unas
cosas- vos a mí no me gustas.
-Oh, fantástico -sonreí- entonces, no hablemos más ¿sí? bajo de nivel para
hablar con vos y realmente no quiero dar una pobre impresión de mi -dije frívola-
Peter me miró totalmente serió. Dejo las cosas que tomo en el mismo lugar y
se acercó un poco a mí.
-No sé en que en nivel estarás pero te informo que no interesa estar a tu
nivel y mucho menos me interesa que me hables o no -dijo con un tono de voz
grave- es más me harías un favor si me dejaras de hablar para siempre.
-Hecho -sonreí, pero a la vez tenía un nudo en mi garganta- vos no existís
más para mí.
Y no esperé ver su reacción, ni nada. Giré y me fui lo más rápido que pude
hacia mi camarín.
Entré directamente hasta el baño y apreté mis ojos para evitar las lágrimas.
No sabía porque pero me molestaba todo de él y a la misma vez me encantaba que
fuese así. Era una extraña y maldita sensación que necesitaba alejar. Ese
idiota no era nadie en mi vida, no iba a darle más importancia de la que ya le
había dado. Este juego nuevamente había terminado.
-¿Te sentis bien? -preguntó Fede al otro lado de la puerta-
-Si -respondí mientras tomaba aire-
-Salí entonces, me estás preocupando.
Salí del baño y él me miro detalladamente.
-¿Me vas a contar que pasó? -preguntó mientras me seguía hacia el sofá-
-Nada importante, boludeces de Max -me senté-
-¿Segura?
-Si gordo -le sonreí- ¿que más me podría pasar? -pregunté haciéndome la
boluda-
-Qué se yo -rio- no sé qué tan freak es la vida de Lali Esposito!
-Boludo -reí- mi vida es genial, no cambiaría nada de ella -aseguré-
Pero era mentira. Quizás si habían un par de cosas que me gustaría cambiar.
-Lo tengo clarísimo -aseguró y reímos-
Lo abracé y me quede así por un largo rato. Era justamente lo que necesitaba,
un abrazo de mi mejor amigo mientras el silenció abundaba la sala.
-¿Cómo te das cuenta que una persona te importa más de lo que debería?
-pregunté de repente-
-Y no sé, solo te importa más -reímos- puede que penses mucho en la persona,
lo busques, queres llamar su atención o te importa todo lo que haga -suspiró-
no sé, es raro pero se siente bien -acarició mi cabello- ¿porque lo preguntas?
-Porque creo que siempre le tomo atención a personas que no se lo merecen.
-¿Lo decís por ese morocho? -preguntó-
-Tal vez -suspiré-
-Es por él -afirmó-
-Si -lo miré- es que... ahhhhhh! -grité- es como si con cada estupidez que
dice o hace, me atrapa más y trato de que no lo haga, que no me importe pero no
resulta -mordí mi labio inferior- y me está asustando esto.
-¿Porque te asusta? -pregunto desentendido-
-Porque él tiene novia, porque es un hijo de puta, porque no sabe tratarme,
porque sé que me va a lastimar, sé que ni siquiera va a aceptar que le pasa
algo conmigo -contesté irritada-
-Creo que acá hay algo entre ustedes que ufffff!.. arde que arde -movió su
mano y rio-
-No, no sé -bufé- no quiero que me pase nada con él.
-No te asustes amor -tomo mi mano y la acarició- quizás es solo porque no
estás acostumbrada a que un chico con el que te acostaste sea tan indiferente
-aseguró- ya va a pasar gorda.
-Si, sé que va a pasar -sonreí- y más ahora que queda solo 2 días para
volver a buenos aires.
-Y vamos a explotar buenos aires -exclamó Fede-
Sonreímos. Él besó mi mejilla y luego nos levantamos para salir del camarín.
El último show estaba por comenzar.
-
El show había terminado. Y fue más lindo que las otras veces porque se
sintió tan bien estar arriba de ese escenario, bailar, reír, cantar, gritar y
demostrar que amo lo que hago.
Nos despedimos de todos con un fuerte nudo en la garganta. Este corto viaje
había sido muy bueno.
Llegue al hotel y rápidamente me metí a la ducha. Hoy era noche de
celebración por el último show acá, e íbamos a salir con gran parte de nuestro
equipo.
Me puse un vestido negro que dejaba ver toda mi espalda. Unos tacos bastante
altos y maquillaje para verme divina. Hoy la iba a romper.
Fede agarro mi mano y juntos salimos del hotel para subirnos al taxi que nos
esperaba. Luego de casi media hora, llegamos al club.
La gente de inmediato noto mi presencia y todos querían fotos conmigo. Me
saque algunas y luego me fui al vip. Odiaba no poder disfrutar de tan solo una
noche sin acosadores.
Los tragos comenzaron a llegar. Y todo el vip estaba siendo ocupado por la
gente que trabajaba para mí. El ambiente del local estaba bueno, la música se
ponía cada vez mejor y con Euge no parábamos de reír por cualquier boludes que hacía
o decía Fede.
Peter estaba a unos cuantos asientos más, reía y boludeaba con sus amigos.
Lo miraba como si me estuviera hechizada. Ese hombre era malditamente sexy y
deseaba tener otra noche con él.
Pero no. Él ya no iba a existir para mí.
Eugenia se levantó y me tomo de la mano, me hizo levantarme y a la vez dejar
caer la copa de mis manos. Los vidrios que se azotaron contra el suelo sonaron
como hubiera sido una guerra de copas. Todos se alarmaron y nos miraron.
Nosotras reímos y luego, la atención se fue de nosotras.
-Estúpida -grité mientras reía a su oído-
-Vos que estás distraída nena ¿qué te pasa? -preguntó Euge-
-Nada boluda -reí- estaba pensando.
-¿Pensando en una party? -preguntó riendo-
-Soy loca, vos me amas igual -besé su mejilla-
-Si mi amor!
Me tiro un beso y reímos. Nos corrimos un poco y comenzamos a disfrutar de
la música. Electronica y nuestros cuerpos vibraban. Sabrina se nos unió un rato
después y definitivamente, éramos la sensación del club. Absolutamente toda la
gente nos miraba, y el vip estaba lleno de risas.
No tardaron mucho en unirse más personas a bailar. Y queríamos explotar el
boliche, queríamos bailar hasta el amanecer. Tomar y olvidarnos de todo.
Los amigos de Peter se integraron al grupo en el que estábamos. Comenzaron a
boludear, y la verdad es que todos parecían ser buena onda. ¿Porque Peter era
tan desagradable?
Lo busque desesperadamente con la mirada pero no lo encontré. De seguro
estaba fumando. Pensé en salir a fumar pero no, no iba a ser tan boluda, no lo
iba a seguir más.
Me dedique a bailar y a provocar a todo ser viviente que le gustara
observarme. Cuando subí la mirada, pude ver a Peter en mí mismo grupo y riendo
con sus amigos. Seguí bailando con más ganas aun. Él iba a rogarme que estuviésemos
en la cama de nuevo.
Uno de sus amigos se acercó y me ofreció un trago. Se lo recibí y él se quedó
bailando junto a mí por algún rato. Pude sentir la mirada de Peter sobre
nosotros.
-¿Qué onda tu amiguito que nos mira tanto? -le pregunté al chico-
-¿Que amigo? -preguntó desentendido-
-Ese -lo señale disimuladamente-
-Ah, Peter... no sé, capaz que este borracho -rio-
-Claro -reí-
-O capaz que quiera conocerte... ¿no te conoce verdad? -preguntó dudando-
-No, no -sonreí- y tampoco me interesa conocerlo por el momento.
-¿Porque? -pregunto riendo-
-Porque no -miré a Peter- se ve un tipo tan... raro.
-Para nada -rio- es solo que es un poco serio a veces pero es un capo
-aseguró-
-Seguramente.
Moví mis cejas y luego tome de mi trago. Seguimos bailando hasta que me
junte nuevamente con las chicas. Con Euge bailábamos como si fuéramos una pareja.
Ella me menaba el culo y viceversa. Era una relación tan lésbica a veces, pero
a la vez provocábamos a todos los hombres, por eso era mi mejor amiga.
-¿A quién provocas tanto?
Sentí una ronca voz que me hablaba en el oído. Volteé y me encontré con
Peter. Me sonrió y yo solo lo miré como si no lo conociera. ¿En qué momento
había llegado él a mi lado?
-¿Enserio no vas a hablarme más? -preguntó riendo-
-Si -mire a otro lado y seguí bailando-
Rio burlón y termino su trago. Dejo el vaso en un mesita que había cerca y
luego volvió a mi lado. De repente, sentí una mano en mi cintura. Lo miré de
inmediato.
-¿Se te perdió algo? -le pregunté seria-
-Dale, no seas pendeja -sonrió-
-¿Pendeja? pfff -revolví mis ojos-
-No entiendo porque te enojas, desde el primer momento hablamos como si nos odiáramos
-aseguró- y ahora es igual.
-Ahora vos te pasas con tus comentarios -lo miré-
-¿Y vos? ¿No te das cuenta que sos tan desagradable que me encantas?
-susurró en mi oído-
Reí y lo mire de frente sin que él me soltara de la cintura.
-No me chamuyes, no te va a resultar -aseguré-
Peter rio y negó a la vez.
-Te estoy hablando enserio -me dijo serio- y es muy poco probable que esto
te lo vuelva a repetir.
-Y también es muy poco probable que nosotros nos volvamos a ver otra vez
-aseguré-
-Lo sé, y por lo mismo podemos llevar esto en paz ¿no? -me sonrió
tiernamente- no es que yo quisiera que me hables pero...
-Si queres -reí-
-Quizás -rio-
-Está bien, vos no me jodes y yo no te jodo ¿estamos? -estire mi mano-
-Estamos -apretó su mano con la mía-
Sonreímos y luego seguimos bailando sin hablar más. Él por su cuenta y yo
por la mía pero estábamos uno al lado de otro. Topando nuestros hombros cada
vez que nos movíamos.
-¿Un cigarro? -murmuró en mi oído-
Asentí y lo seguí.
Salimos a la terraza y la noche estaba bastante fresca. Nos apoyamos en una
pared y luego él prendió los cigarros.
-La noche está ideal como para tener sexo -aseguré-
Peter me miro riendo y luego yo lo imité.
-Era una broma -lo miré-
-Creo que entre broma y broma, la verdad aparece -aseguró-
-No en este caso.
-¿No? -me miró sonriendo-
-No -sonreí-
-Entonces, ¿hoy no vas a tener sexo con tu "amiguito"? -preguntó
curioso-
-¿Que amiguito? -pregunté desentendida-
-Ese pibe con el que andas -explicó-
-¿Fede? -pregunté sonriendo-
-Creo -subió sus cejas-
Reí a más no poder. ¿Él creía que Fede era mi "amiguito" para
tener sexo? Oh, definitivamente esta fue lo mejor broma de todo este tiempo.
-¿De qué te reis? -preguntó sorprendido ante mi reacción-
-De vos, y tu estúpida conclusión -respondí-
-¿Porque?
-Porque Fede no es mi amiguito de sexo ni nada parecido -reí- es mi mejor
amigo y es gay -aclaré-
Su mirada se abrió más de lo común y luego se cago de la risa.
-¿Me estas jodiendo? -preguntó riendo-
Negué y ambos reímos.
-Él no parece gay y... -rio- no sé, pensaba que era tu amigo o algo así.
-Lo es pero no como vos pensabas -reí-
-Delire un poco -aseguró-
-Y mucho! -exclamé riendo-
Lo miré mientras reía y note que obviamente él pensaba que era mi
"amiguito" porque estaba algo celoso. Quizás, le molestaba que
trajera a alguien al hotel o tenía dudas. Pero algo de molestia o celos había
en él. Su cara cambio tan rápidamente cuando le dije que era gay, que era
evidente que él me había casi reprochado que estuviese con un amigo acá.
Seguí fumando hasta que lo terminé. No habíamos vuelto a hablar luego de
reírnos y el ambiente estaba bastante en paz.
Peter terminó su cigarro y lo piso fuertemente con su zapato. Nos quedamos
mirando hacia el frente hasta que sentí que su mano se pasó por detrás de mi
espalda y llego hasta mi cintura.
Lo miré y él me sonrió.
-No quiero hacerte sentir mal con mis palabras pero soy un impulsivo de
mierda y no controlo lo que digo -habló-
-No importa, ya fue.
-Me quede preocupado el otro día cuando entraste a tu cuarto molesta... yo
enserio que no..
-No importa -lo interrumpí- yo soy la que es rarita y cambia de ánimo cada
cinco minutos -reí-
-Me di cuenta -rio-
El silenció se hizo presente por unos minutos hasta que él volvió a
hablarme.
-Tampoco te odio -me miró fijamente a los ojos- solo, me molesta tu actitud
muchas veces pero... no te odio -aseguró-
Sonreí débilmente y sentí que me iba a caer de esa nube en la que estaba.
-Y... no sé.. es extraño pero a veces me gusta tu compañía -concluyo-
Volví a sonreír y él me imitó. Nuestras miradas se cruzaron y él acerco su
boca a la mía. La choco suavemente y unió nuestros labios.
Me hundí un beso tranquilo, cálido y hasta tierno. Su lengua se metió en mi
boca y sentí que me iba a desmayar. El beso estaba siendo cada vez más suave,
más ligero. Sí que nada nos apurara.
Lleve mis manos a sus mejillas y luego de unos segundos, termine el besó. No
me aleje de él pero si lo mire a los ojos fijamente.
-No sigas engañando a tu novia, vos sos mucho mejor que eso.
Aseguré sin apartar mi vista de la suya.
Continuara...
Lalita se puso generosa! jajajajajja Divinas, las quiero, Muack!!!! gracias por leer. Chau.
@Chilelaliter