Capitulo Ciento Cuarenta.

'Volver a Respirar'
Capitulo 140.

Cuenta Peter.

Me mire por última vez al espejo de cuerpo entero que tenía colgado en la puerta del placard. La elegancia de mi vestimenta hacía verme un poco más mayor, acomodé mi corbata por última vez y me despeiné un poco el pelo.
Cerré la puerta del placard y volví a mi escritorio. Dos toquecitos de perfume, llaves, billetera, y celular. Listo.
Caminé hasta el living, tomé la bolsa de regalo y unos chicles. Miré al rededor de mi departamento y verifique que todo estuviese bien.
Camine hasta la puerta, y salí del departamento. Camine hasta el ascensor y apreté el botón, llegó en menos de un minuto. Ingresé y saqué mi celular del bolsillo. Marqué el numero de Sara y me puse el teléfono en la oreja.
-¿Estás lista? -le pregunté a penas me respondió-
-¿Ya estás afuera? -me cuestionó apresurada, omitiendo mi pregunta-
-No -reí- estoy por salir de mi depto.
-Ah! -se alivió- me falta poco -ahora sí respondió- pero en lo que te demores, ya voy a estar lista -aseguró-
-Entonces, te espero afuera ¿si? -dije mientras salía del ascensor hacía el estacionamiento-
-Ahí nos vemos -afirmó-
Y la comunicación finalizó. Siempre eramos así de fríos, parecíamos más amigos que una pareja.
Camine hasta mi Jeep, apreté el botón y se abrió automáticamente. Me subí en él y luego de acomodar las cosas que traía, partí.

-Estás hermosa -articulé en su oído luego de besar ligeramente sus labios-
-Y vos -me miró de pies a cabeza- muy elegante -sonrió-
-La situación lo merecía ¿no? -sonreí al igual que ella-
-Déjame decirte que con esa trajecito, y vos ahí apoyado en el capot, matas a cualquiera eh -exclamó divertida-
-No es para tanto -reí-
-Sí que lo es -me guiño el ojo y se alejó de mi para entrar al auto-
Reí y la imité.
-Estoy seguro que ese vestido se ve mucho mejor tirado en el suelo -bromeé mientras aceleraba-
-La verdad no sé, nunca lo he comprobado -dijo siguiendo la broma-
-Si queres, luego te ayudo a comprobarlo -le di una rápida mirada picara-
-Tal vez -rió-
-Aunque bueno, vos te ves mucho mejor sin ropa -aseguré riendo-
-Si vos lo decís -rió-
Puse un poco de música mientras ella se iba retocando su maquillaje.
-¿Todo bien el trabajo? -me preguntó minutos después-
-Bárbaro -tosí- a penas me paguen este mes, te invitó a un pequeño viajecito -aseguré-
-No hace falta amor -dijo sin complicarse- no es necesario por ahora.
-¿No estás estresada con la facultad acaso? -pregunté sorprendido-
-Sí, pero estoy acostumbrada -respondió- mejor lo dejamos para las vacaciones de invierno, ya queda poco -me recordó-
-¿Segura? -la miré dudoso-
-Si -sonrió y su mano se posó en uno de mis muslos- vos solo junta dinero para pagar este costoso auto -me ordenó-
-Lo tengo en cuenta -reí-
-Te lo digo enserio -siguió acariciando mi muslo-
-Si -la miré- ya estoy en eso bebe.
Ambos sonreímos y seguimos charlando tranquilos el resto del camino que nos quedaba.

El portón eléctrico se abrió, entré a la quinta y estacioné junto a los demás autos. Bajé rápidamente y ayude a Sara. Apreté la alarma y cerré el auto. Entrelacé mis dedos con los de mi chica, y caminamos tranquilos hasta la gran casa.
En la entrada me encontré con varios familiares, los saludé a todos y entré a la casa en busca de Candela.
-Hijo! -exclamó mi vieja al vernos pasar hasta el jardín-
Volteamos y ella se dirigió hacia nosotros con una tremenda sonrisa.
-Hola linda -saludo a Sara con un gran abrazo- Hola hijo -me abrasó de igual manera- que bueno que llegaron, ya queda poco para que la ceremonia comience -dijo algo entusiasmada a lo que nosotros solo sonreímos- se ven divinos, sobre todo vos Sarita -agarró su mano libre-
-Gracias, tu también te ves muy bien -respondió Sara-
-¿Candela? -le pregunté antes de que nuevamente se pusiera a hablar-
-En el cuarto con Juan Pablo y Javier -respondió-
-Vamos a subir, nos vemos luego mamá.
Le sonreí y luego nos volteamos para nuevamente entrar a la casa y subir las escaleras.
Toqué la puerta del cuarto en el que cuando era chiquita Cande siempre usaba, y no me había equivocado, ahí estaba.
-Llegaron! -gritó emocionada al vernos-
Se lanzó a los brazos de su amiga para luego lanzarse a los míos.
-Se ven divinos -nos halagó-
-Y vos, pareces un ángel boluda -exclamó Sara-
Yo solo reí y entre al cuarto en donde me encontré con Javier y en sus brazos, Juan Pablo.
-Cuñado -me boludeó y nos saludamos-
-¿Como estas campeón? -le dije a Juan Pablo mientras lo sostenía en mis brazos-
Él solo se quejó y sonreí, para luego llenarlo de besos. Los demás miraban con ternura la situación.
-¿Ya está todo listo? -le pregunté a mi hermana-
-Si, bajemos.
-Yo lo llevo -me adelanté mientras caminaba con mi sobrino en los brazos-
-Deberías procrear uno mejor ¿no crees? -me jodió Cande-
-Ni en broma lo volvas a repetir! -exclamó riendo Sara-
-Ya viste, no me dejan -hice puchero- convence a tu amiga y capaz que pronto -dije jodiendo-
Todos reímos, incluso Juan Pablo que dio un gritito.

¿Que hacíamos todos en una quinta y vestidos elegantemente? Hoy bautizaban a Juan Pablo. Ya tenía seis meses, y estaba más lindo que nunca, grande, y ya con dientesitos. Estaba toda la familia reunida, los amigos de Candela y de Javier.
¿Quien es Javier? el novio de mi hermana, el pibe que la banco durante todo su embarazo, la enamoró, la acompaño en los malos momentos, en los buenos, y en el nacimiento de Juan Pablo. Quizás no era su hijo de sangre pero sin dudas JuanPa lo iba a llamar "papá", era increíble este flaco, daba todo por mi hermana y mi sobrino. Este mes cumplían un año de novios, ¿lindo no?.

Cuenta Lali.

Llegue junto a Tomas, y parte de la familia de Javier a la quinta de los Lanzani, nerviosa, ansiosa, pero con mucha felicidad, hoy sería el bautizo de Juan Pablo, el hijo de Candela, y la razón de la felicidad de mi mejor amigo.
Saludé a la poca familia que conocía y nos dirigimos hacía el jardín en donde había una mezcla de todo. Ahí me encontré con Nicolas y Roció. Tomas se había puesto a jugar con unos nenes de su edad que habían allí, entonces me quede charlando con mis amigos.
-¿Y Diego? -preguntó Nico-
-No pudo venir, tenía muchas cosas que hacer de la facu -contesté-
-Y eso que es fin de semana largo -acotó el rubio con cierta duda-
-Esta en su último año, y no le queda tiempo para nada -lo excusé-
-Ah -dijo sin creerme- ¿como estás vos? -me cambió el tema-
-Bien -sonreí- ¿ustedes? -los miré- se les ve mejor que nunca.
-Así estamos -hablo mi amiga- te extrañaba La! -me abrasó algo brusca-
-Ay -me quejé un poco por el brusco agarré de su abrazo-
-¿Estas bien? -me preguntó algo preocupada-
-Si, me dolió un poco nada más -contesté y ella sonrió-
-¿Porque estás tan tapada? -preguntó al verme con un chaquetón sobre mi vestido-
-Hace frió -respondí sobando mis manos-
-No hace frió -me contradijo-
-Estoy un poco agripada -me excusé- no quiero enfermarme más.
-Ahhh.. tenes que cuidarte amiga -sonrió y yo la imité-

Me quedé en silenció observando todo a mi al rededor, había mucha gente, y me parecía lindo el lugar.
Minutos después sentí que la mayoría de las personas se acorralaron en una esquina del jardín, pude ver que  eran Candela, Juan Pablo y Javier, mientras todos los saludaban.
-Al fin! -exclamé al ver a mi amigo-
-Sí -sonrió y me abrasó- que bueno que viniste Lali, te extrañaba mucho mocosa -besó mi mejilla-
-Yo más, aunque no me creas -sonreí- estás hermoso -apreté sus mejillas- te ves tan feliz.
-Lo estoy -afirmó-
-Lindo! -lo volví a abrazar-
-¿Vos como estás? hace mucho que no te veía -me reclamó-
-Estoy bien, y si, te extrañaba -hice un puchero-
-Vos haceme un día en tu agenda ¿si? -me aclaró-
-Anda a buscarme un día al local mejor.
-¿Como está todo por allá? -preguntó interesado, él había dejado de trabajar ahí hace tres meses, cuando se acabó el verano-
-Igual que siempre, y peor, ya que no estás -dije apenada-
-Uuuuh -me abrasó- voy a ir a buscarte en la semana, lo prometo -besó mi frente-
-Te esperaré.
Nos acercamos a Candela y la abrasé felicitándola, y luego tomé en mis brazos al pequeño Juan Pablo. Se lo mostré a Tomas quien no dejaba de hacerle muecas y el chiquito reía.

La ceremonia ya iba a comenzar, a un costado pude ver a Peter que charlaba con algunos de sus familiares. Tomas me dijo que lo iba a ir a saludar, yo preferí ir a buscar algo de tomar, necesitaba aclarar un poco la garganta.
Al regresar noté a Peter con los chicos. Lo saludé tranquilamente, al igual que a su novia.
-Hace mucho que no te veía -exclamó Peter-
-Estoy un poco ocupada con la facultad, el colegio de Tomas, el laburo, ya sabes -revolví mis ojos- ¿vos como estás? -le pregunté sonriendo-
-Bien, laburando hace dos meses -sonrió- me va bien.
-Se te ve bien -agregue y luego miré a Sara- ella te hace bien.
-Soy feliz, no me quejó -aseguró-
Lo miré y sonreí.
-Si no supiera por Javier que tenían una relación, nunca hubiera sospechado, ni parecen novios -acoté-
-Es que tenemos una relación bastante especial -rió- algo anormal, incluso no somos novios, pero estamos juntos obvio -aclaró-
-¿Enserio? -dije sorprendida- ¿aun no le pedís que sean novios? -pregunté interesada-
-No, no es eso -rió- no sé, es raro de explicar, se da así nada más -subió sus hombros y yo reí- ¿vos aun estás con ese chico? -me preguntó-
-¿Diego? -él asintió- sí -sonreí-
-¿Porque no vino?
-Estaba ocupado, esta en su último año de facultad y anda hasta las manos con todas esas cosas -respondí-
-Haa, mandale saludos, me cayo bien de la otra vez que hablé con él -agregó Peter-
-Dale.
-Creo que ya va a empezar -miró a Cande y la vio irse junto a Javier y Juan Pablo-
-Anda -le dije- luego hablamos -sonreí-
-Si -caminó pero luego retrocedió- ¿que te dio por cambiarte el look? -me preguntó arrugando su frente-
-¿Eh? -cuestioné sorprendida, no había escuchado bien-
-Por cortarte el pelo -corrigió-
-Ah.. -reí- nada, creo que me veo un poco más grande asi ¿no? -contesté-
-Sí, y te ves bien -sonrió-
-Gracias -sonreí-
-Boee, luego hablamos..
Asentí y él se fue hacia donde estaba Candela. Lo admitía se veía bastante bien.

Cuenta Peter.

La ceremonia finalizó, fue un poco larga pero linda. Ahora se venía la comida y más tarde la fiesta.
-¿Podrías ser lindo por alguna vez e irme a buscar el regalo que se me quedó en el auto? -me susurró Sara al oído-
-¿Como se te olvido bajarlo? -pregunté riendo-
-De boluda -rió-
-Ok, yo voy -besé sus labios-
Camine hasta el auto, saqué el regalo y lo cerré. Escuché a lo lejos un suave sollozo, me dio curiosidad. ¿Quien andaría por acá llorando? me pregunté. Intente hacer oídos sordos y seguir el camino cuando veo a Lali, dos autos más allá y cambiándose su chaquetón por un chaleco.
Vi en sus brazos una marca muy roja, casi morada. Ella no me notó y luego de cerrar el auto, camino hasta la casa.
Retome mi camino y le devolví el regalo a Sara quien hablaba animadamente con mi prima.
-No sabía que eran novios! -exclamó Daniela-
-Es lo que siempre dicen todos -reí-
-Somos algo especiales -acotó Sara- pero al fin y al cabo nos queremos igual -agarró mi brazo-
-Ay, que tiernitos -dijo Daniela con una sonrisa- ya vengo, voy por algo de tomar -se alejó-
-Gracias -dijo tomando el regalo- sos lindo -besó mi mejilla y rió-
-Gracias por el halago hermosa -reímos-
Estaba dudoso, algo me hacía dudar al ver a Lali con esas marcas en sus brazos.

Daniela volvió y yo me fui en busca de mi sobrino, lo tenía Rochi y su lado estaba Lali. Camine hasta ellos y con intención choque con Lali algo brusco justo en su brazo.
-Auch -se quejó-
-Sorry Lali -me disculpé- no fue mi intención -agarré su brazo y lo acaricié- no te hice nada seguro.
-Esta bien Peter, no fue nada -dijo ella-
-No capaz que te deje morado o algo.. -dije queriendo ver su brazo-
-No seas exagerado -rió- no fue nada.
-¿Enserio? -apreté un poco su brazo y vi una mueca de dolor en su rostro- déjame verte ¿si?
-¿Que vas a ver? no hay nada! -rió-
-Capaz te golpeé muy fuerte.
-Fue un choque nada más -aclaró- no fue nada -insistió-
-¿Segura? mira que sos tan flaca que te pude haber echo daño -insistí-
-No Peter -rió- enserio estoy bien.
-¿O no queres mostrarme el brazo? -le pregunté curioso-
-¿Eh? -me miro confundida-
-No sé, capaz tenes algo en el brazo que no queres mostrarlo, encima hace calor y vos estas con un chaleco -dije haciéndome le confundido-
-Estoy un poco enferma -se excusó-
-¿Segura?
-Si Peter ¿que pasa? ¿porque me preguntas tanto? -me preguntó sorprendida-
-Y porque nada, pase por el estacionamiento y te vi justo -suspiré- vi unos moretones en tus brazos -dije casi susurrando y su cara casi transformo- y nada, me preocupe.
-Aaaahahh -dijo algo nerviosa- pasa que el otro día me caí de casualidad y boee.. me dejo moretones -aseguró-
-Ah -dije- sorry por lo chismoso pero..
-No -rió- esta bien, gracias por la preocupación -sonrió-

Y algo había en eso, que me hacía no creerle.

Continuara...


Son unas tiernassssssss! GRACIAS POR SUS PALABRAS, son las mejores, grosas grosas grosaaaaaaaaaaaas!!! Las quierooooooooooo!!!