20 de noviembre de 2013

What About Us.



Capitulo Cuarenta y Dos.

El primer día se nos había hecho corto porque habíamos llegado en la tarde al hotel, disfrutamos en la cama parte de la noche y luego simplemente quisimos descansar y nos dormimos como si fuéramos una pareja que llevaran varios años juntos.
Sentí como Lali se movía delicadamente en la cama mientras yo aún la tenía rodeada con uno de mis brazos. La sentí suspirar y abrir mis ojos, ella tenía su mirada fija en la mampara de la habitación. La observé por unos minutos más, y parecía que tenía alguna preocupación pendiente. Aun así se veía jodidamente bonita.

-¿Sucede algo? –Le pregunté completamente interesado-
Negó y luego sus ojos fueron hacía mi rostro. Le sonreí y ella de inmediato me devolvió aquel sencillo gesto.
-Solo pensaba –respondió-
Asentí y ella se acurruco en mi pecho. Pase mi mano por su espalda y la acaricié suavemente.
-¿Dormiste bien? –pregunté-
-Sí, ¿vos?
-Y voy a ser algo cursi, pero enserio que pasaría todas las noches de mi vida durmiendo a tu lado –sus ojos se conectaron con los míos- abrazándote.
Ella sonrió y simplemente busco mi cuello. Sus labios dejaron unos cálidos besos y luego rio dulcemente.
-Estamos quemándonos –aseguró-
-¿Te asusta? –le pregunté-
-Es raro –contestó-
Reí y ella me miro por algunos segundos.
-Me gusta estar con vos –musitó-
-Que coincidencia, últimamente igual me gusta estar con vos –reí-
Mordió su labio inferior y yo simplemente no podía tenerla tan cerca y no besarla.
Agarre su rostro entre mis manos y lleve su boca a la mía. Ambos sonreímos antes de hundirnos en un beso mañanero con mucha tranquilidad.

-
Salí de la ducha y me encontré a Lali con una maya de dos piezas, le quedaba perfecta con sus curvas, sus tacones la hacían verse más alta y tenía tan solo un poco de maquillaje sobre su rostro. Literalmente me la comí con la mirada, y ella lo sabía y lo disfrutaba.

-¿Vas a seguir babeándote por mi o te vas a cambiar? –me preguntó riendo-
Reí y camine hasta mi maleta.
-Pasa que estás muy buena.
-Ya lo sabía –dijo creída-
-No sé cómo me voy a aguantar toda la tarde –musité-
-No seas caliente Peter –rio-
-Vos me estás provocando descaradamente –reí-
-Solo estoy en maya, muestro lo que Dios me regalo y no es mi culpa que vos te pongas hot al verme.
-Te encanta saber que me pones así ¿no?
Lali rio y se acercó a mí. Se sentó en mis piernas y su boca de inmediato busco mi oído.
-Me encanta verte sufrir a vos y a tu amiguito de allá abajo –señalo mi miembro-
-Que perra que sos.
Me guiño un ojo con una actitud soberbia que en estos momentos me agradaba. Se levantó y volvió al lugar en el que estaba anteriormente.
-Apúrate que no aguanto más estar acá encerrada! –exclamó-
-Si amor.
Reímos y yo rápidamente tome mi traje de baño para correr hacia el baño y aliviar mi necesidad que ella había provocado.

Las playas acá eran realmente una cosa impresionante, el clima era ideal, el mar era como si estuviéramos en el cielo mismo y si a eso le sumaba la compañía, este viaje era perfecto.
Nos sentamos en las reposeras y Lali de inmediato llamó la atención de los hombres que estaban a nuestro alrededor.
-¿Te ayudo con el bronceador linda?
Preguntó un chico que pasó por su lado. Lali lo miró de pies a cabeza y rio totalmente superior.
-¿Estás loco? –preguntó-
-Vi que necesitabas ayuda.
-¿Enserio pensas que alguien como yo necesitaría ayuda de alguien como vos? –le preguntó completamente frívola-
-Solo te estaba preguntando.
-No preguntes pelotudeces porque cuando necesite ayuda, voy a buscar a alguien y ese precisamente no vas a ser vos –dijo seriamente-
-¿Qué te crees que sos? ¿La diosa de qué? Sos una Barbie más, no te sientas importante.
-Y vos no te sientas importante si te rompo la cara a golpes –aseguré con impotencia-
-¿Sos el novio de estar súper estrella?
-¿Y vos sos gil que no te entedes? –Le pregunté y me pare justo al frente de vos-
-Basta Peter, no es necesario –musitó Lali-
-Es necesario porque se trata de vos, y no voy a permitir que nadie se haga el lindo con mi chica.
-Cuídala mejor porque ella provoca mucho.
-Y vos a mí me provocas ganas de partirte los dientes y dejarte más pelotudo de lo que sos –dije enojado-
-Ándate flaco, no sé qué hacer acá aun! –Exclamó Lali-

El chico se fue y yo miré a Lali completamente molesto. Ella solo se rio y se sento en su reposera.
-¿No vas a decir nada? –le pregunté-
-¿Aparte de que soy tu chica? –me miró-
-Solo lo dije para protegerte.
-No necesito que nadie me proteja.
-Lo haré igual –me senté en mi reposera-
-¿Estás molesto? –preguntó-
-Con ese imbécil
Lali sonrió y se levantó para venir hasta mí y sentarse en una punta de la reposera.
-Estoy bien, y gracias por defenderme –habló-
-Estás tentando mucho con ese cuerpo.
-¿Y? –Se acercó un poco- vos sos el que disfrutas de este cuerpo –susurró-
Mordí mi labio inferior y la tome de la cintura para atraerla a mí.
-No sabes cuánto te deseo justo en este momento –susurré en su oído-
-Mmmm… -se quejó-
Su boca dejo varios piquitos en mis mejillas hasta llegar a mi boca. Me miró fijamente a los ojos y sonrió.
-¿Vamos al agua?
-Vamos antes que no pueda más –reí-

Nos levantamos y antes de que ella pudiera caminar, la apreté a mi cuerpo y le comí la boca de un besó.
Agarre su mano y caminamos hasta la orilla de mar, sus ojos se veían tan lindos a plena luz y tenía ganas de hacerle muchas cosas en este momento. Pero ahora solo iba a disfrutar de ella y de esta tarde.
Lali acaparaba la mirada de toda la gente, y sentía que por primera vez ella estaba siendo sincera con sus actitudes, la sentía libre, la veía feliz, y me gustaba la forma en como ella me miraba. Su voz era incluso más suave de lo normal, y sentía que le estaba haciendo bien y que esto podía ser aún mejor.
Volvimos a las reposeras y ella quiso acostarse en la mía, junto a mí. La abrasé como si fuera lo más suave de la vida y la acaricie con tanta delicadeza que sentía que esto era demasiado cursi.

-Peter…
 Me llamó, bajé la mirada hacía sus ojos y le sonreí.
-Me estás haciendo tan bien.
Y en ese momento me miro detenidamente y me sonrío, fue algo tan hermoso. Juro que mis sentidos colapsaron, que me perdí en la nada. Fue como si mi corazón se hubiera detenido por un segundo, como sí se rompiera la ley de gravedad, como si me hubiera devuelto el alma que el mundo me robo, como sí estallara cada célula que me consiste. Y Solo con eso me sentí completamente y sin lugar a dudas vivo, eterno, inmortal.
-Vos también a mí, amor.
Sonreí y me gustaba decirle “amor” y sabía que a ella también la gustaba.

Continuara....


Perdon la demora, se vienen más capitulos, los quiero(L)
@Chilelaliter