9 de agosto de 2013

What About Us.

Capitulo Cinco.

El show duró alrededor de una hora y media. Bailamos, cantamos, reímos y demostramos que a pesar de toda la mierda que nos tiran, somos las mejores.
Durante el concierto miré varias veces a Peter, quien disfrutaba el show relajado y siempre con una sonrisa. Muy diferente a como se comportaba conmigo. Estaba segura que algo le agradaba, y eso me volvía loca sin ni una estúpida razón.
Nos despedimos de toda la gente y al fin bajamos del escenario. Fui rápidamente hasta mi camarín y bebí toda la botella de agua que tenía allí. Me corregí un poco el maquillaje y salí hasta la rueda de prensa.

-Lali -dijo una de las periodistas- ¿es verdad que pronto se viene tu disco de solista?
Miré a Eugenia quien rio. La imité y negué.
-Imposible, yo sin está rubia -pasé mi brazo por la espalda de Euge- no voy a ningún lado.
Ella sonrió y besó mi mejilla.
-Encima, ¿con quién pasaría mis días de descontrol? ósea ni loca! -aseguré-
La sala se llenó de risas. Era verdad, quizás a veces me gustaría mandar esto a la mierda pero sin mi amiga no sería nada. Éramos el combo, o las dos o nada.
-Euge ¿cómo explicas la noche de furia de ayer que tuviste con una colega? -preguntó la misma periodista-
Eugenia respondió pero simplemente no la escuché. En ese momento Peter había entrado a la sala. Lo mire de reojo, pero él estaba concentrado en otra cosa.
-Chicas -dijo otro periodista- anoche se las vio volver con dos chicos ¿son sus nuevos novios?
Ambas reímos cortamente.
-No, en este tiempo no se usa tener novio -respondí-
-Nosotras simplemente no nos complicamos, solo la pasamos bien -agregó Euge-
-¿Y nos les da miedo perder fans por pensar de esa manera? -cuestionó el mismo periodista-
-La gente que nos sigue, nos va a tener que seguir tal y cual somos -respondió la rubia-
-Si son nuestros fans nos van a bancar en todas -acoté-
-¿Que opinan de Punta del Este? -preguntó otro periodista-
Y así vinieron unas veinte preguntas más. Tratamos de responder todo sinceramente, pero la verdad era que el cansancio me estaba matando.
Max dio por finalizada la rueda de prensa y al fin pudimos volver a nuestro camarín.
Una hora después volvimos a nuestro hotel, estaba agotada. Quería darme una ducha y poder descansar. Pero recordé que tenía una cita o algo parecido.

Me di una relajante ducha de media hora. Salí envuelta en una toalla blanca y busque algún conjunto de ropa transparente. Mire cada uno de mis vestidos, todos era lindos así que elegí uno al azar. No tenía mucho tiempo que digamos.
Me seque el cabello y luego lo alisé. Un poco de maquillaje y listo.
Ya estaba lista para una noche de conquista.

Cuenta Peter.

Terminé de supervisar que todo estuviera en su lugar y me fui hasta el hotel. Estaba cansado, había sido un día bastante agotador.
Llegue a mi habitación y me estiré en la cama. Mi celular comenzó a sonar y rápidamente conteste sin siquiera mirar la pantalla. Sabía perfectamente quien era.
-¿Si? -contesté-
-Hola -habló ella a través del celular-
-Amor -musité y una sonrisa se dibujó en mi rostro- ¿cómo estás?
-Bien -suspiró con algo de cansancio- ¿y vos?
-Bien, extrañándote -dije mientras me sentaba en la cama-
-Oum, yo también y mucho -musitó con una dulce voz-
-Justo en estos momentos extraño tus masajes luego de trabajar -dije tierno-
Ella rio tiernamente.
-¿Cuando vuelves? -preguntó interesada-
-Cinco días más -respondí-
-No sabes las ganas que tengo de verte -aseguró-
-Yo también mi amor, pero trabajo es trabajo -suspiré- aunque si la próxima vez me toca viajar lejos de nuevo, te voy a llevar eh -le advertí-
-Me encantaría! -exclamó-
-¿Que vas a hacer ahora? -le pregunté interesado-
-Voy a salir con Pao y Luz -respondió- ¿vos?
-Mmm.. ni idea, pensaba en ir a tomarme algo al casino del hotel con los compañeros pero no sé, estoy agotado.
-Mi amor disfruta!, tenes toda la vida para descansar conmigo después -rio tierna-
-Linda, te amo mucho y me encanta que estemos así de bien -le comenté feliz-
-Y a mí también, porque odio cuando peleamos por teléfono y encima, me pongo triste al sentir tu olor en la almohada-rio-
-Voy a ser tu peor pesadilla por siempre -aseguré riendo-
-Y la mejor definitivamente -agregó y reímos-
-Boee.. me voy ir a duchar -musite mientras me levantaba de la cama-
-Bueno, recorda que te amo muchísimo mi amor -dijo mi novia-
-Lo sé gorda -sonreí como un quinceañero- y yo a vos.
-También lo sé mi gordito lindo.
-Cuídate hoy ¿sí? y pórtate bien -le aconsejé-
-Siempre, igual que vos -me advirtió-
-Siempre -reí-
-Te amooo -exclamó- y hablamos más tarde, un beso.
-Besos, besos, besooos -corté-

Sonreí como estúpido. Definitivamente la amaba.
Se llamaba Natalia y la conocí hace más de tres años mediante un amigo. Ella era todo para mí. Si bien la mayoría de las veces estábamos entre idas y vueltas, sentía que sin ella nada sería igual. Había llegado en el momento preciso a darme felicidad, cuando más necesitaba a alguien y eso se lo iba a agradecer de por vida. Mi vida no sería igual sin ella a mi lado y mucho menos me veía con otra que no fuese ella.
Entre al baño con una inmensa sonrisa en mi rostro. Hablar con Nati definitivamente alegraba mi día.
Una hora después y sin muchas ganas de salir. Salí de la habitación. Camine hasta el ascensor y apreté el botón. Poco después sentí los tacones de alguien pisar fuertemente, la chica se puso a mi lado a esperar el ascensor y pude sentir su aroma. La miré y era muñequita de la tele. Lali.

-¿Vas a salir? -le pregunté algo sorprendido-
Ella me miró de pies a cabeza y luego sonrió.
-Veo que vos también -musitó-
Asentí y volví mi mirada hacia el ascensor.
-Voy solo al casino, esta noche no quiero problemas con Max -aseguró-
La puta madre. Estaba destinado a encontrarme con su ego en todas partes.
-Deberías reconsiderar ese idea por las cinco siguientes noches -le aconsejé-
-No -rio- es solo hoy bombón.
Me guiño un ojo y entro al ascensor que hace menos de cinco segundo había abierto sus puertas.
Me metí adentro también y la vi que estaba pegada en el espejo arreglando su escoté. La miré de pies a cabeza. Aceptaba que era una potra, tenía un culo perfecto y sus lolas siempre estaban como queriendo escapar del vestido. Pero solo era eso, una muñequita superficial cegada por la fama y el dinero. Insoportablemente linda para mi gusto.
Natalia era muchísimo más sencilla y eso era una de las tantas cosas que me gustaban de ella. Y Lali, era todo lo contrario.
-¿A qué piso vas? -me preguntó-
Deje a un lado mis pensamientos y apreté el piso en que estaba el casino.
-¿Me vas a seguir? -preguntó-
Reí. Su egocentrismo era del porte de una mansión.
-No -respondí- no me interesa seguirte.
-¿Y porque vas al casino igual que yo? -preguntó-
-Porque ahí están mis amigos -contesté y ella encarno una ceja-
Me acerqué un poco hasta su oído y susurré.
-No penses que todo gira en torno a vos muñequita.
Sus ojos se encontraron con los míos. Su mirada café cautivaba a cualquiera... menos a mí.
-No lo creo porque sé que es así -aseguró con soberbia-
Apestaba que fuese tan creída. Me aleje negando y tomando mi celular. Tenía una llamada entrante de mi novia que no dude en contestar.

-Amor -contesté-
Y la mirada de Lali se clavó en mí.
-Ya extrañaba hablar con vos -musito mi novia-
-Yo también linda, ¿dónde estás? -dije mientras ignoraba la mirada de Lali-
-A punto de llegar al boliche ¿y vos?
-A punto de llegar al casino -contesté-
-Ah, bueno, te dejo entonces.. Llámame más tarde ¿sí? -me pidió-
-Si mi amor, cuídate mucho y espérame con ganas de hacer el amor cuando vuelva -le hablé. Y eso fue con intención-
-Gordo! -exclamó riendo-
Reí. Y miré a Lali quien había desviado su mirada.
-Te amo mi morochita -susurré, muy cerca del oído de Lali-
-Yo también. Un beso gigante para vos.
-Otro.
Colgué.
Lali de inmediato volteó a verme y por su mirada pude notar que estaba bastante molesta.
-Ah, ¿te arreglaste con tu novia? -preguntó sorprendida-
-Una discusión no hace mucho cuando se trata del amor de tu vida -aseguré-
Rio y rodo sus ojos.
-El amor no existe, es solo una fantasía -aseguró ella-
Reí.
-¿Te has enamorado alguna vez? -le pregunté-
-No, y no me interesaría estarlo -respondió con algo de amargura-
-Estás loca.
-Vos estás loco si pensas que existe un amor que duré toda la vida -musitó con molestia- ¿que son esas pelotudeces?
-Es amor -contesté-
-Nada dura para siempre querido y mucho menos algo tan insignificante como el amor -acotó-
-¿Y qué vas a saber vos del amor si nunca lo has experimentado? -le pregunté-
-No hace falta experimentarlo para darse cuenta que es una mierda -se giró algo molesta-
Reí y me acerca nuevamente a su oído. Note como se estremeció al sentir mi respiración contra su piel.
-Te moris de ganas por enamorarte -susurré-
Negó riendo sarcásticamente y luego volteó. Quedamos a tan solo milímetros.
Miró mis ojos fijamente por algunos minutos hasta que bajo a mi boca. Y por un momento deseé que ella se acercase un poco más y me robara un beso. Pero no, no iba a suceder. Sabía que algo le provocaba pero ni ella ni yo íbamos a ceder. Yo porque tenía novia y ella porque era una maldita egocéntrica.

La puerta se abrió y nuestras miradas rápidamente se desconectaron. Pasé por su lado casi ignorándola pero ella rápidamente tomo de mi brazo. La miré aguantándome la risa. Su mirada se chocó bruscamente con la mía y casi me fulminó. Sonreí creído y ella camino hacia el casino dejándome observar sus lindas curvas. Estaba jodidamente sexy esta noche.

Continuara...


@Chilelaliter cualquier duda o pregunta ahí.
Gracias por leer, son grosas.(L)