Capitulo Seis.
Cuenta Lali.
Entre al casino e inmediatamente
todas las miradas se posaron sobre mí. Sonreí con superioridad y camine hasta
la barra. Los ojos de todos los hombres que se encontraban allí, recorrieron mi
cuerpo como si fuese una escultura.
Me senté en uno de los gabinetes de
la barra, apoye mi cartera ahí y saque mi celular. No pasó ni un segundo más y
uno de todos los barman que habían ahí, ya estaba frente a mí.
-¿En qué te puedo ayudar, linda? -me
preguntó-
Lo miré con desprecio y luego noté
que era lindo. Le sonreí y observe su torso. Digno de trabajar de barman,
estaba como para pedirlo a él y tener sexo toda la noche.
-En estos momentos solo me podes
ayudar en traerme un trago -respondí- más tarde quizás me podes ayudar en otra
cosa -le guiñe el ojo-
Él sonrió y en sus mejillas
aparecieron margaritas. Sexy.
-Estoy a tu disposición -habló-
Su voz era ronca y rasposa. Estaba
sumando muchos más puntos que cualquier otro barman.
-¿Que trago queres? -me preguntó-
-El mejor que tengas -contesté mirándolo
fijamente-
Me guiño un ojo y volteó para
prepararlo.
Volví a mi celular y vi que Euge me
había hablado.
"¿Dónde vamos hoy?"
Preguntó mediante un texto.
"Estoy en el casino del hotel,
¿qué tal si bajas?" Le contesté.
"¿Estás sola? ¿Y qué hay de
bueno ahí?" Me preguntó de vuelta.
"Muchos hombres sexys y con
dinero" Respondí.
"Apa, me estás tentando
La" Me mando.
"Baja ahora mismo boludita, te
espero, chau" le envié y guardé el celular.
El barman me estaba esperando junto
a su "mejor" trago. Le sonreí y bebí un poco de la copa. Estaba
delicioso.
-¿Cuánto es? -le pregunté-
-Para vos es gratis -sonrió-
Reí suavemente y mordí mi labio
inferior.
-¿Viniste sola? -preguntó el chico-
-Mi amiga está por bajar -le
respondí-
-¿Hacen la previa acá y después van
a bailar? -volvió a preguntar-
-No -reí- el show de hoy nos dejó
agotadas -rode mis ojos-
-Me gustaría verte arriba de un
escenario -aseguró-
-Y a me gustaría verte desnudo
-musité-
Él rápidamente se sonrojo, y sus
facciones se tensaron. Rio roncamente y yo lo imité.
-Estaba bromeando -aclaré- aunque no
sería mala idea eh -reí-
-Sos muy simpática -cambió el tema
algo incómodo- no sé porque la gente de la tele te odia.
-No me odian, me envidian -corregí-
y no me importa, yo aprovecho mi fama nada más.
Él sonrió y aproveche de tomar un
poco de mi trago. Mi celular sonó, lo miré y era una llamada de Max. Bufe y
contesté.
-¿Qué queres? -le pregunté irritada-
-No estás en tu habitación -habló-
-No -reí- salí.
-Mariana! -exclamó en forma de reto-
-Hey, Max tranquilízate -reí- estoy
en el hotel, no te preocupes.
-¿A vos no te interesa nada verdad?
-preguntó molesto-
-Me interesa mi vida y con eso basta
-le respondí enojada-
-Si tanto te interesara tu vida como
decís, me harías caso -me arrebato-
-Ay! ¿Me queres arruinar la
noche?
-No, pero te advierto que de a poco
estás cavando tu propia tumba -me advirtió-
Reí con sarcasmo.
-¿Que vas a hacer? ¿Me vas a
echar? -volví a reír exageradamente- no me jodas! vos no sos nada sin mi
Max! -aseguré-
-No tenes ni una puta idea de cómo
es todo esto Mariana! y cuando lo sepas, quizás sea tarde y te vas a caer de
muy alto -aseguró enojado-
-Para eso tengo un bueno culo y
sobrevivir a la caída -respondí con bronca- ahora déjame de hincharme las bolas
y ándate a dormir abuelo -le corté-
Suspiré pesadamente y agarre la
copa. Tome todo lo que quedaba del trago. Necesitaba calmar esta bronca. Ese
amargado siempre intentaba arruinarme las noches pero nunca lo lograba, y hoy
no iba a hacer diferente.
El barman me miraba atentamente, lo
miré y ambos sonreímos. Deje la copa sobre la barra y me levanté.
-Gracias por el trago, estaba muy
rico al igual que vos -le hablé-
-De nada Lali -sonrió-
Le guiñe el ojo y camine hasta el
baño. Hice mis necesidades y luego me retoqué el maquillaje.
Volví a salir y camine por el
pasillo de todas las mesas. Vi un gran grupo de personas, que reía o charlaban
de cualquier pelutodes. Era mi staff. Sabrina me saludo con la mano y me acerqué.
Iba a estar con ellos mientras llegaba Euge o encontraba a Facundo.
-Pensé que no salías hoy -me dijo
Sabri-
-Esto no lo cuento como salir -reí y
me senté a su lado-
-¿Y Euge? -preguntó-
-Ya viene -le sonreí-
Mire detalladamente a cada persona que
estaba en el grupo. A unos cuantos los conocía y a otros simplemente nunca en
mi vida los había visto. Y bueno, también estaba Peter, quien ni siquiera me
había regalado una de sus fastidiosas miradas.
Miré al rededor del casino buscando
a Facundo y lo encontré. Estaba en una mesa con dos chicas. Y mi enojo
apareció. Y no precisamente por celos, si no que por creerse que puede jugar
conmigo, hacerse el galán o tener una cita con alguien más mientras yo llegaba.
Estaba loco, ni en pedo le hablaba hoy. Era solo yo, y él había acabado de
perder su única oportunidad de tenerme.
Una copa de champagne llego a mis
manos. Miré al que me la daba y lo vi a Erick, el baterista de la banda.
-Creo que la necesitas -habló-
-Si -la tomé- y mucho -tome un
sorbo-
-No pensaba que ibas a bajar
-musitó-
-Solo para no pasar una noche
aburrida -rodé mis ojos-
-Lo hiciste bien hoy -sonrió-
-Como siempre, nada más. Ni una
novedad -aseguré-
Rio pesadamente y hablo con otra
persona. Saque mi celular y le mande un texto a Euge.
"¿Podes llegar
perra?"
"Estoy bajando amor,
tranqui!" me envió de vuelta.
Y al fin, iba a llegar alguien como
yo en este lugar.
Miré a Peter quien estaba riendo con
otros chicos. Y se veía realmente... lindo.
Tenía una risa muy cálida y se le
veía muy sociable, para nada antipático o desagradable como lo era conmigo.
Pero la verdad es que me agradaba ese maldito hijo de puta que era conmigo,
porque aunque nunca lo aceptara ni lo demostrara, me atraían muchísimo más los
hombres que me contradicen y molestan a propósito que los que me dan el gusto
en todo.
Al parecer él noto mi mirada sobre
él y al fin cruzo sus ojos con los míos. Le sonreí y el solo rio.
Se levantó sin decirle nada a nadie
y camino hasta la terraza. Yo no dude en seguirlo.
Cuenta Peter.
Tener a Lali "la muñequita de
porcelana" en el mismo grupo que yo, me hacía estar un poco incómodo y aún
más cuando ella me miraba sin pudor alguno.
Si bien, encontraba que era una
pendeja insoportable, también debía reconocer que me intimidaba a veces. Su
maldita forma de mirarme, sus coqueta forma de hablar, de no impórtale nada.
Eso hacía que me desconcertara unas cuantas veces.
Salí a la terraza para fumar y
despejarme. Quise llamar a mi novia pero deje la idea de lado cuando vi a Lali
acercarse a mí. Y estaba jodidamente sexy. No iba a hacer difícil ignorarla
pero bueno... la chica calentaba.
-¿Me das? -me preguntó cuándo
estuvo a mi lado-
La miré fijamente. Y supe que sus
palabras tenían un mensaje subliminal. Y verdaderamente, si la daba, toda la
noche pero no. No iba a caer en su juego, no iba a hacer uno más en su lista.
Esbocé una sonrisa pícara y reí
cortamente. Ella sonrió de una forma muy coqueta.
-Un cigarro -agregó- a eso me
refiero.
-Lo sabía, lo sabía -respondí-
Saque la cajetilla de mi chaqueta y
se la señale. Ella sacó uno y se lo puso en sus labios. Hizo una seña con sus
dedos para que le diera encendedor. Reí, y me acerqué para prender su cigarro
que estaba en su boca.
-Gracias -dijo mientras botaba el
humo- lo necesitaba.
-¿Porque? -le pregunté-
-Porque mi vida no es tan fácil como
vos pensas -me miró-
-Define lo que es el concepto
"fácil" para vos -le pedí-
Rio y aspiro el humo de su
cigarrillo.
-No -respondió-
Reí y desvié la mirada hasta otro extremo
de la terraza.
-A veces me gustaría ser una chica
normal.
Aseguró luego de unos segundos.
Continuara...
@Chilelaliter lindasss!