Capitulo Cuarenta y Nueve.
Cuenta Lali.
Desperté enredada entre los
brazos de Peter, su aroma tan varonil y su pequeña costumbre de entrelazar sus
pies con los míos. Giré mi cabeza con cuidado para no despertarlo, y lo miré
mientras dormía. Respiraba despacio y su semblante reflejaba una increíble tranquilidad,
su cabello estaba un poco desordenado y sus labios entreabiertos hacían que me
perdiera muy fácilmente en ellos.
Y me era imposible descifrar
que era lo que tanto me gustaba de él, pero a la vez no quería descubrirlo,
quería seguir sintiéndolo y aunque lo nuestro “imposible” quería seguir con
esto.
Peter se movió un poco, me
atrajo a su cuerpo con el brazo que estaba rodeaba mi cintura y mi corazón
latió rápidamente. Su boca estaba a tan solo unos centímetros de la mía, desee
besar sus labios con locura y sin control pero me aguanté.
Su cabeza giro un poco más y
quedo casi rosando mis labios. Y simplemente, no pude aguantar.
Me acerqué un poco más y sin
pensarlo demasiado, nuestros labios se tocaron. Y él no tardó mucho en “despertar”
y mover sus labios contra los míos. Su otra mano se dirigió hasta mi nuca y la apretó,
acercándome más a su boca y
profundizando el aun suave beso.
Abrió un poco más su boca y
literalmente me comió mi boca, y mis pulmones comenzaban a pedir oxígeno y él
lo notó. Su boca se abrió todavía más logrando atrapar entre sus dientes mi
labio inferior, lo mordisqueó suavemente y no lo soltó.
-Peter... –susurré-
Lo escuché jadear y soltó mi
labio suavemente. Dejo un corto piquito en mis labios y se alejó. Abrí mis
ojos, y él me estaba mirando atentamente. Y ahí estaba una vez más, atrapándome
entre lo correcto y lo incorrecto, entre sus ojos verdes que hacían que me
perdiera.
Una hermosa sonrisa adornó
su adormilado rostro y yo reí tontamente.
-Buenos días –musité-
Rio suavemente y moría por
escuchar su voz ronca que tenía cada vez que despertaba.
-Amanecer bajo tu mirada,
esos son buenos días –aseguró-
Y mi cuerpo vibró de
emociones al escucharlo.
-¿Cómo sabes que te estaba
mirando? –le pregunté-
-Solamente lo sé –sonrió-
-¿Estabas despierto?
-¿Vos pensas que podía
dormir tranquilo sabiendo que te tenía entre mis brazos? –cuestionó-
Y mi sonrisa se hizo
presente en mi rostro. Apreté mis labios y él rio suavemente.
-¿Pensaste que me iba a
escapar?
-No, pero no sabes lo que me
encanta tenerte entre mis brazos.
-¿Por qué?
-Porque siento que ese es tu
lugar, en este momento no necesito más palabras para transmitirte lo que
siento, el simple contacto de cuerpo contra el mío, me delata.
-¿Enserio sentís eso? –pregunté
sorprendida-
-¿Y porque no?
-No sé –hundí mis hombros- ayer
acordamos…
-Olvídate de lo que te dije
ayer –me interrumpió-
-¿Qué me olvide?
-Ayer fue pasado, hoy es el
presente y hay que disfrutarlo –aseguró-
-No te entiendo.
-No hay mucho que entender.
-Pero ayer dijimos que…
-Sé lo que dije –interrumpió-
y.. Creo que no está bien.
-¿No?
Peter suspiró pesadamente y
se acomodó para poder mirarme mejor, y sin soltarme de sus brazos.
-Anoche me di cuenta que
realmente no me importa si logramos algo juntos o no, no me importa si tenemos
que arriesgar mucho o poco, no me importa tener que estar a escondidas con vos,
no me importa nada de nada… solo vos –me miró fijamente- y solo quiero estar
donde vos estés, donde sea que eso signifique.
-¿Estás seguro?
-No puedo alejarme de vos,
ya no –arrugo su frente- anoche me di cuenta que estoy atrapando, que ya fue,
que no voy a poder escaparme de vos aunque lo intente porque ya me tenes hasta
las manos.
-¿Y no te da miedo?
-De lo único que tengo miedo
es de perderte.
Y mi corazón latió rápidamente
pero de emoción. Eso era lo que quería escuchar desde hace algunos días, lo
mismo que yo sentía por él.
-Jamás me sentí como si
perteneciera a ningún parte, pero vos me hiciste sentir como si te perteneciera
y ayer… no sabía qué hacer para que esto no terminara y.. –Mordí mi labio
inferior- yo no sé muy bien cómo llevar esto, no suelo sentir este tipo de
cosas y me da miedo sentir que te puedo decepcionar, yo puedo cambiar algunas
cosas si queres y..
-No quiero que cambies –interrumpió-
-Entonces dime que hacer,
como llevar esto –lo miré algo asustada- dime y lo haré.
-Solamente deja que fluya,
que todo sea como tenga que ser.
-¿Y estás seguro?
-Lali –suspiró- dejemos de
hablar y..
-Lo digo porque esto no va hacer
fácil, yo soy famosa y vos..
Su mirada se centró en mí y me
abrazo con más fuerzas, me quede mirándolo a los ojos sin terminar la frase
anterior.
-No me importa que eres o
que no eres. Te quiero sin más.
Sonreí y mis mejillas se
llenaron de felicidad.
-Entonces tenemos eso en
común –aseguré-
Peter se acercó hasta mi
boca, y nuestros labios se rozaron muy débilmente. Nuestras miradas se
mantuvieron conectadas y él sonrió contra mi boca.
-Somos vos y yo contra el
mundo, Lali.
Asentí lentamente y sus
labios capturaron a los míos.
Y simplemente ya no podía
escaparme de él, ni ahora ni nunca. Siempre estaría ahí, en todos mis
pensamientos, mi corazón en sus manos.
-Hueles tan bien.
Dijo con su voz áspera
mientras se colocaba encima de mí. Mi piel se erizo con solo escuchar su voz, y es que este era el
primer hombre que me provocaba tantas cosas a la vez en mí.
Su boca volvió a posarse sobre
la mía pero esta vez había desesperación y pasión. Parecía como si la vida
dependiera de nuestros roces, de mi piel contra la suya y viceversa.
Peter comenzó a levantar mi remera
con sus hábiles manos rápidas. Y a mí me encantaba que él tuviera el control, nunca
antes había dejado que alguien tuviera el control sobre la situación en la cama
pero ahora todo era diferente, ahora a Peter se lo permitía todo, él podía
hacer de mi lo que quisiese.
Mordió mi labio inferior con
fuerza y se movió peligrosamente encima de mí. Su erección choco con mi vientre
y aquello me calentó aún más.
Sus manos encontraron mis
pechos desnudos y al parecer eso le agrado muchísimo más a Peter.
-Estás sin sujetador –susurró-
-Siempre duermo así.
-¿Fue con algún propósito?
-No –reí-
-Lo lograste nena –me miró-
te voy a hacer el amor.
Y no dijo nada más,
simplemente continuó besando mi cuello con dureza, lo succionaba y su cálida
lengua me hacía cosquillas.
Y él había dicho “hacer el
amor” nunca antes habíamos hecho el amor, siempre habíamos tenido sexo y… no
recordaba si alguna vez había hecho el amor en mi vida.
Mi remera abandono mi cuerpo
y él seguía tomándose todo con calma, pero mi corazón no podía más. Sentía que
iba a salir de mi pecho, y que no iba a poder controlarme cuando estuviéramos “haciendo
el amor”
Acarició suavemente mi estómago
y bajo lentamente hasta mis muslos que estaban descubiertos, los acarició sin
prisa y su boca se acercó a mi oído.
-Me gustan tus piernas –murmuró
con voz agitada-
-¿Si?
-Ajam
Su boca fue hasta la mía y
antes de que se tocaran, me miró fijamente.
-Me gusta tu cuerpo.
Y sus labios jugaron con los
míos lentamente. Agarre su pelo entre mis dedos y él me beso tranquilamente, y
disfruté tanto el beso, disfrutaba sentir su lengua jugando con la mía y
disfrutaba escuchar sus latidos más rápido de lo normal.
Sus dedos se deslizaron por
mi espalda y no podía dejar de besar sus labios, me gustaba esta situación, me
gustaba que juntáramos la ternura con la pasión.
Peter bajó lentamente mis
bragas, y luego simplemente se alejó. Fruncí el ceño y el me miro con atención.
Se sentó en la cama y lo imité, me miraba con una sonrisa que realmente no
comprendía.
-¿Qué pasa? –le pregunté-
-Nada.
-¿Entonces porque te
alejaste? –Pregunté desentendida- ¿ya no quieres…
-Sí, sí quiero hacerte el
amor Lali –interrumpió-
-¿Entonces porque te
alejaste?
-Porque quería mirarte…
-¿Eh?
Nuevamente acercó su boca a
la mía.
-Me gustas demasiado –susurró
contra mis labios- y quiero que lo sepas.
-Lo sé –sonreí- y vos
también te gustas a mí.
Sus labios cayeron
nuevamente en mi boca y esta era la milésima vez que me atrapaba.
Volvió a colocarse encima de
mí y entonces yo empecé a bajar su short. Y él también no traía bóxer, y eso
era por algo.
Reí juguetonamente mientras
con un poco de su ayuda, su short abandonaba su cuerpo para quedar en el suelo.
Él rio cuando mi mano agarro su miembro y empecé a acariciarlo tranquilamente.
Abrí mis piernas y él se acomodó
entre ellas. Su boca atrapó nuevamente a la mía y sentí la punta de su miembro rozar
contra mi feminidad. Sonreí contra su boca y Peter se movió un poco para poder
entrar en mí.
Poco a poco empezaba a
entrar en mi con suavidad y dulzura, agarro mis manos y las puso arriba de mi
cabeza y entrelazo mis dedos con los suyos. Entro completamente y cerré los
ojos cuando movió suavemente sus caderas hacia delante y solté un gemido.
-Ohh..
Sus movimientos continuaron
siendo suaves y recostó su frente en la mía. Mis ojos se abrieron y su mirada
estaba fija en mí. Mordí mi labio inferior y Peter aumento un poco el ritmo
pero aun así seguía siendo suave y cuidadoso. Y era extraño porque nunca antes
lo habíamos hecho con tanta dedicación y ternura pero se sentía bien, incluso
lo estaba disfrutando aún más.
Soltó mis manos y él se
acercó a mi boca. Una de sus manos se puso en mi cintura mientras yo agarre sus
mejillas entre mis manos, besando su boca con total tranquilidad.
-¿Te gusta? –Preguntó contra
mi boca-
-Me gustas –susurré agitada-
Besó mi boca y él estaba
haciendo el amor conmigo. Lento y romántico y me gustaba. Gemí contra su boca y
Peter entro un poco más rápido y fuerte.
-Mmm –jadeó- me gusta
sentirte.
Y me penetró con fuerzas y
esta vez había sido sin ternura. Mis uñas se clavaron en su espalda y fue él
quien gimió. Una, dos, tres y podía estar toda la mañana contando las fuertes embestidas
que me daba, y cada vez la iba a disfrutar más.
Se movió circularmente y eso
era el cielo, sentirlo tan dentro de mí me llevaba a la perdición.
Me besó descoordinadamente y
mantuvo el movimiento circular dentro de mí. Jadeé con mayor frecuencia y él
notó que estaba casi lista, me penetro duramente y me arqueé contra su cuerpo,
y Peter me abrazo con fuerzas. Había alcanzado el orgasmo y él lo hizo segundos
después dentro de mí.
Se quedó quieto y nuestros
latidos estaban agitados, nuestras respiraciones estaba descontroladas y su
mirada estaba perdida en mis ojos.
-¿Te gustó? –preguntó-
Asentí suavemente y su boca
se apoderó tiernamente de la mía.
-Fue diferente –susurré-
-Hicimos el amor.
-Y me encantó –sonreí-
Salió de mí y se acomodó a
mi lado inmediatamente. Sus brazos no tardaron en rodearme y mi cabeza se apoyó
en su pecho. Su mano acarició mi cintura y sentía que iba a explotar de
felicidad.
-Te quiero –musité-
-¿Y porque me quieres? –preguntó.
Levante mi mirada para
encontrarme con la suya.
-¿Y porque no?
-No lo sé –rio-
-Te quiero porque sos así y
no te pareces a nadie, porque sos capaz de hacerme olvidar aquellos amores de
antes y porque te estás metiendo en mí muy fuertemente.
Y Peter agarro mi rostro y
me llevo hasta a su boca una vez más.
Y lo nuestro era complicado
y a veces un desastre, pero había esperanza en el desorden y paz en el
desastre.
Continuara...
Tarde pero llego, fue tierno y hot a la vez jajajaj diganme que no les gusto porque las matoooooooo ajjajaja LAS QUIERO, besooooo!! y GRACIAS por leer, son un amor <3
@Chilelaliter