13 de septiembre de 2013

What About Us.

Capitulo Veintiuno.

Baje de la camioneta junto a Euge y Fede. Las cámaras empezaron a tirar sus flashes sobre nosotros mientras caminábamos hasta el interior del aeropuerto.
Al entrar nos sacamos fotos con algunos fans, trabajadores, etc. El vuelo salía en media hora más, así que no tuvimos que esperar mucho.
Subimos a la primera clase del avión. Los demás de nuestro staff iban en la común. El avión despego minutos después.
Miré por la ventana y sentí una rara sensación. El cielo estaba despejado y desde el avión se veía tan lindo. Sonreí al recordar la buena despedida que había tenido y la última mirada que Peter me había regalado antes de salir de su habitación.
Este viaje había sido una locura, en una semana hice cosas que... simplemente no imagine. Y en la mayoría estaba involucrado Peter. Él y su jodida sonrisa, su maldita facha, su estúpido ego. Él y sus ganas de dejarme con gusto a poco. 
Lástima que no lo iba a volver a ver o si lo veía, él iba a estar con su novia, en su vida y yo en la mía.
Sentía que había aparecido en mi vida demasiado tarde y ahora se estaba marchando demasiado pronto. Y no era justo pero lo tenía que aceptar.

Cuenta Peter.

Y acá estaba, arriba de un avión volviendo a buenos aires, volviendo a mi realidad, a mi vida, a mi novia. Miré el celular y releí el mensaje que Natalia me había enviado hace menos de media hora.
"Estoy con tu mamá esperándote en casa amor, llega luego! te amamos"
Traté de alegrarme, de sonreír, de darme ánimo para llegar a la casa feliz. Pero no podía. Algo había en mí que me impedía que me sintiera del todo feliz con aquel mensaje.
No quedaba nada de vuelo, y yo por primera vez no quería que se terminara. Lali estaba en la primera clase, mientras yo estaba en la clase común. Obviamente nos íbamos a ver cuándo estuviéramos en el aeropuerto, y eso era definitivamente incómodo. 
No quería verla partir, no quería que ella me viera partir. La había tenido hace solo un par de horas atrás en mi cama, apoyada en mi pecho, dormida junto a mí, y era imposible negarme a la atracción física que sentía por ella. Rogaba que llegando a casa, y viendo a Natalia, esa maldita atracción desapareciera.
Por el altavoz anunciaron que el al avión iba a aterrizar en minutos. Guarde mi celular y revise mi cinturón de seguridad. En cinco minutos ya habíamos aterrizado.
Salí lentamente del avión y pasé casi sin querer por todas los lugares que requería el aeropuerto para salir. Fui a buscar mi valija cuando la vi aparecer riendo junto a su amigo.
La miré sin discreción alguna, ella lo noto y su mirada se posó en mí como si hubiera visto un fantasma. Subí mis cejas y a la misma vez metía mis manos en los bolsillos de mis jeans. Ella le dijo algo a su amigo y luego camino hasta mí.

-Al fin en buenos aires -musitó-
-Así es.
Asentí y suspire a la vez. Mis ojos penetraron los suyos y ella sonrió.
-Me tengo que ir -habló luego de unos largos segundos-
-Yo también.
Ella asintió y se acercó a mi mejilla. Apoyo sus labios contra mi piel y tuve un impulso de rodearla con mis brazos. Lo hice y ella pareció agradarle. Enredo sus brazos en mi cintura y suspiró pesadamente.
-Fue un gusto conocerte -le hablé en el oído-
Ella rio.
-Para mí también, gracias por darme unos buenos orgasmos -aseguró riendo-
-Lo mismo digo -dije riendo-
-No, enserio -se alejó un poco y me miró- cambiaste el eje de mi viaje -aseguró-
-Y vos el mío.
Sonrió y yo la imité.
-Espero que te vaya bien y bueno, hasta la próxima vez que el destino nos quiera juntar ¿no? -pregunté-
-Si -rio suavemente- éxito en todo.
La volví a envolver entre mis brazos pero esta vez deposite un beso en su frente y me separé. La notaba un poco angustiada por la situación.
-¿Vas a estar bien? -le pregunté-
-Sí -sonrió- 
-¿Entonces, porque esa cara? -le cuestioné-
Suspiró y remojo sus labios.
-Simplemente no me gustan las despedidas -rio-
Yo reí y ella desvió su mirada hasta su amigo. Él le hizo un gesto y ella volvió a mis ojos.
-Me tengo que ir -repitió-
Lleve mi mano a su mejilla y la acaricié suavemente.
-Cuídate Lali y... no seas tan arrogante ¿sí? 
-No -rio- 
-Lo suponía -reí-
-Tonto -sonrió-
Reí burlonamente y me acerqué a su mejilla, la besé y luego me separé.
-Chao bonita.
-Chau Peter.
Y ella giró para luego caminar hasta donde estaba su amigo. Volteó una vez antes de irse y me guiño el ojo. Eso fue como un "pronto nos volveremos a ver"

Tome un taxi hasta mi casa, más bien la casa que compartía con Natalia. Me baje y sentía todo tan extraño. Tome aire mientras abría las puertas de casa y pensaba en qué manera sonreír para demostrarle a ambas que todo estaba bien, normal y sin ninguna novedad.
Ellas escucharon el sonido de la puerta que se abría y rápidamente llegaron a mi bienvenida. Mi mamá me abrazo y luego vi a Natalia. 
Su sonrisa hacía que pareciera un ángel, sus hoyuelos en las mejillas la hacían verse adorable. Me abrazó mientras se colgaba de mi cuello.
-Te extrañe mucho -susurró en mi oído-
Sonreí y enrede mis brazos en su cintura. Era un poquito más baja que yo y tremendamente delgada. Ella besó mi mejilla y luego se alejó.
La observé detenidamente y estaba igual que siempre. Linda.
-¿Cómo estás por el desmayo? -le pregunté-
-Bien, solo fue una baja de azúcar -explicó- 
-¿Y falta de amor? -le pregunté sonriendo-
-Si -hizo un puchero- y falta de dulces besitos con sabor a chocolate -se me acercó- y falta de vos... -enredo sus brazos en mi cuello- y mucha falta de sexo.
Reí, y ella no dudo en juntar sus labios con los míos. La seguí de inmediato. Era una costumbre que ella siempre iniciara los besos. Su sabor era el mismo de siempre, su lengua era igual de irrespetuosa que siempre. Acaricié su cintura y deposité el último apretón de labios para luego separarme. Si la había extrañado pero Lali seguía estando en mi mente.

-Estoy agotado -musité, entrando a la cocina donde se encontraba mamá-
-¿Mucho trabajo? -preguntó mamá-
-Si, y mucha calor -me quejé-
-¿Y muchas trolas? -preguntó celosa mi novia-
-No -reí- solo amigos amor.
-Mmm.. -achino sus ojos-
-Celosita.
La agarre de sus caderas y la senté en mi regazo.
-Nosotros tenemos que hablar -le recordé-
-Si amor, pero no ahora -miró a mi vieja- 
-¿La trajiste para desviar el tema? -le pregunté-
-No, ella quiso venir -respondió-
Reí irónicamente. Sabía que Natalia había llamado a mi vieja para no hablar del tema por unas horas.
-Te vino a cocinar -explico Nati-
-Buenísimo porque muero de hambre -aseguré-
Natalia se levantó de mis piernas y se acercó a mamá.
-¿Necesita ayuda suegrita? -le preguntó amable-
-Sí, córtame la lechuga y los tomates -habló mamá-
-Yo mientras -me levanté- voy a darme una ducha ¿sí? 
Ellas asintieron. Y yo salí de la cocina. Subí de inmediato al baño y me di una ducha. Mientras me vestía prendí la tele y en un programa de farándula estaban hablando de la llegada de Lali y Euge a buenos aires. 
Subí el volumen interesado en lo que iban a decir sobre Lali.
Segundos después apareció Natalia en la habitación. 
-¿Estás listo? -dijo mientras buscaba algo en su cartera-
-Casi -dije sin despegar la vista del televisor-
Ella puso atención al programa que estaba mirando.
Hablaron un poco de su show en punta, de sus alocadas salidas, de su personalidad y de sus amores. Cuando llegaron a esa parte, uno de los opinologos dijo que se le había visto a los abrazos con un desconocido. Temía ser yo la persona a quien se refería. Pasaron tres fotos y estaba en lo cierto. Era yo.

-Ese tipo se parece mucho a vos -aseguró Natalia-
-Era yo.
La miré y su cara se transformó.
-¿Vos? -preguntó sorprendida-
-Trabaje para ellas, ya lo sabias -dije apagando la tele-
-Claro que lo sabía pero vos las detestabas y.. ¿Que hacías abrazándola? -preguntó celosa- ¿te diste cuenta que te pusieron como un nuevo amor? ¿te diste cuenta que las cámaras te sacaron fotos con esa loca de patio? -preguntó casi histérica-
Reí ante su estúpida reacción.
-No seas estúpida -la miré-
-¿Yo estúpida? -preguntó ofendida-
-Sí, vos -saque una remera del ropero-
-No Peter! -exclamó molesta- ¿Me podes explicar desde cuando tenes tanta confianza como para abrazarla? -preguntó celosa-
-Solo me despedí de ella, no seas tonta -dije un poco molesto-
-¿Y porque? ¿Cómo la conociste?
-Hable con ella estos días, es buena onda y nada más.
-¿Nada más? -preguntó enojada-
-Nada más Natalia, deja tus celos ¿sí? -agarre mi celular- no hacen falta.
-Pfff.. -bufó- ella es tan zorra que me da miedo!
-A vos todas te dan miedo -aseguré-
-Pero ella más! -exclamó- ¿y si le gustaste? 
-No seas tonta amor -me acerqué-  ella no es nadie en mi vida -musité mientras me acercaba a su boca-
-¿Seguro? -preguntó haciendo un puchero-
-Ajam -besé su mejilla-
Ella corrió sus labios hasta los míos.
-Te amo -dijo contra mi boca-
Inicié el beso solo para escapar del maldito "yo también"
-Mmm.. -me separé- vamos a comer.
Agarré su mano y bajamos hasta la cocina. Ayudamos a mi vieja a poner los cubiertos y luego nos sentamos. Observé a Natalia y rápidamente se me vino a la mente Lali. 
La verdad era que Lali era mucho más de lo que imaginaba en mi vida.

Continuara....


PRONTITO MARATON, ESTOY ESCRIBIENDO PARA ESO!! LAS QUIEROOO!!!!!! GRACIAS POR LEER, BESO BESO!! CHAU.
@chilelaliter