10 de agosto de 2013

What About Us.

Capitulo Seis.

Cuenta Lali.

Entre al casino e inmediatamente todas las miradas se posaron sobre mí. Sonreí con superioridad y camine hasta la barra. Los ojos de todos los hombres que se encontraban allí, recorrieron mi cuerpo como si fuese una escultura.
Me senté en uno de los gabinetes de la barra, apoye mi cartera ahí y saque mi celular. No pasó ni un segundo más y uno de todos los barman que habían ahí, ya estaba frente a mí.
-¿En qué te puedo ayudar, linda? -me preguntó-
Lo miré con desprecio y luego noté que era lindo. Le sonreí y observe su torso. Digno de trabajar de barman, estaba como para pedirlo a él y tener sexo toda la noche.
-En estos momentos solo me podes ayudar en traerme un trago -respondí- más tarde quizás me podes ayudar en otra cosa -le guiñe el ojo-
Él sonrió y en sus mejillas aparecieron margaritas. Sexy.
-Estoy a tu disposición -habló-
Su voz era ronca y rasposa. Estaba sumando muchos más puntos que cualquier otro barman.
-¿Que trago queres? -me preguntó-
-El mejor que tengas -contesté mirándolo fijamente-
Me guiño un ojo y volteó para prepararlo. 

Volví a mi celular y vi que Euge me había hablado.
 "¿Dónde vamos hoy?" Preguntó mediante un texto.
"Estoy en el casino del hotel, ¿qué tal si bajas?" Le contesté.
"¿Estás sola? ¿Y qué hay de bueno ahí?" Me preguntó de vuelta.
"Muchos hombres sexys y con dinero" Respondí.
"Apa, me estás tentando La" Me mando.
"Baja ahora mismo boludita, te espero, chau" le envié y guardé el celular.
El barman me estaba esperando junto a su "mejor" trago. Le sonreí y bebí un poco de la copa. Estaba delicioso.
-¿Cuánto es? -le pregunté-
-Para vos es gratis -sonrió-
Reí suavemente y mordí mi labio inferior.
-¿Viniste sola? -preguntó el chico-
-Mi amiga está por bajar -le respondí- 
-¿Hacen la previa acá y después van a bailar? -volvió a preguntar-
-No -reí- el show de hoy nos dejó agotadas -rode mis ojos- 
-Me gustaría verte arriba de un escenario -aseguró-
-Y a me gustaría verte desnudo -musité-
Él rápidamente se sonrojo, y sus facciones se tensaron. Rio roncamente y yo lo imité.
-Estaba bromeando -aclaré- aunque no sería mala idea eh -reí-
-Sos muy simpática -cambió el tema algo incómodo- no sé porque la gente de la tele te odia.
-No me odian, me envidian -corregí- y no me importa, yo aprovecho mi fama nada más.
Él sonrió y aproveche de tomar un poco de mi trago. Mi celular sonó, lo miré y era una llamada de Max. Bufe y contesté.

-¿Qué queres? -le pregunté irritada-
-No estás en tu habitación -habló- 
-No -reí- salí.
-Mariana! -exclamó en forma de reto-
-Hey, Max tranquilízate -reí- estoy en el hotel, no te preocupes.
-¿A vos no te interesa nada verdad? -preguntó molesto-
-Me interesa mi vida y con eso basta -le respondí enojada-
-Si tanto te interesara tu vida como decís, me harías caso -me arrebato-
-Ay! ¿Me queres arruinar la noche? 
-No, pero te advierto que de a poco estás cavando tu propia tumba -me advirtió-
Reí con sarcasmo.
-¿Que vas a hacer? ¿Me vas a echar?  -volví a reír exageradamente- no me jodas! vos no sos nada sin mi Max! -aseguré-
-No tenes ni una puta idea de cómo es todo esto Mariana! y cuando lo sepas, quizás sea tarde y te vas a caer de muy alto -aseguró enojado-
-Para eso tengo un bueno culo y sobrevivir a la caída -respondí con bronca- ahora déjame de hincharme las bolas y ándate a dormir abuelo -le corté-
Suspiré pesadamente y agarre la copa. Tome todo lo que quedaba del trago. Necesitaba calmar esta bronca. Ese amargado siempre intentaba arruinarme las noches pero nunca lo lograba, y hoy no iba a hacer diferente.
El barman me miraba atentamente, lo miré y ambos sonreímos. Deje la copa sobre la barra y me levanté.
-Gracias por el trago, estaba muy rico al igual que vos -le hablé-
-De nada Lali -sonrió- 
Le guiñe el ojo y camine hasta el baño. Hice mis necesidades y luego me retoqué el maquillaje.
Volví a salir y camine por el pasillo de todas las mesas. Vi un gran grupo de personas, que reía o charlaban de cualquier pelutodes. Era mi staff. Sabrina me saludo con la mano y me acerqué. Iba a estar con ellos mientras llegaba Euge o encontraba a Facundo.

-Pensé que no salías hoy -me dijo Sabri-
-Esto no lo cuento como salir -reí y me senté a su lado-
-¿Y Euge? -preguntó-
-Ya viene -le sonreí-
Mire detalladamente a cada persona que estaba en el grupo. A unos cuantos los conocía y a otros simplemente nunca en mi vida los había visto. Y bueno, también estaba Peter, quien ni siquiera me había regalado una de sus fastidiosas miradas.
Miré al rededor del casino buscando a Facundo y lo encontré. Estaba en una mesa con dos chicas. Y mi enojo apareció. Y no precisamente por celos, si no que por creerse que puede jugar conmigo, hacerse el galán o tener una cita con alguien más mientras yo llegaba. Estaba loco, ni en pedo le hablaba hoy. Era solo yo, y él había acabado de perder su única oportunidad de tenerme.
Una copa de champagne llego a mis manos. Miré al que me la daba y lo vi a Erick, el baterista de la banda.
-Creo que la necesitas -habló-
-Si -la tomé- y mucho -tome un sorbo-
-No pensaba que ibas a bajar -musitó-
-Solo para no pasar una noche aburrida -rodé mis ojos-
-Lo hiciste bien hoy -sonrió-
-Como siempre, nada más. Ni una novedad -aseguré-
Rio pesadamente y hablo con otra persona. Saque mi celular y le mande un texto a Euge.
"¿Podes llegar perra?" 
"Estoy bajando amor, tranqui!" me envió de vuelta.
Y al fin, iba a llegar alguien como yo en este lugar. 

Miré a Peter quien estaba riendo con otros chicos. Y se veía realmente... lindo.
Tenía una risa muy cálida y se le veía muy sociable, para nada antipático o desagradable como lo era conmigo. Pero la verdad es que me agradaba ese maldito hijo de puta que era conmigo, porque aunque nunca lo aceptara ni lo demostrara, me atraían muchísimo más los hombres que me contradicen y molestan a propósito que los que me dan el gusto en todo.
Al parecer él noto mi mirada sobre él y al fin cruzo sus ojos con los míos. Le sonreí y el solo rio.
Se levantó sin decirle nada a nadie y camino hasta la terraza. Yo no dude en seguirlo.

Cuenta Peter.

Tener a Lali "la muñequita de porcelana" en el mismo grupo que yo, me hacía estar un poco incómodo y aún más cuando ella me miraba sin pudor alguno. 
Si bien, encontraba que era una pendeja insoportable, también debía reconocer que me intimidaba a veces. Su maldita forma de mirarme, sus coqueta forma de hablar, de no impórtale nada. Eso hacía que me desconcertara unas cuantas veces. 
Salí a la terraza para fumar y despejarme. Quise llamar a mi novia pero deje la idea de lado cuando vi a Lali acercarse a mí. Y estaba jodidamente sexy. No iba a hacer difícil ignorarla pero bueno... la chica calentaba.

 -¿Me das? -me preguntó cuándo estuvo a mi lado-
La miré fijamente. Y supe que sus palabras tenían un mensaje subliminal. Y verdaderamente, si la daba, toda la noche pero no. No iba a caer en su juego, no iba a hacer uno más en su lista.
Esbocé una sonrisa pícara y reí cortamente. Ella sonrió de una forma muy coqueta.
-Un cigarro -agregó- a eso me refiero.
-Lo sabía, lo sabía -respondí-
Saque la cajetilla de mi chaqueta y se la señale. Ella sacó uno y se lo puso en sus labios. Hizo una seña con sus dedos para que le diera encendedor. Reí, y me acerqué para prender su cigarro que estaba en su boca.
-Gracias -dijo mientras botaba el humo- lo necesitaba.
-¿Porque? -le pregunté-
-Porque mi vida no es tan fácil como vos pensas -me miró-
-Define lo que es el concepto "fácil" para vos -le pedí-
Rio y aspiro el humo de su cigarrillo.
-No -respondió-
Reí y desvié la mirada hasta otro extremo de la terraza.
-A veces me gustaría ser una chica normal.
Aseguró luego de unos segundos.


Continuara...

@Chilelaliter lindasss!