11 de septiembre de 2013

What About Us.




Capitulo Veinte.

Cuenta Lali.

Baje hasta el lobby del hotel vestida sumamente normal. Un poco de maquillaje y mis tacos.
Salí del edificio algo apresurada y camine hasta la playa en la que habíamos acordado con Peter unos minutos atrás. 
Ya estaba anocheciendo, y en las calles no había tanta gente. Algunos lograron reconocerme entonces, me saque fotos y firme autógrafos.
Cuando al fin pude llegar a mi destino, Peter aún no había llegado. Miré la hora e iban a hacer casi las nueve de la noche. 
Fui hasta el pequeño restaurante que había justo antes de la playa, y pedí una caipiriña. En el local habían varias parejas cenando, amigos tomando, etc. 
Saque mi celular y revise mi twitter. Millones de notificaciones y mensajes. Nada sobre Peter.
Volví a mirar la hora y esta vez eran las 21.15. Habíamos acordado a las 20.45 y ya llevaba media hora de retraso.
¿Que se suponía que debería hacer? ¿Esperarlo? ¿Y si él no llegaba? ¿Y si se arrepentía?.
Esto era definitivamente lo más tonto que había hecho en mi vida. Yo jamás había esperado a alguien, todo lo contrario, ellos me tenían que esperar a mí. ¿Tan atraída me sentía por él que aceptaba esperarlo? ¿Tan idiota me estaba volviendo?
Definitivamente no podía pasar esto. No podía darle todo fácil. No podía estar casi arrastrándome por un tipo que tenía novia. Yo claramente no era su primera opción y tal vez nunca lo sería ¿entonces que mierda hacía esperándolo?
Tome un poco más de mi caipiriña y pedí la cuenta. Volví a mi celular y ya habían pasado cinco minutos más.
La mesera llegó a mi lado pero antes de que me diera la cuenta, alguien la detuvo.

-Agrega otra caipiriña -habló un chico-
Y por su tono de voz, claramente sabía de quien se trataba. Peter.
Levanté mi vista hasta él y Peter solo sonrió. La mesera me miró desentendida y yo solo asentí, ella se retiró de inmediato.
-Hola -saludo mientras se sentaba justo al frente de mí-
-Llegas tarde -musité-
-Lo sé, y créeme que no fue mi intención pero..
-No me importa -lo interrumpí-
Me miro distraído y luego gesticulo su cara.
-Solo no volvas a hacerlo -lo miré- odio esperar.
-Todos odiamos esperar -rio suavemente-
-Yo más -dije sería- ya es mucho tener que estar acá con toda la gente observándome -levanté una de mis cejas- y vos encima te haces el importante y... -suspiré- te juro que estuve a segundos de irme y mandarte a la mierda -aseguré-
Peter rio de una manera tan burlona que me hizo sonreí un poco.
-Me olvidaba que estaba tratando con una famosa -me jodió-
-Ay querido, eso nunca lo tenes que olvidar -dije riendo-
-Ya lo veo -subió sus cejas y sonrió-
La mesera llegó con el trago de Peter. Y el silenció se hizo presente. Estaba algo incomoda pero a la misma vez sentía que Peter no era un extraño, aunque no lo conociese ni un poquito.

-¿Y cuál es tu plan para esta noche? -pregunté luego de tomar de mi trago-
-No sé -arrugó su nariz- tal vez caminar, charlar..
-Aburrido -exclamé-
-¿Qué? ¿queres ir a bailar? -preguntó riendo-
-No, mañana tengo que estar a las 10 en el aeropuerto -me quejé-
-¿Y entonces? ¿tenes un plan mejor que el mío? -preguntó sonriendo-
-Tener sexo -respondí-
Y Peter casi se atoró con su trago. Reí al notar su reacción y él me siguió.
-¿Fui un poco directa? -le pregunté-
-No -sonrió- me gusta que seas así.
-Y es lo que quiero -apoyé mis codos en la mesa, puse mi rostro entre mis manos y lo miré fijamente- quiero que nos despidamos como corresponde -sonreí-
-¿Enserio? -preguntó imitando mi posición-
-Sí.
-Wuau! ¿Qué paso con la Lali de antes? -preguntó y yo encarné una ceja- 
-Acá esta -me señale-
-No -rio- hablo de la que decía que no tenía sexo dos veces con el mismo chico.
Abrí mis ojos y mordí mi labio inferior. Aguante la risa y negué mientras lo miraba.
-Sos una caja de pandoras -aseguró-
-¿Te sorprendo? -le cuestioné-
-A cada rato.
Me sentí orgullosa de mis encantos, mi personalidad y mi carácter. Lo sorprendía mucho más de lo que había pensado.
-¿Y eso es bueno o malo? -pregunté interesada-
-Como vos lo queras tomar -respondió-
-¿Bueno? -pregunté-
-Quizás -sonrió- 
-Nunca tenes que esperar algo de mí -aseguré-
-No lo hago -aclaró-
-¿Siempre sabes todo? -pregunté un poco molesta-
-A veces -rio- y no te enojes, pero tengo más experiencia en la vida que vos chiquita.
-Ay si claro, como no -dije sarcásticamente-
Peter rio y llevo una de sus manos a mi mejilla para luego apretarla.
-Chiquita 
Le saque la lengua y aleje su mano de mi rostro mientras reíamos. 

-Vámonos de acá -dijo luego de pagar la cuenta-
-No era necesario que me pagues el trago eh -le aclaré mientras me ponía mi abrigo-
-Va a hacer solo esta vez -sonrió- a la próxima lo pagas vos.
-¿Va a ver próxima vez? -pregunté mientras caminábamos a la salida-
Y no me respondió. Simplemente me guiño el ojo y camino hasta afuera del local. Lo seguí y sonreí como una estúpida sin que él lo notara.
Me detuve a sacarme algunas fotos con unas personas que me lo habían pedido y luego retome el camino junto a él.
-¿A dónde vamos? -pregunté mientras caminábamos sin destino alguno-
-No tengo idea pero me relaja caminar en las noches -contestó-
-Y también te encanta mi compañía -aseguré creída-
El negó y rio a la misma vez.
-A veces -respondió-
-Vas a extrañarme eh -le advertí-
Y sus ojos se posaron en mí. Apretó su mandíbula y me penetro con la mirada.
-Creo que vas a ser vos la que me va a rogar que nos veamos en un tiempo más -aseguró-
-No lo creo -reí- tengo muchísimas cosas que hacer cuando vuelva a argentina.
-Yo también nena -miró hacia el frente- y tengo una novia -me recordó-
-¿Ahora te acordas de tu novia? -pregunté riendo-
-Siempre la tengo en mente -aseguró-
-¿Pensas en como mirarla cuando la veas? -pregunté bromeando-
-No -me miró- pienso que en que definitivamente ella es el amor de mi vida.
Y su voz tan seria, tan fría, tan dura, reboto en mi tímpano. 
"ELLA ES EL AMOR DE MI VIDA" Puta frase, putas palabras, puto él. 
Levante mis cejas y desvié mi mirada hacia el frente.
-Te felicito -murmuré-
-Gracias -musitó- vos también vas a encontrar al amor de tu vida -aseguró-
-No lo creo -reí- no lo necesito tampoco.
-¿No? -cuestionó-
-No -lo miré- hombres me sobran -aseguré-
-Te felicito -me imitó-
Sonreí totalmente cínica y miré hacia adelante.
Todo el camino de vuelta al hotel fue silenció. Ni él habló, ni yo dije algo. Sinceramente, su maldita "confesión" me había dolido un poco. Me había hecho sentir una miserable. ¿Que tenía esa chica para que él la tildara como el "amor de su vida"? 

Entramos al hotel y nos subimos al ascensor. Sus ojos se posaron fijamente sobre mí. Lo miré y él sonrió totalmente burlón.
-¿Qué es lo gracioso? -pregunté-
-Vos.
-Ja -reí cínica-
-Sos divertida.
-No soy tu payaso -aseguré-
-Lo sé pero me gusta cuando te molestas por cualquier cosa.
-No estoy molesta -lo miré-
-¿Y entonces porque estás tan callada?
-No quiero hablar nada más -contesté-
-¿Estás cansada? -me preguntó-
-Si 
-Ah.. Yo te iba a invitar a mi cuarto para fumar y luego no sé... tal vez.. Tener sexo 
Reí y negué. El ascensor se detuvo y abrió sus puertas, de inmediato baje y él me siguió. Camine hasta la puerta de mi habitación.
-Te lo decía enserio eh.
Habló. Volteé y lo miré de pies a cabeza. Su sonrisa estaba ahí mientras esperaba que yo dijera algo.
-Mañana vas a ver al "amor de tu vida" -ironicé- ella te puede dar sexo.
Peter rio y se acercó peligrosamente.
-Mariana.. -susurró en mi oído-
Me aleje de él y sonreí soberbia.
-No creo que me guste la idea de acostarme con el mismo chico dos veces -aseguré mientras abría la puerta de mi cuarto- buenas noches bonito.
Y entre a mi habitación, dejándolo ahí, con las ganas.

Camine hasta la cama y Fede estaba ahí, dormido como un bebe.
Me saque los tacos cuidadosamente para tratar de no hacer mucho ruido y luego me metí a la cama junto a mi mejor amigo. 
Apoye la cabeza en mi almohada y mordí mi labio inferior al imaginarme como hubiera sido mi última noche con él. ¿Había sido una buena decisión dejarlo ahí afuera? ¿Enserio me podía aguantar de tener sexo con él cuando lo único que quería era volver a estar con él?
Miré a mi lado y Fede ni siquiera se había movido. Suspiré pesadamente y me levanté. Tome mi celular y salí de mi habitación.
Camine hasta su puerta y la toqué. Él no tardó mucho en abrir y al verme ahí, se sorprendió.

-¿Qué haces acá? -preguntó sorprendido-
Y le respondí de la mejor manera que sabía hacer. Choque desesperadamente su boca con la mía y de inmediato tuve una respuesta. Él me tomo de la cintura y me entró a la habitación.
-¿Aún está en pie la propuesta de fumar y tener sexo? -le pregunté en medio del beso-
-Mmm.. si -me besó- pero lo de fumar lo podemos dejar para después de tener sexo -propuso-
Sonreí contra su boca y saboreé sus labios.
-Estoy de acuerdo.
Su boca se colocó sobre la mía, nuestras lenguas chocaron y aquello fue sorprendente. Sus manos recorrieron mi cintura lentamente mientras caminábamos hasta la cama sin dejar de besarnos.
Caímos sobre la cama. Él encima mío. Apreté su espalda mientras nuestros labios no se despegaban.
Sus dedos recorrieron mi panza, cerré los ojos unos segundos y un gemido se escapó de mis labios. Él era tan caliente, sus besos eran tan calientes.
Desvié mi boca hasta su cuello y comencé a besarlo mientras él manoseaba mi cuerpo. Lleve mi boca hasta el lóbulo de su oreja y lo mordí. Él gimió y su erección creció más, chocando contra mi vientre.

Sus rápidas manos no tardaron en bajar mi falda, lo mire con mi cabello despeinado, mi respiración agitada y mis ojos brillantes. Él me regalo una sonrisa llena de lujuria, pasión y calentura. Apretó su cuerpo contra el mío y su boca choco contra la mía, su lengua se abrió paso en mi boca. 
-Lo bueno de estar acá es que nadie nos va a interrumpir esta vez.
Susurró mientras llevaba su boca a mi cuello. Lo succionó con fuerza, casi dejándome una marca. No tardé enredar mis dedos en su cabello, su camiseta fue prácticamente arrancada por mis manos… lo deseaba tanto. 
 -Cierra los ojos -me ordenó-
Le obedecí, Y él no se había quedado atrás. Había quitado mi blusa en cuestión de segundos.
Beso mi estómago y bajo hasta mis bragas. Mis ojos se cerraron y mi corazón latió rápidamente cuando sentí su respiración cerca de mis piernas. 
Quitó mis bragas y sentí su respiración en mi clítoris y estaba preparada para lo que se venía. Él era tan arriesgado, tan experto en el sexo. Tenía tanto que mostrarme, teníamos tanto que compartir en la cama.
Introdujo su lengua desesperadamente en mi feminidad. Eche mi cabeza hacía atrás y mis caderas se levantaron un poco, deseé que aumentara su ritmo. 
-Mmmmm... -gemí-
Él se dio cuenta que lo estaba disfrutando, entonces colocó mis piernas sobre sus hombros y gemí aún más.
-Ma.. Más -jadeé-
Su lengua tocó mi punto débil, y un grito se escapó de mis labios. La satisfacción era increíble. Él era increíble. Cuando estuve a punto de correrme, él se apartó y subió para mirarme.
-No te corras -me pidió-
Negué y apreté mis labios.


Se recostó sobre mí, y buscó desesperadamente mi boca. Buscó el preservativo en la parte trasera de su pantalón sin despegar sus labios de los míos. 
Cuando lo tuvo, se lo quité y reí. Era mi turno de jugar. 
-Déjamelo a mí -aseguré-
Él sonrió con lujuria y succioné su labio inferior. Hice que él se recostara y yo me senté a su lado. Baje suavemente sus pantalones junto a sus boxers. Su miembro se mostró con facilidad. Estaba totalmente excitado.
Una de mis manos tomo su miembro, mordí mi labio inferior y deslicé mi mano de abajo para arriba sobre su bulto. Lleve mi boca a la cabeza de su pene y con mi lengua, lo saboreé lentamente.
Él se retorció en la cama. Sonreí y se la chupé un par de veces. Él gimió sin vergüenza alguna. Deje de satisfacerlo y rápidamente le puse el condón. 
Me senté arriba de él. Peter se introdujo lentamente en mí, hasta que entro definitivamente.

Hizo unos cuantos movimientos hasta que empezó a penetrar con brutalidad una vez más. Me lancé encima de él y mordisqueé su hombro y no pude mantener mucho tiempo la boca cerrada. Estaba penetrándome con fuerza.
Un par de gritos de placer se escaparon de mi boca y Peter movía las caderas en círculos, de un lado a otro, de arriba hacia abajo. 
Volvió a besarme con intensidad y entonces, dejo de moverse. Se estaba corriendo.
Seguí saltando arriba de él para encontrar mi clímax. Llegaron unos cuantos movimientos más.

Recargue mi frente contra la suya, una fina capa de sudor nos cubría y estaba volviéndome loca. No teníamos control… lo habíamos perdido. Sus brazos rodeaban mi cintura con fuerza y unos mechones de cabello caían sobre mi rostro.
-Sos una diosa -aseguró agitado-
Sonreí y besé sus labios cortamente.
-Me diste la mejor despedida de mi vida.

Continuara... 
 SE PUSIERON HOT NUEVAMENTE! JAJAJAJAJ, las quieroooo(L) espero que les guste el cap. +18 y luego de las 12 igual que el capitulo hot pasado! ajjajaja Gracias por leer, son genias.

@Chilelaliter