31 de marzo de 2013

Capitulo Ciento Cuarenta y Cinco.

'Volver a Respirar'
Capitulo 145.

Cuenta Peter.

Su voz, su desesperación, su angustía, su dolor, su sufrimiento.. todo fue transmitido por esas pocas palabras que me dijo a través del celular. Estaba en lo cierto, le estaba pasando algo malo, lo sabía.
Rapidamente entre a la casa y me acerqué a Sara.
-Ya vuelvo ¿si? -le susurré en su oido mientras me colocaba mi campera-
-¿A donde vas? -volteó preguntandomé sorprendida-
 -Luego te explico -besé su mejilla y ella alzó una ceja- no te preocupes.
No dije más y salí de la casa, lo más rapido que pude bajo la atenta mirada de la mayoría de los que aun estaba en aquella fiesta.
Encendí el motor con rapidez y arranqué a todo dar. No me importaba si no estaba en la carretera, quería llegar lo más rápido posible a su departamento.
Por mi mente pasaban miles de tesis, no podía encontrar alguna razonable, sabía que era algo malo y eso me hacía querer llegar lo más rapido posible. Ella me necesitaba y yo como alguna vez la prometí, SIEMPRE iba a estar a su lado, tomando su mano, limpiando esas amargas lágrimas de dolor.

Llegue al edifició y me bajé con desesperación, entré corriendo y me acerqué al conserje para que le avisará que yo ya estaba acá.
-No contesta -dijo él, luego de llamarla por tercera vez- capaz que este durmiendo, llegó hace un rato y se le veía cansada.
-No puede ser -miré hacia el ascensor, estaba abierto-
-Si quiere puede esperar hasta..
Lo ignoré y corrí al ascensor, me subí adentro y antes de que el hombre pudiera hacer algo más que gritarme, cerré la puerta marcando el piso de Lali.
Lo sentía eterno hasta que al fin se detuvó, abrió sus puertas y corrí hasta el departamento de ella, toqué el timbre desesperadamente, mientras miraba la puerta del departamento de su "novio", la cual estaba complemente cerrada.
-¿Quien es? -escuché su quebrada voz, preguntar con miedo al otro lado de la puerta-
-Soy yo Lali, soy Peter -dije en un tono que ella pudiera escuchar-
No pasó ni un segundo y ella abrió la puerta. Estaba echa mierda, no podía describirla de otra manera.
Entré y la enrede en mis brazos mientras cerraba la puerta con mi pies. Ella apoyo su cabeza en mi pecho y se aferró a mi.
-¿Que pasó? -le pregunté preocupadisimo-
-No me soltes -susurró ella sin dejar de llorar-
-Acá voy a estar -acaricié su cabello- tranquila, estoy con vos.

Cuenta Lali.

Estuve al rededor de 15 minutos encerrada en mi habitación, llorando, tratando de buscar alguna explicación de como la relación había llegado a tal punto, en que momento cambio todo... Preguntas que simplemente no tenían respuestas y quizás nunca las iban a tener.
Sentí el timbre del citofono, lo más extraño es que nadie contestó. Pensé que estaba Diego en la sala pero no, cuando abrí la puerta de mi cuarto y salí temorosa hasta el living, noté que no estaba, miré aterrada hacía todos lados, cada ricón del departamento y no, no estaba.
Solté un largo suspiro de alivio, era como si me hubieran devuelto el alma al cuerpo.
No pasó más que unos segundos y el timbre sonó algo desesperado. Salté del miedo y me acerqué a la puerta con miedo, no iba a abrirle si era él.
-¿Quien es? -pregunté casi con un hilo de voz-
-Soy yo Lali, soy Peter -dijo su voz del otro lado-
Otro suspiro más recorrio mi cuerpo y rapidamente abri la puerta, él se quedo casi tildado al verme y no tardó en atraparme con sus largos brazos, me abrazó tan fuerte como si estuviera a punto de desmayarme. Y justo en ese momento, enredada entre sus brazos, me sentí a salvo.
-¿Que pasó? -me preguntó preocupado-
-No me soltes -susurré sin dejar de llorar-
-Acá voy a estar -acarició mi cabello- tranquila, estoy con vos.
Y lo único que pude hacer, es abrazarlo más fuerte aun. Aferrandome a él como si en un minuto más moriría.

-Lali -murmurró en mi oído luego de algunos minutos en esa posición intacta-
Levanté debilmente mi mirada sin soltar mis brazos de su cintura. Él tomó mi rostro con ambas manos y acarició suavemente mis mejillas, limpiando todas las lágrimas.
Recorrió su mirada por cada parte de rostro. Y se detuvó en mis cristalinos ojos.
-¿Que pasó? -me preguntó con algo de nervios-
Suspiré y volví a apoyar mi cabeza en su pecho. Él suspiro y acarició mi cintura.
-Necesito saberlo -aseguró- me mataba verte así.
-Veni.
Entrelacé mis dedos con los suyos con toda confianza, me aseguré de poner el pestillo por dentro en la puerta, para que Diego no pudiera volver a entrar y luego caminé junto a él hasta mi habitación. El rocé de nuestras manos juntas, hizo que una suave vibración recorriera mi cuerpo y se instalara en mi estomago.
Me senté en mi cama y él me siguió. Lo observé durante unos minutos y él enredó su brazo por mi cuello, besó mi frente y con su otra mano libre, entrelazó mis dedos con los suyos.
Mis lágrimas volvieron a aparecer, esto no iba a ser fácil. No encontraba las palabras precisas para no preocuparlo más de la cuenta, no podía decirle lo que realmente había pasado, me aterraba contarselo a alguien. No podía. Sabía como iba a ser la reacción de Peter y no quería que él matará a Diego a golpes, Peter no tenía nada que ver y podía salir lastimado por mi culpa.
-Me estas preocupando mucho -dijo con cierta angustía- necesito saber que pasa -levanté mi mirada y la crucé con la suya- ¿quien te hizo algo? ¿Pablo? ¿Diego? -preguntó desesperado- necesito saber Lali.
Trague saliva y suspiré.
-No.. no puedo -susurré a penas-
-¿Que no podes? -preguntó desentendido-
-Necesito que estés conmigo, solo eso -lo miré llorando- sé que no somos nada pero solo te necesito a vos en este momento -aseguré, expresando lo que sentía-
-Estoy con vos, no te dejaré -acarició mis dedos entrelazados con los suyos- pero no entiendo nada, y me preocupa.
-Lo sé.

Él se detuvo y se lenvató algo brusco, me observó con delicadesa cada parte de mi cuerpo. Se quedó pegado en mis brazos, mis muñecas.. Ya lo había notado una vez, ahora iba a exigir una explicación.
Sus ojos se desviaron a los mios con cierta rabia, y preocupación. Se arrodillo frente a mí, y tomó mis brazos delicadamente, los recorrio enteros descubriendo todos mis moretones. Mis lágrimas salieron con más dolor, más rabia, más verguenza.
-¿Quien mierda te hizo esto? -preguntó con sus ojos pegados a los míos-
Aprete aun más mis ojos y un centenar de lágrimas volvieron a salir.
-Mariana -me llamó enojado-
No lo miré, y él agarro mi mentón y me obligó a mirarlo. Sus ojos estaban cristalinos.
-Decime quien fue el hijo de puta que te hizo esto -me ordenó serio, con bronca- Mariana por favor -me pidió y yo seguí llorando- responde por favor! -exclamó preocupado-
-No puedo.. -dije con un hilo de voz-
-¿Porque no podes? -abrio sus ojos y yo negué- ¿QUIEN MIERDA FUE EL HIJO DE PUTA QUE TE DEJO ASI? -elevó su voz con desesperación-
Tenía que decirselo pero no me salían las palabras. No quería que él hiciera algo malo.
-Di.. Diego -susurré-
Sus ojos se quedaron intactos en los mios, sus lágrimas recorrieron sus mejillas y noté como la ira llegaba su rostro.

 Cuenta Peter.

Escuché su susurro, su voz quebrada al máximo, sus lágrimas de dolor, su angustía, su propio sufrimiento sin salida.
Quede tildado al escuchar el nombre de su novio, ese hijo de puta le había pegado a Lali, A MI LALI. ¿Quien mierda se creía que era para pegarle? ¿que tipo de de basura era ese pelotudo?.
La bronca, la rabia, la ira, llegó a mi. LO IBA A MATAR. No iba a volver a pegarle a Lali ni a ni una mujer más en su vida, se iba a acordar de mi para siempre. Pelotudo de mierda, perro mal nacido, maricon con todas sus letras.
¿Como carajo le hacía eso a Lali? Ella era tan buena, tan frágil, tan débil. Hijo de las re mil putas. Lo iba a matar.
-Lo voy a matar -dijo sorprendido- LO VOY A MATAR A ESE HIJO DE PUTA -me levanté gritando sacado, iba a ir por él-
-NOOO PETERR... -me agarró del brazo llorando- por favor no -dijo con miedo-
La miré por unos segundos, me imagine como fue cuando le pegaba, cuanto le dolía a ella, cuanto le rogaba que la dejara en paz y ese enfermo no la soltaba.
Tomé su rostro en mis manos y choque mi frente con la suya.
-Te prometo que todo va a estar bien, vos no vas a sufrir más.
-Peter por favor no hagas una locura, por favor -me pidió-
-No tengas miedo, yo sé lo que hago, ese maldito mal nacido va a rogar que no le corte las pelotas -dije con furia-
-Peter... -me rogó- no es necesario.
-SI ES NECESARIO LALI ¿viste como mierda te dejo? NO TE PUEDA HACER ESO, ese concha de su madre me va a conocer, NADIE TE HACE DAÑO ¿me escuchaste? no voy a permitir que un imbecil con problemas mentales te haga sufrir, y menos que te toque de esa manera -le dije como loco-
Vi como ella lloraba mientras me miraba. Mis ojos se cristalizaron y botaron algunas lágrimas.
-Lali.. vos sos lo más importante que me pasó en la vida, y te voy a cuidar, y a proteger de todo y de todos -dije sincero- no puedo aguantar que alguien maltrate al amor de mi vida -ella me miro sorprendida- te juro que le voy a matar por lo que hizo.

Continuara...