4 de julio de 2013

Capitulo Ciento Setenta y Uno.

'Volver a Respirar'
Capitulo 171.

Suspiré y aprete mis labios mientras con una de mis manos hacía circulos sobre el pecho desnudo de mi novio. Él acariciaba lentamente mi espalda desnuda, y ambos estabamos sonriendo en aquella silenciosa habitación a las 7 de la madrugada.
Había sido un día lleno de felicidad, no hubo ni un segundo en el que estuviesemos separados, sin reir o sin llenarnos de "te amo". Esto era perfecto, estaba viviendo casi un sueño, creía que era imposible estar mejor pero el día de ayer me había dado cuenta que estaba equivocada, que con Peter los limites de la felicidad, no existian.

-¿En que piensas? -escuché su ronca voz-
Bote airé y levante mi mirada sin despegar mi rostro de su pecho.
-En lo perfecto que fue todo ayer -contesté-
Sonrió y una de sus manos se posó en mi mejilla, la acarició y luego bajo hasta mi cuello, sonreí.
-Es increíble que después de todo, estemos acá -continué- no puedo creerlo aun.
-Creeme que yo tampoco -admitió-
Mordi mi labio inferior y él rio cortamente.
-¿Sabes todo lo que provoca en mi ese maldito gesto? -me cuestionó con deseo-
Negué intencionalmente mientras aguantaba la risa, claramente si lo sabía. Volví a repetir el gesto.
-Me estás torturando -me advirtió-
-Lo sé -sonreí y continué haciendolo-
-Basta -me pidió-
Negué, me gustaba este jueguito.
-Lali, por favor -bufó pero yo no le hice caso- aaaah boe! entiendo, entiendo -rió- ¿vos queres que te haga el amor ahora mismo? -me preguntó con ganas de que mi respuesta fuese si-
-Me parece que eso es lo que vos queres -respondí-
-Obvio que lo quiero! -exclamó- y vos me estas tentando cada vez más -se acerco a mi boca- y si no dejas de hacer eso, te juro que no me importa que hallamos echo el amor hace unos minutos atrás, ni que sean las 7 de la madrugada, ni que mi hijo este alli dentro -señalo mi panza- te lo advierto eh!
Reí, lo amaba tanto! Y la verdad es que a mi tampoco me importaba todo lo que él habia dicho, moria de ganas porque me hiciera suya una vez más.
Me acerqué a su boca y choque mis labios con los suyos.
-Entonces, que no te importe y haceme tuya -murmuré contra sus labios-
Sonrió ganador.
-Ya sos mía -aclaró-
-Y vos mio.
Y lo besé apasionadamente, con ganas de sentirlo, con ganas de unirme a él, con ganas de volar junto a él.

Me subi arriba de él y la vida se me olvidó. La necesidad, el deseo, las ganas me envadieron y solo quería que él estuviera dentro mió. Quería demostrarle cuanto lo amaba una vez más, quería asegurarme que esto enserio era real.
Y asi fue.
 No tardó nada en estar dentro de mi, con suaves y delicados movimientos circulares que hacían que la pasión aumentasé aun más. Mi boca ataco su cuello mientras lo abrazaba, y mis pechos tocaban su torso. La sensación era unica, hacer el amor con él era unico. No había nada que se comparará con esto, me encantaba hacer el amor con él.
Sus manos bajaron hasta mi cola, su boca buscó la mía y la encontró. La intensidad aumento y los movimientos dejaron de ser suaves y delicados, ahora saltaba encima de él, la calentura nos invadió y mis gemidos eran cada vez más fuertes al igual que los movimientos. Como gozaba estar en esta situación.
Peter entraba y salía una y otra vez sin parar, ambos tratabamos de llegar al climax, nos encantaba llegar juntos. Lo buscabamos, y cada embestiada era más fuerte, con más ganas.. Hasta que llegó, y lo mejor que el orgasmo nos llegó al mismo tiempo.
Grité su nombre y me caí rendida sobre su pecho. Había sido mucho por esta noche, dos muy buenos polvos como se decía vulgarmente.

Cuenta Peter.

Llegar al climax junto a ella era una de las mejores cosas que en la vida, no había descripción, la sensación era increíble.
Segui dentro de ella haciendo suaves moviemientos mientras le acariciaba la espalda. Ella dejaba varios piquitos en mi pecho. Y el tiempo corría, y la pregunta que hace varios dias estaba rondando mi cabeza, aparecía de nuevo.
Sabía perfectamente que no necesitaba nada más que ella en mi vida, ella llenaba todo el vacio que tenia en mi vida, ella era mi complemento perfecto, ella y solamente ella. No iba a dar más vueltas, no me importaba nada más, estaba seguro lo que quería y ya nada más me importaba. Solo la quería a ella para el resto de mi vida.
No me importaba si era o no el momento, pero sentía que unir legalmente mi vida a la de ella era algo que necesitaba.

-Amor... -susurré en su oído-
Ella levantó su rostro y me miró sonriendo, era tan linda. Mis labios tomaron contacto con los de ella y la bese por largos segundos. Se separó e hizo que saliera de ella. Se acostó al lado y me abrasó.
-Necesito decirte algo.. -le dije un poco nervioso-
-¿Bueno o malo? -preguntó sorprendida-
-No sé -la mire preocupado-
Ella encarnó una ceja. Me acomodé en la cama y me pusé de lado para quedar frente a frente con ella.
-¿Que pasa mi amor? -preguntó preocupada-
Pusé una de mas manos en su cintura y la acerqué a mi, ella abrazo mi cintura y mi otra mano se posó en su mejilla. Pegue mi frente con la de ella y la miré fijamente a los ojos.
-Cásate conmigo -le dije sin dudarlo-
Sus ojos me penetraron aun más, su mirada se expandió un poco.
-¿Que? -preguntó sin creerlo-
-Cásate conmigo -repetí y sus ojos se llenaron de lágrimas-
La abrasé de inmediato mientras mis ojos también se ahogaron en lágrimas.


Continuara...