Capitulo Catorce.
El sonido de mi celular hizo que me
despertara de una larga siesta. Lo tome de mala gana y me lo lleve a la oreja
sin despegar mi cabeza de la almohada y sin si quiera ver quien me había
despertado.
-Diga -conteste con una voz
espantosa-
-Mi amor!!!! -escuché una voz ronca
a través del celular-
Encarné una ceja y abrí mis ojos
sorprendida. Miré la pantalla de mi celular y sonreí al saber que era Federico.
Me senté en la cama de inmediato.
-Fede!!!!!! -grité emocionada-
-Si soy yo linda, el mismo que te
ama con locura y te extraña horrores! -exclamó-
-Amor! yo también te extraño y te
necesito mil!
-Eso se puede solucionar -dio una
risita- a que no sabes dónde estoy ahora mismo.
-Donde, donde!! -dije impaciente-
-Adivínalo.
-No sé, en el caribe o en New York
o.. no sé, ¿en España? -le pregunté desesperada por saber-
-Frio, frio querida.
-Dale, decime!! -le exigí-
-Estoy en Punta del Este, justo
afuera de tu hotel -dijo emocionado-
-Jodeme! -dije sin creerlo-
-No gorda, y si no bajas ahora te
juro que me devuelvo a buenos aires!
-Noooooooo -grité y me levante
rápidamente-
-Entonces baja amor, te espero, chau
-me colgó-
Grite locamente de la emoción que tenía.
Busque un buzo y me lo puse encima, ate mi pelo y me puse sandalias. No me
demore ni cinco minutos y ya estaba llegando a la recepción para abrazar a mi
amigo.
Lo vi y corrí hacia él, lo abrasé
fuertemente. Dios, lo había extrañado tanto estos cuatro meses. Lo necesitaba
tanto.
-No puedo creer que estés acá!
-murmure mientras nos abrazábamos-
-Yo tampoco -besó mi mejilla- te he
extrañado tanto morochita -acarició mi espalda-
-Yo también gordo, tenemos mil cosas
que hablar! -exclamé y me separe un poco de él-
-Me imagino -sonrió-
-Ay te extrañe! -volví a abrazarlo- prométeme
que te vas a quedar mucho tiempo conmigo -le pedí-
-Vamos a intentarlo ¿sí?
-Si
Sonreí y deposité un beso en su
mejilla.
-Me sorprende verte así -me dijo
luego de alejarse de mí y mirarme de pies a cabeza-
-Estaba durmiendo -expliqué- y vos
sabes que corro por vos -tome su mano-
-Si se amor -entrelazo nuestros
dedos- y yo también lo haría por vos bonita.
Ambos sonreímos.
-Vamos a mi habitación -le dije
mientras lo arrastraba junto a mí-
-¿Y qué hago con mis maletas?
-preguntó-
-Déjamelo a mí -respondí-
Llame a uno de los botones y le dije
que llevara las maletas hasta mi cuarto, más dos cenas para esta noche.
Caminamos hasta el ascensor y
nuevamente lo miré sonriendo. No podía creer que estaba acá.
-Estás más alto -susurré-
-Y vos más fea -me sacó la lengua-
-Hey! -golpeé su brazo y ambos
reímos-
-Vos sabes que sos lo más lindo de
la tierra Lalita -acarició mi mejilla-
-Te amo -musité mientras apoyaba mi
cabeza en su hombro-
-Yo más lindura -acarició mi mano-
La satisfacción de tenerlo junto a mí
era tremenda. Él era uno de las pocas personas que me conocía de verdad, y me
aceptaba tal y como era. Éramos amigos desde los cuatro años y habíamos pasado
de todo en nuestra amistad, y por lo mismo no lo cambiaría por nada. Él era
todo para mí. Y me dolía muchísimo tener que dejarlo de ver por los viajes que
ambos teníamos que hacer por nuestros respectivos trabajos.
Llegamos a mi piso y sin
soltar su mano caminamos hasta la puerta de mi habitación. Pase la tarjeta y
antes de entrar, sentí la puerta de Peter abrirse y un segundo después, él
salió.
Nuestras miradas se cruzaron y se
quedaron pegadas. Él me miro con cierta culpabilidad, yo solo lo mire como
pude. Él desvió su mirada hacia mi acompañante y lo observo detenidamente,
hasta que con su mirada llego a nuestro agarre de manos. Él volvió a mirarme
mientras que yo seguía mirándolo tildada.
-¿Qué pasa? -susurró mi Fede en mi oído-
-Nada -respondí sin dejar de mirar a
Peter-
Desvié mi mirada a Fede y le regale
una sonrisa a la cual él correspondió.
Entramos a la habitación y luego de
que cerré la puerta, Fede me miro como esperando a que le contara algo.
-¿Que me miras así? -le dije riendo
mientras caminaba hasta mi cama-
-A mí no me engañas Lalita -sonrió-
¿qué paso con ese chico? -preguntó de una-
Reí y me senté en la cama.
-No sé de qué hablas -me hice la
boluda-
-De esas miraditas con tu vecino -se
sentó a mi lado-
Volví a reír y negué.
-Solo nos miramos Fede, eso no
quiere decir nada -aseguré-
-Mi amor -tomo mis manos- ¿desde
cuando estás tan reservada? -me preguntó riendo-
-AAAAAAAAAAH! -grité- está bien, está
bien, te voy a contar! pero vos shhh -le advertí- nada de esto a nadie eh.
Me guiño el ojo y luego suspiré.
-Me acosté con él -admití-
Federico subió sus cejas y sonrió
mientras apretaba sus labios.
-¿Cuando? ¿Dónde? ¿Cómo? ¿Porque?
¿Sabes quién es? -me lleno de preguntas-
-Para -reí- cálmate nene -él rio- y
si lo conozco, es parte de mi staff o algo así -rodeé los ojos- y tuvimos sexo
anoche, acá y no sé porque mierda paso -apreté mis labios-
-Pasó porque se tienen las re ganas
-aseguró-
-Teníamos -corregí- ya fue, no hay
nada más entre nosotros.
-Claaaaaaaro -rio- y yo soy papa
noel! -bromeó y yo reí- yo vi mucha tensión ahí eh!, muchas ganas de más,
muchas cosas inconclusas, ósea esas miradas no fueron de "gracias por el
buen polvo que me diste ayer" -dijo con una aguda voz-
Reí y negué.
-Estás loco -me levanté- vos sabes
que yo no tengo sexo con el mismo chico dos veces -le recordé- y este idiota no
va a hacer la excepción.
-¿Y porque no? -me preguntó-
-Porque tiene novia -agarré mi
celular- y porque es un completo hijo de puta -aseguré-
-A ese hijo de puta, no le importa
su noviecita entonces -aseguró mi amigo-
-No sé, y no me interesa -lo miré-
es un idiota, lo odio.
-Eu, ¿porque tan así? ¿Tan malo fue
en la cama? -me preguntó sorprendido-
-No, y eso es lo peor -suspiré- fue
el polvo más bueno de mi vida -aseguré- pero es un irrespetuoso, no se merece
que estemos hablando de él.
-¿Porque? ¿te hizo algo malo?
-preguntó preocupado-
-No importa Fede, ya fue, no voy a
hablarle nunca más, y cuando volvamos a buenos aires, no lo veré más. Él va a
volver con patética vida y yo con la mía -sonreí- y listo.
-Bueno, bueno -se levantó- como vos
digas -fue hasta el espejo- pero yo sé que tan así no va a ser.
-No sabes nada vos -lo fulmine con
la mirada-
-Ya vas a ver que tengo razón mi
amor.
Me guiño un ojo y camino hasta el
baño.
Un rato después las maletas de Fede
y la comida habían llegado.
-Supongo que vamos a celebrar esta
noche mi estadía acá -dijo mi amigo mientras cenábamos-
-Supongo que si -tome el celular- le
voy a decir a la rubia que baje.
-Perfecto, trio perfecto -aseguró
sonriendo-
Asentí y le mande un texto a
Euge.
-Pensé que estabas en España o algo
parecido -dije retomando la charla-
-Si pero quede libre algunos días así
que me acorde de vos y te vine a visitar amiguita.
-Sos tan considerado mi amor, por
eso te quiero -besé su mejilla- y me encanta que estés acá gordo.
-Lo sé gorda -dijo creído-
Reímos. Charlamos de cualquier
boludes más hasta que la puerta sonó.
-Yo voy -dijo él-
Se levantó y camino hasta la puerta.
Cuando la abrió, sentí el agudo grito de mi amiga y vi cómo se lanzaba arriba
de Federico.
-Pensé que me estabas cargando con
lo de Fede -exclamó cuando llegaron a la cama-
-No -reí-
-Te extrañe boludo -lo abrasó Euge-
-Hey, no tantos abrazos que me pongo
celosa eh -les advertí-
Los tres reímos y luego se metieron
a la cama junto a mí.
-Hoy vamos a celebrar tu llegada
hasta que salga el sol! -aseguró Euge-
-Así me gusta, que mis chicas me
acompañen en todo -aseguró-
-Siempre mi cielo -besé su
mejilla-
Estuvimos un rato más jodiendo hasta
que era hora de arreglarse.
-
Los flashes de las cámaras me
estaban dejando ciega. Habíamos aterrizado en un club de la zona muy
concurrido. Los tres tirando facha por todos lados. Hombres y mujeres nos
miraban de pies a cabeza y se babeaban por nosotros. Éramos la sensación del
local.
-Esto es una locura -gritó Fede en
mi oído-
-Y eso que recién comienza la noche
-aseguré-
Moví mis cejas y reímos. Llegamos
hasta el sector vip del club y de inmediato pedimos tragos, cervezas y
champagne. Siempre que salíamos con Fede, tomábamos de todo. Él definitivamente
era lo mejor de mi vida.
-Hoy nos olvidamos de todo eh!
-nos advirtió mientras brindábamos para tomar el primer trago de la noche-
-Si amor! y quedamos ebrias y
hablando mil cosas en mi cuarto a las 7 de la madrugada ¿sí? -le pedí-
-Obvio gordita -besó mi
mejilla-
-Y sin hijos de putas -advirtió la
rubia-
-Eso es obvio! -dije riendo-
-Mis nenas, son las mejores -nos
tiro un beso a ambas- y las amo con locura, asi que nunca se enamoren y me
dejen solo eh! -nos advirtió-
-Nuncaaa!! -gritó Euge-
-Nuncaa! -la imité-
Reímos los tres y empezamos a beber.
No duramos mucho tiempo sentados hasta que nos paramos para comenzar a bailar.
La música sonaba a todo volumen y el local estaba llenísimo. Esta noche iba a
ser una locura.
Cuenta Peter.
Entre al club junto a algunos amigos-colegas,
y nos fuimos al sector vip. De lejos pude notar que ahí también estaba Lali, su
amiga y el chico con que la vi hoy.
No la mire con mayor detalle y pase
por su lado. Ella ni siquiera noto mi presencia y siguió jodiendo. Inevitablemente,
recordé la noche de ayer. Y quise ir hasta ella, agarrarla, besarla y decirle
que nos fuéramos al hotel. Pero no. Eso no iba a volver a suceder.
Pedimos cervezas y tragos para
tomar. Y empezó la noche.
Habían pasado un poco más de dos
horas y la noche estaba buenísima. El local estaba llenísimo, y nosotros disfrutábamos
de cada minita que estaba ahí. Especialmente Nico que miraba embobado a Eugenia
que estaba bailaba sola mientras que Lali estaba sentada en las piernas de ese
pibe. Mi atención se fue hacia ellos y los observé.
Hablaban muy cerca, y él tenía su
mano en el culo de Lali. Ella reía y le besaba continuamente la mejilla. La
notaba un poco borracha, quizás el alcohol le estaba haciendo efecto y... ¿Quién
mierda era ese flaco? ¿Porque agarraba así a Lali? ¿Porque estaba en hotel
junto a ella hoy? ¿Sera que ella también tiene un novio oculto?
De repente, vi que se paraban y salían
hasta la terraza de la mano. De una u otra maldita forma me sentí intrigado, incómodo
y hasta molesto. No sé por qué pero de solo imaginarme que Lali iba a chaparse
a ese pibe, las de ir y hablarle, habían aumentado. Ella no me había regalado
ni una sola mirada en toda la puta noche y eso me tenía vuelto loco.
El chico volvió solo y le hablo a
Eugenia. No dude y camine hasta la terraza. Cuando salí, la vi sentada en uno
de los sofá, fumando.
No me miró, simplemente me ignoro y
eso me dolió. Me acerque a ella y me senté a su lado sin decirle nada. Prendí
un cigarro y aspiré el humo. Ella me miró y yo bote el humo en su rostro.
Ella cerró sus ojos y luego suspiró.
Los abrió y nos miramos fijamente.
-¿Sabes algo? -preguntó y yo negué-
Intento odiarte.
Abrí mis ojos con cierta
preocupación. Yo no quería que ella me odiara de verdad.
Tomo aire y luego lo expulso.
-Sería todo más fácil si te odiara
-continuó- A veces pienso que sí, que te odio y entonces te veo y...
Se quedó callada. Aparto su vista de
mi pero yo la seguí mirando.
-¿Y qué? -pregunté-
Subió sus hombros y negó. Volvió su
mirada a mis ojos y sonrió.
-Y simplemente, no puedo odiarte.
Continuara...
OOOOOOOOOOOH, LALITA, QUE TE PASA CON PIPUUU?? jajajaja GRACIAS POR LEER, GENIAS, DIVINAS, GROSAS, SE PASAAAAAAAN, SON LAS MEJORES DE LA VIDAAA!! jajaja Las quieroooo y ya saben, preguntitas al ask o a mi twitter!!!
@Chilaliter
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Adiooooooooooooooooooos wuachis<3