26 de noviembre de 2013

What About Us.



Maratón 5/5
Capitulo Cuarenta y Ocho.

Silencié por algunos segundos y baje mi cabeza para poder secar mis mejillas sin que él notara, pero era imposible que no viera mis lágrimas y eso me avergonzaba.
Peter se acercó y acarició suevamente una de mis mejillas. Lo miré y en su rostro había desaparecido su enojo. Apreté mis labios y él suspiró pesadamente, agarro mi cuello y me acercó a su pecho. Enredo sus brazos sobre mi cuerpo y yo lo imité enredándolos en su cintura.

-Maldita sea Lali –susurró- vos sos el grave problema que yo no sé cómo mierda resolver y acabo siempre en tus brazos cuando me queres tener.
Acaricie su espalda y él mi cabeza. Estábamos conectados y al parecer él sentía algo parecido a lo mío.
-Soy tan patética –murmuré-
Me separé un poco de él pero sin soltarme de su agarré. Lo miré y él volvió a suspirar.
-Conmigo no necesitas disfraces –murmuró- me gusta tu cara al despertar marcada por el sueño, tu voz cansada al final del día y me gustas sin la necesidad de ocultar nada.
-¿Cómo es eso?
-Lo que trato de decir es que de hecho, tal vez, a pesar de las apariencias, me gustas y mucho… justo como sos.

Y eso era todo lo que necesitaba escuchar. Me quería sin condiciones, me aceptaba tal como soy, con mis limitaciones, manías y defectos, me aplaudía aunque no lo mereciera y me lo estaba diciendo.
Sonreí como estúpida y apreté mis labios para aguantar la emoción que de un momento a otro mi cuerpo estaba empezando a experimentar.
-Pero a pesar de que me gustas mucho, creo que me decepcionas mucho más y no sé si esto podría funcionar, no sé si podríamos llegar a algún lado.
Y la felicidad rápidamente desapareció.
-¿Qué queres decir con eso?
-Que no va hacer bueno que nosotros intentemos algo, que esto tiene que quedar hasta acá porque no vamos a lograr nada juntos y ni vos vas a dejar cosas por mí, ni yo voy a dejar cosas por vos.
Asentí lentamente mientras me separaba completamente de él. Lo miré algo tildada y luego suspiré.

-Tenes razón, no podemos arriesgar tanto por solo intentarlo.
-Yo sé que tal vez esto no sea lo mejor pero… podemos seguir como amigos o…
-No –interrumpí- volviendo a Argentina, nos olvidamos de todo y si queres sacamos los pasajes antes y..
-No quiero alejarme de vos –interrumpió-
-Pero yo sí.
-¿Por qué?
-Porque vos seguramente vas a seguir con tu novia y la verdad es que no quiero verlos, no quiero ver que ella si te hace feliz, que con ella si podes lograr algo.
-Y seguramente vos encontraras a alguien más.
-El amor es una mierda –aseguré- y no vale la pena arriesgarse para sentirlo.
-A veces si.
-No.
-Lali yo… -suspiró complicado- yo de verdad te estoy siendo sincero y creo que a pesar de que me gustas y te llegue a querer, no puede resultar nada bueno entre nosotros porque somos el día y la noche, el diablo y el santo, la luz y la oscuridad, somos opuestos y no pegamos, nada bueno va a salir de acá, y vamos a sufrir mucho más de lo que vamos a querernos y..
-Entiendo –interrumpí-
-Te veo mal.
-No, estoy de acuerdo con vos y… es más de lo mismo, siempre pierdo todo.
-No digas eso.
-Es lo que me pasa, siempre, todo es igual –mis ojos se cristalizaron- yo ya no sé qué mierda hacer para no perder lo que quiero, siempre la cago, siempre soy yo el problema y termino haciéndome mierda y haciendo mierda a otras personas –exclamé-
-Las cosas suceden porque si, no porque vos seas específicamente el problema.

-No me importa si suceden o no, siempre me hago daño –exclamé y mis lágrimas comenzaban a salir violentamente-
-Lali… -se acercó pero yo me aleje- ¿qué pasa?
-No, no me toques –agache mi cabeza y limpié mis mejillas-
-No llores más.
-¿Y vos pensas que me gusta llorar? ¿Verme débil frente a alguien? Es más odio que la gente me vea llorar, lo odio! Me hace sentir débil, frágil. No me gusta llorar delante de nadie porque no quiero que sepan mis puntos débiles, y lo que me hace daño.
-En mi podes confiar, y lo sabes.
-No se trata de eso, se trata de que odio que alguien me vea estúpidamente llorando por algo que no vale la pena, por algo tan estúpido.
-A veces llorar es la mejor manera para desahogarse.
-No me importa, no quiero que me veas –tape mi cara-
-No tonta, ven –me abraso- no es nada, solo estas llorando, yo también lloro.
-Los hombres no lloran.
-Lloran y mucho –aseguró-

El abrazo no duro más de unos minutos hasta que me separé de él y corrí hacia el baño. Algo me había caído mal al estómago seguramente y por eso había vomitado.

Cuenta Tercera Persona.

“Se rompieron el corazón de mutuo acuerdo. No pueden estar juntos. No quieren estar juntos, porque si en verdad lo quisieran lo intentarían todo, pero no. Ambos son sensatos, realistas y demasiado románticos como para arriesgarse a perder todo sólo por intentarlo"

Cuenta Peter.

Me dolía ver a Lali llorar y pensar que yo era el causante de esas lágrimas. Pero no podemos intentarlo, los dos sabíamos que sería perder el tiempo y seguramente ni siquiera lograríamos algo. Ella tenía un mundo muy diferente al mío, y yo no iba a adaptarme a su mundo lleno de lujos, cámaras y excentricidades. Y ella claramente tampoco iba a bajar de nivel para adaptarse al mío.
La quería pero era verdad que sentía que me decepcionaba más. Ella era libre y siempre lo iba a hacer, y yo era un celoso, no íbamos a funcionar bien. No iba a poder soportar muchas cosas de ella y hoy me había dado cuenta. No valía la pena arriesgar una vida hecha por una que ni siquiera sabes si vas a poder construir.

Me acosté en la cama y esperé a Lali, ella llegó unos minutos después. Se cambió el vestido y se acostó al otro lado de la cama.
-Lali –murmuré-
-¿Eh?
-¿Estas bien?
-Si –respondió- tengo sueño nada más.
-Buenas noches, entonces.
-Buenas noches.

Y quería moverme un poco y abrazarla, tenerla entre mis brazos, verla dormir junto a mí, besarla, sentir su aroma. Y necesitaba mirarla, ver que ella realmente estuviera bien.
Pasaron algunos minutos y sentí que su respiración estaba tranquila y controlada, seguramente estaba durmiendo pero yo no podía dormir, seguía completamente despierto y me era imposible cerrar los ojos.

Me di la vuelta y noté un dolor en mí. Algo estaba haciendo mal.
Admiré en la penumbra la curva de su hombro y algo en aquella forma, en el gesto que sugería cuando respiraba, algo de eso despertó en mí una necesidad increíble de abrazarla, de estar a su lado, de sentir los latidos de su corazón.

Me acerqué un poco a ella y su cuerpo olía tan bien, y apoyé la barbilla en el hueco de su hombro y volví a cerrar los ojos.
Lali soltó un suave gemido y se volteó para quedar de frente a mí pero sin abrir los ojos. La observé fijamente y antes de quedarme dormido, mientras mi respiración se apaciguaba lentamente hasta acompasarse con la de Lali, me cruzó por la mente una idea de una intensidad abrazadora “no iba a poder vivir sin esto, sin ella” Y la abrasé, la apegue a mi cuerpo y ahí si pude dormir.

Continuara…


Listo, Maraton cumplida. Las quiero mil, gracias por leer y bancarme, SON GROSAS <3
@Chilelaliter